El 2023 empezaba como acababa el año anterior, con la guerra entre Rusia y Ucrania como principal hecho a nivel internacional y en el terreno geopolítico. En febrero, cuando se cumplía un año de la reaccionaria invasión de Rusia en territorio ucraniano, los daños humanos y materiales que ya había dejado la guerra ya eran aterradores. La economía de Ucrania se había reducido aproximadamente un 30%, la infraestructura civil estaba en gran medida destruida y alrededor del 40% de su capacidad para generar electricidad dañada. Hasta el momento, ni Kiev -con el apoyo de la OTAN y el imperialismo norteamericano y europeo- ni Moscú parecen estar dispuestos a considerar un alto el fuego, y sus intereses son irreconciliables en la medida en que Zelenski exije la total liberación del territorio ucraniano para empezar a negociar. Sobre estos territorios, Putin exige que se reconozca la soberanía rusa y sería una fuerte crisis interna si retrocediera. Por otro lado, a finales de junio tuvo lugar la "rebelión" del grupo Wagner contra el gobierno de Putin. Dos meses después anunciaban la muerte del jefe del grupo paramilitar, Yevgeny Prigozhin, después de caer el avión en el que viajaba.
Los primeros días de enero se iniciaron con la capilla ardiente (los días 2 y 4) y el posterior funeral (el día 5) del papa emérito Benedicto XVI. El ideólogo del Vaticano moría el mismo 31 de diciembre del 2022. Durante su papado publicó tres encíclicas, en dos de las cuales cargó contra Marx y el marxismo. También apuntó contra la ideología de género y las opiniones de Nietzsche sobre el cristianismo. Joseph Ratzinger fue uno de los teóricos más importantes de la reaccionaria iglesia católica, apostólica y romana. Fue el brazo teórico y alma gemela de Juan Pablo II, el papa que en los años 80 junto a Reagan y Thatcher emprendieron la ofensiva neoliberal del capitalismo contra las masas en el mundo que, con la colaboración de la burocracia estalinista, aceleraron la restauración capitalista en la URSS.
Pocos días después, el 8 de enero, la extrema derecha del Brasil promovía una invasión del Congreso brasileño y la toma del Palacio del Planalto (sede del Ejecutivo) y el Supremo Tribunal Federal. En una clara acción golpista, exigían la intervención militar y cuestionaban los resultados de las elecciones de 2022. La base protofascista seguidora de Jair Bolsonaro (ex presidente) volvía a promover actos reaccionarios que contaban claramente con la connivencia y el apoyo de la policía y la Secretaría de Seguridad Pública (exministro de Justicia de Bolsonaro), e incluso del gobierno del Distrito Federal (que fue destituido por el juez Alexandre de Moraes durante 90 días), puesto que la manifestación de ultraderecha consiguió entrar sin muchas dificultades en la sede de los tres poderes. Las imágenes mostraron a la policía escoltando la manifestación hasta la sede de los tres poderes.
El 6 de febrero por la madrugada se producía el peor terremoto que ha sufrido Turquía después del seísmo de 1999, con una intensidad de 7.8 grados en la escala de Richter. Según los medios de comunicación murieron casi 60.000 personas, 9.000 de ellas en Siria, y hubo alrededor de 120.000 heridos. En las horas y días siguientes los equipos de socorros y rescates lucharon a contrarreloj para encontrar personas vivas. Se trata de una catástrofe que ha agraviado el sufrimiento de los sirios, que ya se enfrentaban a una grave crisis humanitaria. Millones de personas ya se habían visto obligadas a huir por la guerra de la región y muchos más se han visto desplazados por este desastre.
Durante el primer semestre del año la lucha de clases en Francia ha estado en el centro del foco político mundial. Ya a las primeras movilizaciones, allá por finales del mes de enero, más de un millón de personas salieron a toda Francia entre más de 200 convocatorias contra la reforma de las pensiones de Emmanuel Macron. Casi 3 millones de personas el 31 de enero. No obstante, el mes de marzo el presidente acabó aprobando por decreto la impopular reforma en medio de movilizaciones y huelgas en rechazo. El intento de Macron de utilizar las medidas más autoritarias de la V República no solo reavivó la movilización, sino que la amplificó. Durante los días posteriores se produjeron innumerables levantamientos en diferentes partes del territorio francés, así como cantidad de marchas y acciones de tipos espontáneas o llamamientos a las uniones locales de los sindicatos ante la gran radicalización de la base. No obstante, el principal obstáculo para que el "momento prerrevolucionario" que vivió Francia se transformara en una situación abiertamente prerrevolucionaria, o incluso revolucionaria, fue la dirección conservadora e institucional del movimiento obrero y las burocracias sindicales. En palabras de Juan Chingo, del Comité de Redacción de Révolution Permanente, "en aquel momento era necesario superar aquella contradicción, avanzando hacia un polo alternativo de dirección del movimiento obrero que fortaleciera las huelgas y las coordinara, le diera perspectiva y determinación para ganar. Este habría sido lo principal paso para que la situación diera un salto revolucionario y avanzando hacia la huelga general".
