El ministro de Economía, Luis Caputo, y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, recibieron este lunes al equipo del FMI liderado por Luis Cubeddu y Ashvin Ahuja que arribó el pasado viernes al país. Entre los temas tratados estuvieron la acumulación de reservas y la gestión del tipo de cambio, ejes centrales de los incumplimientos del acuerdo firmado con el organismo internacional.
El objetivo del Gobierno es obtener los “waiver” (“perdones”) por el fracaso de Sergio Massa al intentar acatar las exigencias del Fondo y así lograr que vuelvan a ingresar los desembolsos periódicos que estaban pactados con el Fondo Monetario. El Estado viene de incumplir las distintas metas planteadas en el acuerdo reformulado en la negociación realizada por Martín Guzmán, tanto en lo que se refiere a la acumulación de reservas como al desequilibrio fiscal.
El presidente repite una y otra vez que el plan del Gobierno consiste en llevar adelante un programa de ajuste fiscal más severo que el propuesto por el FMI, ya que plantea lograr en el curso de este año el equilibrio no sólo primario (antes del pago de intereses) sino también financiero. El Banco Central ya había afirmado en un documento, que la intención del gobierno es pedir una dispensa (waiver) por los "incumplimientos" y adecuar las metas para "despejar la incertidumbre en torno a los desembolsos pactados con vistas a atender los futuros vencimientos de capital".
Inmediatamente después del resultado ganador del balotaje para Milei, la titular del FMI, Kristalina Georgieva, manifestó su apoyo al referente de La Libertad Avanza y tras los anuncios de Luis Caputo sobre una fuerte devaluación llevando el dólar oficial a $ 800 y un brutal ajuste, el Fondo también celebró las medidas ajustadoras. Sin embargo, desde Washington todavía desconfían de la capacidad de la nueva gestión para tener éxito con sus medidas neoliberales.
Los funcionarios del Fondo no son los únicos que dudan, los llamados mercados que reflejan las expectativas de los grandes capitalistas empezaron a dar malas señales claras para el gobierno este lunes. El dólar contado con liquidación trepó $60,22 (+5,3%) hasta los $ 1.200 su nuevo récord nominal al cierre. En tanto, el dólar MEP aumentó $36,69 (+3,3%) hasta los $ 1.140. Los bonos en dólares volvieron a la senda negativa, por lo que el riesgo país volvió a cruzar la barrera de los 2.000 puntos. Parece haberle durado apenas un mes la tranquilidad financiera a Caputo y los profundos problemas de la economía argentina vuelven a asomar.
La necesidad de llegar a un nuevo acuerdo con los dirigos por Kristalina Georgieva es urgente para el Gobierno. El Estado debe afrontar la cancelación de deuda con el FMI por US$ 1.915 millones en enero, US$ 763 millones en febrero y otros US$ 1.915 millones en abril. La devaluación, el DNU y la ley ómnibus son un duro ataque contra los trabajadores, los jubilados y sus familias, pero para conseguir la confianza de los grandes empresarios y el capital internacional Milei y Caputo se preparan para seguir profundizando el ajuste.
El acuerdo firmado con el FMI implica la dependencia del país a los interéses de Estados Unidos y otros países dominantes, seguir pagando una deuda externa fraudulenta desde su origen y aplicando recetas económicas que siempre han llevado a la Argentina a crisis desgarradoras. Las consecuencias están a la vista: aumento de la pobreza y una inflación imparable.
La izquierda se está organizando para enfrentar estos planes. Hacer que el paro general del 24 de este mes tenga un carácter activo y combativo, puede ser un paso clave en lograr poner en pie una contraofensiva contra los ataques del Gobierno y el Fondo Monetario. |