En todo el país, año tras año, las y los profesores somos considerados como profesionales desechables. Sufrimos de despidos para que no podamos acumular años de servicio, o como represalias políticas frente a movilizaciones y reclamos justos.
Tal es el caso de los profesores de Atacama, que se tomaron el día de ayer las dependencias de los Servicios Locales de Educación de Atacama denunciando despidos por movilizarse.
Es lo que se denuncia en la comuna de Ñuñoa: mientras los profesores denuncian represalias políticas a sus movilizaciones, la alcaldesa Emilia Ríos justifica los despidos acusando sobredotación de profesionales en el Liceo 7, el Liceo Augusto D’halmar y el Liceo Carmela Silva Donoso. Dice que: “Esos ajustes hay que hacerlos por un tema de justicia educacional: no puede haber en una comuna tres establecimientos que en el fondo vayan acaparando los recursos que son para toda la comuna”. Pero es incomprensible justificar sus medidas en la sobredotación cuando los despidos llegaron a más del 72% en algunos liceos. No realizó un ajuste, los desmanteló.
Cada fin de año vivimos el miedo de la inestabilidad laboral y de no saber si podremos seguir llevando el alimento a nuestras casas. Nuestros sueldos están muy por debajo de la labor que realizamos, de la doble jornada laboral, de las clases en el colegio y la planificación en el hogar.
La derecha y la Ex Concertación, y ahora el Frente Amplio y el Partido Comunista han ejercido despidos, sumándose a una dinámica que agobia a los profesores, frena la continuidad educativa de los estudiantes, y también replica recetas neoliberales donde los ajustes presupuestarios siempre los pagan las y los trabajadores, pasando por encima de las comunidades.
La derecha hipócrita, los mismos que siempre han responsabilizado a los profesores de la crisis educativa, se cuelga de esta situación para imponer un discurso que vuelva a valorar la municipalización de la educación, a la vez que frene la política de los SLEP de Bachelet y que sigue implementando este gobierno.
Pero sabemos que la solución no es volver a la municipalización, es fortalecer la educación pública peleando por un sistema nacional financiado totalmente por el Estado en base a aportes basales directos, gratuito, que cubra todas las necesidades educativas y administrado por sus comunidades. El Frente Amplio renunció a este objetivo al impulsar activamente los despidos en su comuna emblemática.
A las movilizaciones contra los despidos se suman las movilizaciones de INTEGRA y JUNJI por que se respeten los derechos adquiridos y lo estipulado en la Ley de Reajuste 21.647. Levantemos un gran frente educativo, impulsemos la coordinación transversal del sector educativo que sea convocada por Colegio de Profesores, organizaciones sindicales de JUNJI y Fundación Integra, centros de estudiantes y apoderados. No basta con hacer presencia en las movilizaciones convocadas, hay que levantar un Encuentro Educativo, preparándolo con asambleas en todos los colegios, jardines y universidades para enfrentar los ajustes del gobierno y retomar la lucha por la educación gratuita, de calidad, laica y no sexista.
La lucha de las y los docentes de Ñuñoa acaparó la atención de todos. Un triunfo de los trabajadores entregaría un mensaje a todo Chile y ayudaría a fortalecer la pelea por la reincorporación en otras comunas del país. Por lo que se requiere un plan de lucha claro y la solidaridad activa de todos los sectores.
Este próximo lunes 8 de enero a las 17.00 hrs. te invitamos a organizarnos y discutir cómo enfrentar los ataques, en un encuentro abierto en “Casa Marx”, dirección Verdi 112, en la comuna de San Joaquín, para coordinarnos y compartir experiencias de distintas comunas y trabajadores de la educación que hoy estamos enfrentando despidos.
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