A pocos días de asumir como presidente, el ultraderechista Milei inició un brutal ataque contra los sueldos y los derechos de millones de familias trabajadoras trasandinas. Utilizando la facultad del Poder Ejecutivo para imponer un Decreto con Necesidad de Urgencia (DNU) y pretenden cambiar en lo inmediato, sin casi debate parlamentario, más de 400 leyes en total, que implican derechos elementales de las y los trabajadores (horas extras, indemnizaciones, derecho de huelga) y del pueblo en general (aumentos de tarifas, ningún control de precios, más privatizaciones, ningún límite al extractivismo y la extranjerización de tierras, liberación de alquileres, etc.). Buscan montar un estado policial para impedir las protestas. Para colmo, quieren que el Congreso les vote “delegación de poderes” por 4 años para gobernar como dictadores.
El resultado inmediato de su plan encareció sustancialmente el costo de la vida para millones de familias obreras y populares, que después de años de hundirse en la pobreza por las administraciones de gobiernos serviles al Fondo Monetario Internacional y las multinacionales, hoy ven caer aún más sus sueldos y pensiones.
Es por esto, que el sindicato de trabajadores de Starbucks en Chile atendió al llamado a la convocatoria de Acción Global Feminista en solidaridad con el pueblo argentino.
|