Los resultados de las elecciones municipales y la docena de autonómicas celebradas el 28 de mayo en el Estado español marcaron un giro a la derecha y un aumento de la desafección en forma de abstención en Cataluña y grandes ciudades como Madrid. La máxima de que cuando el “progresismo” en el gobierno aplica políticas de la derecha, es la misma derecha la que se fortalece, quedaba confirmada con los cambios en muchos ayuntamientos y gobiernos autonómicos. El PP aumentó su poder municipal y autonómico de la mano de Vox, mientras que la izquierda neorreformista perdía sus principales posiciones. En Cataluña, la desafección fue clave en unas municipales en las que Trias ganó en Barcelona. En la capital catalana también destacó el aumento del PP y la entrada de VOX. La CUP se volvió a quedar fuera del ayuntamiento. Aun así, después de la derrota sin paliativos del PSOE y Unidas Podemos en las elecciones municipales, que dejaba la mayor parte del territorio español en manos de la derecha, el mismo 29 de mayo Pedro Sánchez daba un golpe de efecto avanzando las elecciones generales, previstas para finales de año, al 23 de julio.
El pasado 7 de octubre el Estado sionista de Israel prometía “aniquilar” a Hamas y el 27 de octubre dio inicio a una de las más grandes ofensivas militares en territorio palestino desde su ocupación en 1948, avanzando con una operación terrestre, aérea y marítima sobre la Franja de Gaza. A día de hoy ya son más de 21.000 las personas asesinadas por las fuerzas de ocupación israelíes, de las cuales más de 9.000 son niños y niñas. Nos encontramos ante un verdadero genocidio realizado en vivo y en directo, como denuncia incluso la ONU, que tiene lugar con la complicidad absoluta de Estados Unidos y las potencias imperialistas europeas. La masacre y la brutalidad de los ataques, arrasando con toda la infraestructura civil, bombardeando hospitales y asesinando masivamente a la población, despertó la indignación y la solidaridad internacional, desatando una inmensa oleada de solidaridad con movilizaciones masivas en todo el mundo exigiendo el alto a los bombardeos y la intervención militar israelí. Las cifras indican que más de un 5% de la población palestina ha sido aniquilada y cerca de un millón de desplazados. La lucha por detener el genocidio es una de las principales tareas que tiene la clase trabajadora y la juventud a nivel internacional, empezando en los países imperialistas como el Estado español por imponer a los gobiernos que se terminen inmediatamente el comercio de armas con Israel, así como la ruptura de todos los acuerdos diplomáticos, comerciales y militares con el Estado sionista.
La ceremonia de la Jura de la Constitución de la princesa Leonor en el mes de octubre, en su dieciocho cumpleaños, fue toda una performance reaccionaria para lavar la cara a la monarquía. Tuvo notas medievales, franquistas y sobre todo una gran representación del régimen del 78 y su Constitución contraria al derecho a decidir. Los reyes no marchan, a los reyes hay que echarlos, y el acto ponía encima de la mesa la actualidad de la lucha por el derecho a decidir, algo que no ha marchado nunca.
En las elecciones generales del 23 de julio, a pesar de haber ganado el PP las elecciones, la posibilidad de un gobierno PP-Vox no quedó garantizada. La aritmética parlamentaria puso sobre la mesa la posibilidad de un nuevo gobierno de “coalición progresista”, esta vez entre PSOE y Sumar, la versión aún más descafeinada de Unidas Podemos, a condición de que se llegase a un acuerdo con los partidos independentistas sobre una posible ley de amnistía. Cuatro meses después de negociaciones a puerta cerrada, el 16 de noviembre Pedro Sánchez era investido presidente con el apoyo de ERC, Juntos, EH-Bildu, PNB, BNG y Coalición Canaria, aparte del PSOE y Sumar. Todo, a cambio de la tramitación de una Ley de Amnistía parcial y limitada, y que dejará en manos de los jueces la decisión individual en cada proceso y que ponía un nuevo candado al derecho a decidir. Ante esto, durante los últimos meses del año se produjeron manifestaciones de la derecha y la extrema derecha en la sede del PSOE en Madrid y en menor medida también en Barcelona. La oposición de la derecha y del Poder Judicial, comenzaba así una escalada destituyente con el objetivo de conseguir nuevas elecciones e imponer una "restauración conservadora", mientras la persecución judicial del procesismo catalán sigue su curso mediante el juez García-Castellón del Audiencia Nacional como principal baluarte de la Judicatura y del búnker del 78. Aunque el nuevo Gobierno del PSOE y Sumar logró revalidarse, en los próximos meses sin duda vendrán tiempos convulsivos.
