A pesar de no haber recibido aún el desembolso de los 4700 millones de dólares del FMI que implicaba el nuevo acuerdo de Caputo con el FMI, el gobierno confirmó que mantiene su plan de ajuste acordado con el organismo después de los cambios en la Ley Ómnibus. Éstos serían principalmente la baja de retenciones a economías regionales, el cambio en la movilidad jubilatoria y la quita de YPF de la lista de empresas públicas sujetas a la privatización. Los retoques que modifican 100 artículos en la Ley Ómnibus, no cambian el impacto fiscal.
La "rosca" con los gobernadores obligó al gobierno a retroceder con el aumento del 0% al 15% de retenciones a las economías regionales, y de eliminar la facultad del Ejecutivo de subir los derechos de exportación. Las retenciones a la carne y pesca, como también cereales y oleaginosas se mantendría el proyecto original del oficialismo. La pérdida de recaudación por baja de retenciones se compensa con una fuerte reducción del gasto con el cambio de la movilidad previsional.
Los jubilados perderán alrededor del 25% en solo tres meses con el cambio de movilidad. Al Estado le implicaría un “ahorro” de 0,9% del PBI que saldría de ajustar el gasto en jubilaciones. Esta suma representa más del doble de lo que había previsto Caputo en diciembre en su plan para llegar al déficit cero. Un robo a jubilados y pensionados que ronda los 4.000 millones de dólares.
Además, la Ley ómnibus incorpora la liquidación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) para hacer caja y hacerse de dólares, que contaría con el apoyo de los gobernadores a cambio de la condonación de las deudas provinciales y el pago de las obligaciones previsionales de las 13 cajas provinciales que no fueron transferidas a la Anses.
Otro punto, que se planteará en un proyecto aparte de la Ley Ómnibus, es la vuelta del Impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría, que como diputado Milei había votado en contra de éste gravamen. Volverán a pagar 800.000 trabajadores, lxs trabajadorxs que sus salarios superan los $1.350.000, mientras que por otro lado hay una rebaja a Bienes Personales que llegaría a sólo el 0,25% para 2027.
En cuanto a las retenciones el Gobierno mantuvo el resto de la suba de impuestos al grueso de las exportaciones, un incremento de los derechos de exportación para la harina y aceite de soja, desde 31% a 33%, y el aumento al 15% de la alícuota general para el grueso de las exportaciones de bienes industriales. Este punto es importante para el gobierno, ya que las retenciones no son coparticipables e ingresan al Tesoro.
El gobierno acordó un ajuste con el FMI mayor incluso al que el organismo exigía, para obtener un superávit primario (antes del pago de servicios de deuda) de 2% del PBI en 2024. Se trata de uno de los ajustes fiscales más fuertes de la historia. El acuerdo que teje el gobierno con la “oposición dialoguista” implica la complicidad de éstos para garantizar los planes de austeridad del Fondo que hambrea a millones de trabajadores.
Este 24 de enero, el paro y movilización de las y los trabajadores buscará tirar abajo el DNU y la Ley Ómnibus. Desde la izquierda peleamos por un verdadero plan de lucha con la unidad de ocupados y desocupados, del movimientos de mujeres, de estudiantes y movimientos ambientales, de las incipientes asambleas barriales para enfrentar y voltear los planes del gobierno y el Fondo Monetario Internacional. | 
