A lo largo del martes, la tensión entre Osvaldo Jaldo y la CGT escaló hasta el punto de la primera ruptura. Primero, la regional tucumana de la central sindical publicó una solicitada reclamando a los diputados jaldistas del bloque “Independencia” que den marcha atrás con su apoyo a la Ley Ómnibus. En el texto se advierte que los diputados deben representar al pueblo tucumano, no a los intereses de Jaldo. Como consecuencia, a las horas se conoció la salida de César Torres, dirigente de Camioneros y de la CGT local, de la Secretaría de Trabajo.
La versión del gobierno es que Jaldo echó a Torres para evitar “la politización” de la Secretaría mientras que el dirigente cegetista afirma que él le comunicó al gobernador el abandono su cargo. En una entrevista en Ámbito Financiero, Torres relató que le había adelantado al mandatario que consultaría con Hugo y Pablo Moyano su permanencia y que como respuesta solo se le señaló que comunique su decisión. “Me llamó la atención que Jaldo dijera que me habían echado; esperaba otra cosa de él”, agregó.
“No vamos a ser sujetos de aprietes, vengan de donde vengan”, respondió Jaldo. Desde el gobierno se difundió el decreto donde se daban por finalizadas las funciones de Torres en la Secretaría de Trabajo. La misma suerte corrieron el subsecretario del área, Luis Barrionuevo, y el director provincial de Trabajo, Hugo Veneziano. También se definió que Luis González, dirigente de la FOTIA, será el nuevo Secretario y será secundado por Rufino Gerez, otro dirigente del sindicalismo azucarero.
Durante las últimas paritarias azucareras, en mayo de 2023, la FOTIA tuvo que hacer un paro por presión de las bases y González boicoteó la medida en su rol de secretario del ingenio La Florida. El dirigente había iniciado negociaciones paralelas con el grupo Los Balcanes de los Rocchia Ferro. Por esa actitud, un plenario de la FOTIA amenazó con expulsarlo.
La llegada de González a la Secretaría de Trabajo retoma el lugar tradicional que tuvo la FOTIA durante el gobierno de Manzur, cuando Andrés “Puchero” Galván y Roberto Palina fueron titulares del área. Esta vez, encuentra a la conducción de la FOTIA detrás del lobby de los grupos como Rocchia Ferro, Luque y Budeguer frente a la Ley Ómnibus. La federación azucarera se manifestó a través de una solicitada a favor del reclamo patronal contra la derogación de la Ley del Azúcar y por un mayor porcentaje en el bioetanol.
En otro plano, en este cruce también juega un papel la cercanía de dirigentes de la CGT a Juan Manzur, quien como senador puede esbozar una línea interna en la interna del peronismo tucumano. A su vez, la oposición de la central sindical a la Ley Ómnibus sigue sin plasmarse en una nueva medida de fuerza como continuidad al paro del 24 de enero. Como reclaman los sectores que se movilizaron este miércoles, es necesario y urgente que la CGT y la CTA convoquen a un nuevo paro nacional, en camino hasta la huelga general que derrote los planes de ajuste.
|