Hemos visto en distintos medios de comunicación las imágenes brutales que han dejado estos incendios devastadores, con mucha desesperación para las familias y sus animales que huyen de sus hogares y otras que no tuvieron la posibilidad de huir siendo alcanzadas por las llamas.
Pero lo que no se muestra o se cubre muy poco, es el gran negocio que realizan las inmobiliarias con proyectos de carreteras que justamente pasarían por donde se ha quemado, de las cuales surgen diversas teorías de la responsabilidad empresarial de las inmobiliarias, que no son nuevas porque cada año ocurren incendios con consecuencias terribles para la población trabajadora y de sectores populares.
Aún conociendo estos antecedentes, por las características geográficas y climáticas de la región y los incendios que en muchos casos son intencionales, ni el gobierno de Boric ni los anteriores han buscado hacerse cargo realmente de estas catástrofes de manera preventiva con un plan que evite este tipo de situaciones, financiados con recursos reales inyectados directamente del Estado. Lamentablemente una vez más vemos que se privilegian las ganancias de los empresarios por sobre las necesidades de la población.
Otra muestra de esto, es la desidia con la que actúan grandes empresarios como Paulmann, que con sus empresas de Cencosud (Jumbo y Easy), hicieron que las y los trabajadores fueran a trabajar con incendios incluidos, en Viña del Mar los malls pretendían abrir, con una irresponsabilidad tremenda con la vida de las personas. Hay un número importante de trabajadores que debe movilizarse desde el interior (Quilpué, Villa Alemana) y para entrar a Valparaíso deben pasar si o si por las zonas afectadas con riesgo de quedar atrapados entre las llamas. Es más, no tienen asegurado transporte para regresar ya que las micros dejan de pasar a las 18 hs. Llenándose Viña del Mar de trabajadores que no pudieron regresar a sus casas porque el transporte público tampoco se podía arriesgar a pasar por las zonas afectadas.
Realmente a estos grandes empresarios no les importa la vida de sus trabajadores, solo favorecen sus ganancias a costa de la explotación sin escrúpulos ni interés por ningún tipo de vida, ni humana ni de los animales y menos del medio ambiente.
La medida que tomó el gobierno de Boric fue decretar toque de queda y estado de excepción que solo militariza la zona y se obtiene un mayor control por su parte, pero no va a resolver este problema ni favorecer a la población que es afectada cada año. Son diversas iniciativas independientes que se han generado de ayuda popular las que en muchos casos resultan más efectivas para los momentos de crisis, desde aquí la casa cultural Marx en Santiago, están juntando acopio así como otros grupos sociales y culturales.
Es urgente decir NO más desidia empresarial, las vidas de los trabajadores y sus familias valen más que las ganancias de grandes empresarios del comercio y otros sectores.
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