En pocas semanas, Javier Milei y sus ministros anunciaron una enorme cantidad de medidas que buscan avanzar con un shock de ajuste, represión y privatizaciones. Como un rey, quiere dar vuelta todo el país por decreto a favor de los ricos del país.
Cada vez son más las asambleas barriales que se van sumando desde los distintos barrios de CABA. Vecinos y vecinas que se encuentran para definir los pasos hacia el paro general del 24 de enero, un paro que se le arrancó a los dirigentes sindicales entre marchas y cacerolazos. Una próxima parada para golpear juntos y demostrar la fuerza desplegada que tienen los trabajadores cuando se unen contra los planes de los poderosos.
Esto también se hará sentir en el corredor norte de CABA. Si se paran los aviones, los trenes, el puerto, junto a los vecinos de la Villa 31, puede ser una fuerza imparable que tire abajo el DNU. Sumado a la fuerza de trabajadores y trabajadoras en todo el país.
En la Villa 31, la bronca se mastica desde abajo. No desde ahora, sino desde hace muchos años con los gobiernos que prometen urbanizar, pero terminan beneficiando a los negocios inmobiliarios. Jorge Macri va en esa línea, acaba de despedir a cientos de trabajadores del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) de programas importantísimos, como la urbanización de los barrios, programas de adicciones y niñez.
Mientras Jorge Macri se iba a Punta del Este en avión privado a pasar las fiestas, los vecinos y las vecinas de la 31 decían lo siguiente:
“Estas últimas semanas fueron estresantes por el cambio de precio. La mercadería cambia de precio y no te alcanza para reponer, desde proveedores a cambio de precios. Muchos mayoristas cerraron y yo quedé en la nebulosa. La Manaos que costaba 500 pesos en menos de dos semanas está 1200”. Decía una comerciante, que, además es profesora.
En cuanto al paro general, nos decía: “Y si es general, sí hay que hacerlo, el tema son los referentes sindicales. Hay muchos que dejan mucho que desear, pero también sé que hay muchas organizaciones más chicas que sí van. Y van por una lucha. En el barrio mismo se ve lo que es el movimiento sindical y también dejan mucho que desear, no pelean cuando deberían pelear. Yo apoyo las movilizaciones cuando estamos juntos, no cuando estamos divididos, la unión hace la fuerza”.
Conversamos con Pepa, de una organización opositora al gobierno anterior y al actual. Entre anuncios de aumento del precio de la garrafa y alimentos, ésto nos decía sobre los comedores populares: “Con este nuevo gobierno nos va a ir peor, no es solo Massa el que hizo subir las cosas, también Javier Milei. En los comedores que daban a 100 ó 200 personas, ahora dan a 40 personas. Y hay que intercalar los que lleven una porción a la noche, y otra al medio día”.
Ante la falta de alimentos, denuncia que reflejó la organización Barrios de Pie frente al hotel del amigo magnate de Milei, Eduardo Elztain, Pepa nos decía: “Estamos mal, ya no recibimos ni un cuarto de yerba, hacemos merienda a los chicos de nuestra propia plata. Lo que tenemos que hacer es luchar contra ellos, y si no luchamos van a hacer lo que ellos quieren. Si el pueblo se opone, no van a hacer lo que ellos quieren. Ahora asumió Jorge Macri y dijeron que iba a haber un cambio, pero el cambio es para peor para los trabajadores".
En la escuelita de clases de apoyo en la nueva Casa cultural socialista de la agrupación de Myriam Bregman y Alejandrina Barry “Pan y Rosas”, Loly una de las profesoras, fue despedida por el gobierno de Jorge Macri después de 7 años en el programa de adicciones, un lugar fundamental que ayuda a personas en recuperación.
Ella se está organizando con más de 100 despedidos y despedidas de toda la Ciudad de Buenos Aires. Con sus compañeras y compañeros despedidos, van a las asambleas barriales a buscar solidaridad, y son cada vez más los trabajadores y trabajadoras que se suman.
Ya se está conformando con más de 100 organizaciones una columna independiente el 24 de enero. Las asambleas y organizaciones sociales, ocupados, precarizados, los pibes y pibas que hacen delivery, los y las que dejan todo en las canchitas y potreros, las mujeres que sostienen los comedores, tienen que estar al frente de esta pelea siendo parte de esta columna.
La Villa 31 es uno de los barrios de CABA reconocidos por su tradición combativa que consiguió cada uno de sus reclamos por unirse con otros trabajadores. Ejemplos recientes como la extoma “Fuerza de mujeres”, el hotelito, bajo autopista o el corte de vecinos por la aparición de Mara lo demuestran.
Es de suma importancia conformar una asamblea de vecinos de la Villa 31, con libertad de opinión, para decidir cómo enfrentar el plan de guerra de Milei y los empresarios. Sacar las ollas, el fratacho, el martillo, las bicis de Rappi, el guardapolvo a las calles.
Desde La izquierda diario y la Casa cultural socialista ponemos a disposición los medios para que así sea. | 
