En Mar del Plata, decenas de miles de trabajadoras, estudiantes, amas de casa de todo el país, el 10, 11 y 12 de octubre haremos nuestro XXX Encuentro Nacional de mujeres. Treinta años en los que a pesar de los gobiernos de turno –hostiles a nuestros reclamos- y de los sectores fundamentalistas y reaccionarios de la Iglesia que han intentado impedir nuestros debates, seguimos haciendo los encuentros. Entrevistamos a Andrea D’Atri, quien encabeza la lista de diputados al Parlasur del Frente de Izquierda y es una de las fundadoras de la agrupación de mujeres Pan y Rosas. |
¿Cuál es el marco en el que se desarrollará el XXX Encuentro Nacional de Mujeres?
Este año, el Encuentro tiene la particularidad de estar cruzado por las elecciones presidenciales con las que culminará su mandato Cristina Kirchner, abriendo paso a una sucesión derechista, ya sea de Scioli, Macri o Massa, todos candidatos de un mismo régimen de ajuste e impunidad, que se disputan el gerenciamiento de los negocios de los capitalistas. Pero también este año, las mujeres fuimos protagonistas de una multitudinaria movilización que expresó la bronca y el hartazgo con los femicidios y la violencia machista, en todo el país. Tenemos que proponernos que esa fuerza de las mujeres se abra paso en el Encuentro y se transforme en organización para la lucha por todos nuestros derechos.
Cada
30
horas muere
una mujer por
la violencia
machista.
¿Qué respuesta tuvo, por parte de las instituciones, esa fuerza que se manifestó el 3 de junio?
Ninguna, lo cual es lógico, porque el Estado y sus instituciones son responsables de legitimar, reproducir y sostener esa violencia contra las mujeres cotidianamente. Pan y Rosas planteó claramente, en esa oportunidad, que la violencia femicida es el último eslabón de una larga cadena de violencias de las que son responsables los gobiernos, la justicia e incluso también la Iglesia. Además de los capitalistas, responsables de la superexplotación de las mujeres con trabajos precarios, desigualdad salarial, enfermedades laborales provocadas por los ritmos de producción; todo lo cual aumentará cuando el próximo gobierno imponga devaluación, ajuste, aumento de tarifas, intentando que sea la clase trabajadora la que pague la crisis y donde las mujeres llevaremos la peor parte.
300
mujeres por año
mueren por las
consecuencias
de abortos
clandestinos.
¿Cuál fue la participación de Pan y Rosas y el PTS en el Frente de Izquierda en aquella oportunidad?
Nuestro reclamo expresó lo que el gobierno kirchnerista y la oposición de Macri y Massa quisieron silenciar: que además de una mujer asesinada cada 30 horas por la violencia machista, en Argentina muere una mujer por día por las consecuencias de los abortos inseguros de los cuales todos ellos son responsables. Hemos visto cómo las diputadas y diputados del Frente para la Victoria han pactado con el macrismo para impedir que se debata en el Congreso la legalización del aborto. En más de una oportunidad, la propia presidenta ordenó a su bloque que no se diera quórum. Y así estamos, desde hace diez años, presentando un proyecto de ley que siempre es cajoneado por la acción deliberada del kirchnerismo, avalada por la oposición y bendecida por Bergoglio. Pero la responsabilidad del Estado en este monstruoso femicidio con el que 3 mil mujeres perdieron la vida en la última década, no acaba allí. En Argentina, se calcula que desaparecieron más de 3200 mujeres y niñas entre 1990 y 2013, según un informe del Ministerio Público Fiscal. La complicidad de funcionarios políticos, judiciales y altos mandos de las fuerzas represivas del Estado en la expansión, actividad e impunidad con la que operan las redes de trata y prostitución muestran el entramado de un régimen político putrefacto.
3200
mujeres
y niñas
desaparecieron
entre 1990
y 2013.
¿Qué proponen entonces, para avanzar en la lucha por todos los derechos de las mujeres trabajadoras, contra la violencia machista y por el derecho al aborto?
Creemos necesario hacer un balance de a dónde ha conducido el kirchnerismo la lucha de las mujeres por nuestros derechos; un callejón sin salida –como siempre lo advirtió Pan y Rosas- para la lucha por el derecho al aborto, que provocó la desmovilización y desencanto de cientos de mujeres que pusieron el cuerpo, que pelearon en las calles durante años y que tuvieron, en algún momento, expectativas en este gobierno. Estamos convencidas de que, más que nunca, frente a las perspectivas de mayor ajuste, es necesario fortalecer a una izquierda que se plante y que exprese la voz de las mujeres, la clase trabajadora y la juventud, al tiempo que ponga el cuerpo en nuestras luchas en las calles. Por eso llamamos a las mujeres a votar las listas del Frente de Izquierda en todo el país, cuya fórmula presidencial está integrada por los diputados Nicolás del Caño y Myriam Bregman, conmigo encabezando la lista de diputados al Parlasur y centenares de destacadas compañeras en todo el país, como la actual senadora mendocina Noelia Barbeito, que encabeza la lista de diputados nacionales de esa provincia. Una fuerte votación a la izquierda en estas elecciones sería un claro mensaje de que no les será tan fácil pisotear nuestros derechos, imponernos sus planes de ajuste, sin resistencia. Pan y Rosas en el Frente de Izquierda se propone seguir impulsando la organización de un fuerte movimiento de mujeres en lucha por sus derechos, independiente de los partidos que defienden los intereses patronales y que tenga la ambición de llegar a centenares de miles de mujeres en todos los lugares de trabajo y estudio, en los vecindarios de todas las ciudades del país. |