Fotografía: Reuters
Se trata de correos electrónicos enviados entre 2005 y 2010, invitaciones de almuerzo, pedidos de encuentros y la actuación del jefe de la República en nombre de la constructora en países como Venezuela, Perú, Angola y al interior del mismo gobierno.
En un e-mail Odebrecht y dos ejecutivos de la empresa, Mark Wilson y Luiz Antonio Mameri, conversan con el entonces ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Miguel Jorge. “Miguel Jorge afirma que estuvo con los presidentes (de Brasil y Namíbia) y que ’PR hizo lobby’, en probable referencia al presidente Lula”, según registran los análisis previos hechos por la Policía Federal (PF).
El proyecto en cuestión, descripto en el e-mail, es el de una central hidroeléctrica, la Binacional Baynes, que involucraba un consorcio brasileño formado por Odebrecht con Engevix - dos constructoras acusadas por corrupción en la Operación Lava Jato - y las estatales Eletrobrás y Furnas, junto con Namíbia y Angola. Una inversión de US$ 800 millones.
Los mensajes revelan que el canal de diálogo permanente entre Lula y Marcelo Odebrecht se realizó a través del empresario Alexandrino Alencar, quien al igual que Odebrecht fue arrestado a partir de la Operación Lava-Jato. Según la PF, el contacto de Alencar en el gobierno era con Gilberto Carvalho, ex jefe de gabinete de Lula, considerado su brazo derecho. En los e-mails, Gilberto Carvalho era tratado como el “seminarista” en referencia a su profunda relación con sectores de la Iglesia Católica.
En 2007, Odebrecht recurre al “seminarista” para resolver un problema de la constructora con uno de los ministros de gobierno de Lula. Marcelo le pide a Alexandrino que contacte al “seminarista” para tratar sobre una subasta en la que la empresa participaba cuestionando la postura del entonces Ministro de Minas y Energía, Nelson Hubner.
Entre los e-mails interceptados en la sede de la empresa por la Policía Federal en el transcurso de la Operación Lava-Jato, hay mensajes que sugieren que el presidente de la mayor constructora del país quería que la presidenta Dilma Rousseff (PT) hiciera lobby para la empresa en República Dominicana. La correspondencia electrónica se refiere al encuentro de Dilma con el presidente dominicano electo Danilo Medina el 9 de julio de 2012.
Por e-mail, Miguel Jorge trató de aclarar la situación afirmando que “en casi todos los viajes del presidente, hubo reuniones con empresas, a pesar de que ellas no viajaran con él - pero siempre hubo una reunión pública y abierta, en que hablaban PR y los ministros de Relaciones Exteriores o de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior o de Agricultura (en estas dos regiones había un gran interés por el trabajo de investigación de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria). En las reuniones de PR con otros presidentes, de las cuales participé, no hubo presencia de empresas”.
Odebrecht ya informó en un comunicado que “aclara que los extractos de los mensajes electrónicos divulgados registran sólo una actuación institucional legítima y natural de la empresa y su participación en los debates de proyectos estratégicos para el país...”.
El reciente caso de corrupción en Petrobras, el más grande jamás descubierto en el país y uno de los mayores del mundo, deja en evidencia la relación de completo control y la influencia que los grandes empresarios ejercen sobre los políticos que gobiernan el Estado. No por acaso, Odebrecht fue justamente una de las empresas que más ha donado a las campañas electorales del PT desde que asumió el gobierno.
A pesar de que la oposición de derecha quiere utilizar estos e-mails filtrados para tratar de erosionar aún más al PT, todos saben que Aécio Neves y el PSDB también contó con “apoyo” financiero de Odebrecht durante las elecciones. Como hemos venido denunciando en otros artículos, el PT, el PSDB, el PMDB y todos los partidos burgueses actúan en beneficio de los intereses de los grandes empresarios. Los lobbys, considerados legales o no, y la corrupción son la norma en las relaciones políticas en el capitalismo en todo el mundo.
Los grandes medios de comunicación, también financiados por empresarios, ya no lo mencionan pero ¿quién no recuerda los lujosos viajes a París del ex gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral (PMDB), junto a su gran amigo empresario Cavendish? ¿O la relación personal entre Eike Baptista, Lula y Dilma? ¿O la relación del PSDB de San Pablo con las multinacionales en el caso del cartel del subte de la ciudad? |