“Estoy lleno de bronca” dice un comerciante. Y con memoria de almacenero relata los aumentos que fue haciendo la empresa Arcor en las últimas semanas. 30% fideos, 40% golosinas, y así. “Pero cuando uno pensó bueno, con estos aumentos ya está, el 2 de enero vuelven a aumentar”.
Otros comerciantes y consumidores subieron otras imágenes. Como aquel que denuncia un 60% de aumentos y liquida los productos de Arcor porque no los venderá más.
Lo cierto es que la empresa del Grupo Pagani es la alimenticia más grande del país. Exporta el 30% de su producción y el 70% lo vende en el país. A pesar de la crisis, remarcó sus precios dos veces solo en un mes. El resultado es simple: mientras sus ganancias se multiplicaron, cientos de miles de familias tienen que gastar cada vez más en alimentarse.
Según el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), los productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) aumentaron un 48,48 % en diciembre de 2023, mientras que el alza interanual fue del 323 %.
Del otro lado de la góndola, hace poco mostramos que Arcor ganó más de 35 mil millones de pesos en los primeros 11 meses de 2023. Gracias a esas remarcaciones y ganancias, el 26 de septiembre repartió $14.490 millones a sus accionistas. Así lo comunicó a la Comisión Nacional de Valores la firma controlada por la familia Pagani.
O sea que plata hay: se la llevan las formadoras de precios, los dueños del país, los amigos de Milei y Macri (pero que ganaron fortunas con Massa).
Hay que enfrentar la carestía de la vida. Exigir aumento de emergencia de salarios, planes y jubilaciones, pero además imponer el congelamiento de precios y la apertura de los libros contables de las empresas formadoras de precios. El paro general del 24 tiene que estar al servicio de esa pelea. | 
