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Se trata de los barrios Stella Maris y 9 de noviembre, Ingeniero White, Villa Rosas y Maldonado quienes junto a otros barrios de la ciudad llevan más de 13 días (desde el temporal que arrasó la ciudad) sin luz y en muchas zonas se suma la falta de agua.
En diálogo con La Izquierda Diario un vecino de los barrios 9 de Noviembre y Stella Maris expresó: “tenemos preocupación y bronca ante la falta de reconexión eléctrica tras la tormenta”. Además agregó: “A diferencia de lo que comentan algunos sobre los cortes, reconocemos el arduo trabajo de los empleados de EDES, quienes día a día se esfuerzan exhaustivamente. Sin embargo, nuestro reclamo se dirige a la empresa que parece priorizar a ciertos barrios privilegiados, dejando a los barrios populares en la sombra, una vez más.”
Como es notorio el municipio estableció un plan de reconexión para que la vuelta a la normalidad se dé en el centro comercial de la ciudad inmediatamente y en las industrias. Con el correr de los días se difundió un comentario del intendente de Unión por la Patria, Federico Susbielles , que llegó a decir que los barrios más castigados eran “Palihue y Patagonia”, en alusión a los barrios residenciales que poseen casas lujosas y recursos de sobra para palear la falta del servicio. Esta opinión generó bronca en muchos barrios populares que saben que estos barrios pueden afrontar el costo económico que implica quedarse sin luz, comprando generadores o saliendo de la ciudad a las propiedades que poseen en otros lugares.
Sobre esto dicen que: “El temporal ha puesto al descubierto las desigualdades que persisten, las acciones del Municipio no han dado buenos resultados. Nos vemos obligados a calentar agua en ollas para bañarnos, ya que en el 9 de Noviembre tampoco contamos con gas natural, pero por suerte no nos cortaron el agua, a diferencia del Stella Maris que tiene gas natural pero les cortan el agua. Nuestras casas permanecen a oscuras y aumenta la inseguridad con las calles sin luz. Hay postes y cables que siguen tirados cortando calles por completo. Dependemos de la solidaridad vecinal para simplemente cargar un celular y comunicarnos o mirar por dónde viene el colectivo.”
En este mismo sentido los pequeños comercios que abastecen a las familias trabajadoras de la zona intentan mantener los alimentos refrigerados, los que no pueden hacerlo porque no tienen para un generador o la nafta que este requiere, deben tirar todo y algunos cierran en el mientras tanto. Las pérdidas materiales de mercadería y de electrodomésticos se cuentan de a montones.
Frente a los crecientes cortes de vecinos que se extendieron en más de 5 puntos de la ciudad, el sindicato de Luz y Fuerza sacó un comunicado esta semana aclarando que el plan de reconexión del servicio se hacía lo más rápido posible y que las cuadrillas de trabajadores estaban a trabajando a tiempo completo y sin vacaciones para poder restablecerlo. Sin embargo como menciona el vecino entrevistado “No estamos para señalar a los trabajadores de EDES, sino para exigir a la empresa una respuesta inmediata y equitativa. Necesitamos soluciones concretas que atiendan las necesidades urgentes de los barrios postergados. Que la luz llegue a todos por igual”.
Este reclamo de los vecinos hacia la empresa no es menor ya que muchos sufren los aumentos siderales que llevó adelante el gobierno anterior y que el gobierno de Milei quiere profundizar con la Ley Ómnibus. El proyecto de ley plantea que las empresas comercien como quieran y que el Estado no va a garantizar el abastecimiento, delegando los mecanismos para garantizarlo en el mercado. Los precios los fijan las empresas, aumentando sus ganancias y golpeando el bolsillo de millones.
Resulta que las empresas de energía como EDES han tenido ganancias record durante los últimos años gracias a los subsidios otorgados por el Estado y a cambio no han mejorado el servicio que durante todos los veranos sufren cortes. Además de ser sumamente estrictos a la hora de cortar el servicio cuando una familia se retrasa en el pago. Como lo mencionan muchos vecinos que cortan las calles, ¿porqué las familias trabajadoras de los barrios populares deberían tener paciencia cuando la empresa no duda en cortar el servicio ante la más mínima deuda o retraso de pago?
Frente a esta catástrofe, no alcanza que el intendente de la ciudad amenace a las empresas a que normalicen el servicio y sino que se exima efectivamente del pago a todos los barrios populares que aún no poseen emergía eléctrica y los servicios que dependen de ella como el internet, el cable y la telefonía. Frente a la catástrofe y el plan de guerra de Milei para favorecer a las empresas hay que oponerle la solidaridad que surge constantemente y unir todos los reclamos en cada barrio y lugar de trabajo para tirar abajo el ajuste y que la energía eléctrica sea nacionalizada bajo control de los trabajadores y usuarios. La energía es un derecho y no un negocio.
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