10. "El agua no cae del cielo": la sequía en Catalunya
La sequía en Cataluña continúa agraviándose y muchos indicadores señalan que el inicio del actual periodo de insuficiencia pluvial se remonta en julio del 2020. Desde el mes de noviembre hay más de seis millones de personas en todo Cataluña en situación de alerta por la sequía. En total son 202 municipios afectados con restricciones de agua. Esta extrema sequía es un ejemplo más de las graves consecuencias que el cambio climático, producido por la voracidad incontrolada del sistema capitalista, está teniendo también en Cataluña. El gobierno de la Generalitat aplica restricciones y nos alecciona sobre que "el agua no cae del cielo", pero amparo y garantiza el derroche y consumo de agua para las macrogranjas, el urbanismo desatado al área metropolitana o el trasvase del Ter para mantener el turismo de la Costa Brava, para nombrar solo algunos ejemplos.
El 19 de noviembre el ultraderechista Javier Milei ganaba las elecciones en Argentina y asumía como presidente el 10 de diciembre. Y en menos de dos semanas ya había anunciado un brutal plan de ajuste económico: la devaluación más fuerte de los últimos 20 años, un fuerte ajuste fiscal, la subida de tasas y despidos, aumento de la represión y delegación autoritaria de facultades en el Ejecutivo. El plan de Milei es una declaración de guerra contra las grandes mayorías. Pero en pocos días la resistencia de millones de argentinos y argentinas contra el plan de guerra de Milei también había comenzado. La izquierda liderada por el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FITU), el sindicalismo combativo y los movimientos sociales, fueron los primeros en salir a las calles el 20 de diciembre durante el día, desafiando el ajuste y la represión. Esa misma noche, los cacerolazos amplificaron las protestas y las expresiones de descontento. En ese marco, tras vacilaciones y llamados a la contención, finalmente, la conducción de la CGT (la principal central sindical del país) convocó un paro nacional para el próximo 24 de enero contra el ajuste salvaje lanzado por Milei, las grandes patronales y el FMI. La izquierda y el sindicalismo combativo exigen que el paro del 24 sea el primer paso de un plan de lucha hasta derrotar por completo el ataque y llama a preparar una masiva movilización nacional, organizando desde cada lugar de trabajo y cada barrio. Las consignas son unir desde las bases a trabajadoras y trabajadores formales e informales, a los movimientos sociales, a los pequeños comerciantes y a todo el pueblo para derrotar el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), la Ley Ómnibus y el Protocolo represivo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
12. El procesismo y la escenificación de la hoja de ruta autonomista
El pasado 21 de diciembre Pedro Sánchez y Pere Aragonès se reunían al palacio de la Generalitat para tratar algunos de los puntos del pacto que dio la investidura del primero a cambio de la amnistía y los votos de los procesistas. La realidad es que la reunión sirvió como escenificación de la restauración autonómica pactada entre el PSOE y Sumar y los partidos procesistas de Puigdemont y Nogueras, y Junqueras y Rufián, vendiendo las aspiraciones democráticas por el derecho a decidir a cambio de una amnistía limitada y parcial y cuatro migajas que no están entre las demandas del pueblo catalán. Algo pero que inició el procesismo apenas después del 1 y 3 de octubre de 2017, temerosos de haber llegado mucho más lejos del que habrían querido.
BONUS
El 20 de agosto la selección española de fútbol femenino gana el Mundial. Un éxito efímero, embarrado por la conducta machista y misógina del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales. El “pico” forzado de Rubiales a la jugadora Jenni Hermoso, transmitido en vivo y en directo, no fue solo eso, fue solo
la punta del iceberg de años de maltrato y acoso laboral y sexual que sufren las jugadoras en la RFEF. Puso al descubierto años de lucha de las futbolistas por sus demandas, así como de otras que han tenido que renunciar a sus objetivos deportivos para mantenerse en pie de guerra. La masiva reacción de repudio y las manifestaciones de mujeres en todo el Estado, que terminó con la dimisión de Rubiales, fue la expresión de un fuerte grito que resonó en todo el mundo: "se acabó". |