Tras una semana de crisis política, represión y resistencia alrededor del tratamiento en Diputados del proyecto de Ley Ómnibus impulsado por Javier Milei, el saldo de heridos (más de 150) y detenidos (una treintena entre el miércoles y el viernes) da muestra de la brutalidad del gobierno nacional al momento de intentar frenar la movilización social que repudia sus políticas de hambre, saqueo y mayor inflación.
Uno de los heridos de mayor gravedad durante las jornadas de la semana pasada es el abogado Matías Aufieri, referente del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos ( CeProDH ), quien en el anochecer del jueves recibió un impacto directo de bala de goma en su ojo izquierdo, mientras cumplía tareas de relevamiento de personas heridas y/o detenidas. Él estaba sobre la Plaza Congreso y fue uno de los que sufrió la arremetida brutal del Cuerpo de Policía Motorizada de la Policía Federal. Esa fuerza, al igual que Gendarmería y Prefectura, actuó bajo las órdenes directas de Patricia Bullrich.
Aufieri es, además, asesor parlamentario del Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad . Desde hace años comparte con Myriam Bregman militancia en el CeProDH , tomando causas y participando en juicios por crímenes de lesa humanidad cometidos en la última dictadura y por violaciones a derechos humanos y libertades democráticas cometidas durante los gobiernos constitucionales.
Durante la mañana de este lunes, mientras transita un período postoperatorio en el que se logró salvar su globo ocular, el doctor Aufieri dio una entrevista a Radio con Vos. Allí relató lo que le pasó, qué estaba haciendo al momento de recibir el balazo de goma y qué objetivos cree que tiene el descomunal operativo montado por el gobierno de La Libertad Avanza.
“Acá estoy, en recuperación, con un tratamiento lento, complejo e incierto por el momento. Hoy estoy sin visión del ojo izquierdo. Va para largo, va a demandar distintas operaciones”, dijo Aufieri respecto a su estado de salud, luego de una primera operación realizada el viernes por la mañana.
Sobre cómo se dieron los hechos que derivaron en el impacto en su ojo, el abogado hizo primero una definición: “De conjunto lo que se vio es prácticamente el montaje de un ‘coto de caza’ por parte del operativo de seguridad de Patricia Bullrich”. Y lo graficó con lo que él mismo presenció el jueves apenas llegó a la plaza. “Fui testigo de cómo un grupo de decenas de militantes de la juventud radical estaba siendo echado por la Policía de Avenida Rivadavia, que ya estaba cortada por el propio operativo. Estaban entre el cordón de la vereda y la calle ya cortada. Eso ya daba la pauta del ánimo represivo y la tensión que se vivía”.
Luego se acercó al grueso de la manifestación que estaba en la Plaza Congreso y en la vereda enfrente, por Rivadavia. “Íbamos a relevar lo que estábamos viendo, en contacto con los diputados que estaban adentro, que fueron dando cuenta de lo que le fuimos comunicando. Éramos de distintas organizaciones de derechos humanos, además de que yo mismo soy asesor de la bancada de Bregman, Del Caño, Castillo y Vilca”. Además del CeProDH , entre otras organizaciones estaba la Comisión Provincial por la Memoria , integrante a su vez del Comité Nacional para la Prevención de la Tortura. Sandra Raggio, directora general de la CPM , también recibió balazos de goma en su cuerpo.
En el momento en que estaban relevando cómo empezaba a incrementarse la represión, Aufieri y demás defensores de los derechos humanos vieron una maniobra deliberada de Gendarmería, que “echaba de las veredas, con los escudos, al grueso de los manifestantes, de asambleas barriales. Querían encerrar a todos los manifestantes en la plaza previo a hacerlos bajar a la calle desde las veredas de enfrente”. Es decir, ni siquiera respetando el propio “protocolo” del que hace alarde Bullrich.
“Gendarmería bajaba a los manifestantes a escudazos, palazos y gases hacia la Avenida Rivadavia, para luego terminar empujándolo a la plaza y tenerlos encerrados ahí, casi para reprimirlos a discreción desde las calles laterales. Si alguien quería irse de ahí le era difícil. Yo quedé ahí, porque además no queríamos dejar de relevar lo que podía pasar en materia de detenidos y heridos”, detalla el abogado del CeProDH .
Ya en el atardecer del jueves, luego de “momentos de mayor o menor tensión”, cuando la manifestación era totalmente tranquila y “ni siquiera había algún corte de calle”, Aufieri estaba sobre la plazoleta de las paradas de colectivos que está frente al Congreso. “Ahí es cuando me impactaron; se ve en videos cuando un grupo de policías motorizados de la Federal, que estaba apostado en Entre Ríos e Hipólito Yrigoyen, empieza a ir y venir, girar en círculos y acercarse a las veredas disparando a discreción contra quienes estábamos en la plaza”.
Aufieri afirma que estos operativos se ajustan a “la arenga que venían haciendo (José Luis) Espert y muchos funcionarios de este gobierno, con la idea de ‘cárcel o bala’. No podemos permitir que la discusión la lleven a si alguien está pisando la calle o está arriba de la vereda. Está claro que es (una política de) antimovilización, más allá de cualquier corte. Porque además los cortes los terminan generando ellos mismos, muchísimo más de lo que genera la movilización”.
Sobre el marco en el que se dio esta represión, el letrado recordó que “en este caso se está discutiendo una ley que busca cambiar la estructura del país” y “es impensable que una movilización de miles de personas no afecte el tránsito de la calle que pasa por enfrente del Congreso. Pero, más allá de eso, las calles laterales, paralelas al Congreso, estaban todas cortadas por el propio operativo, donde no había manifestantes”.
El periodista Gustavo Grabia le preguntó a Aufieri si se acercó alguien del Gobierno, siquiera para solidarizarse por su situación. “No, en absoluto”, respondió el abogado. Y agregó que lo pudo percibir en los días siguientes “fue que Patricia Bullrich redobla la apuesta, como siempre; está con un discurso delirante de justificar todo lo actuado. Hasta le escuché hablar de la ‘proporcionalidad’ del operativo. Esto ya lo vimos en 2017 y, por eso, nuestro interés era relevar lo que iba a pasar”. Sobre todo, agregó, “cuando vemos que hay un curso autoritario a partir de este ‘protocolo’ que hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le hizo saber al Gobierno de la ilegalidad y los riesgos que ven”.
Desde el CeProDH vienen exigiendo “que intervenga el Poder Judicial, porque la Ciudad de Buenos Aires está casi ‘tomada’ por las fuerzas federales, donde ya se da por hecho que el ‘protocolo’ implica que las manifestaciones son un delito per sé, en flagrancia, y con eso intervienen las fuerzas de seguridad sin la orden de ningún juez. Y a partir de ahí, vale todo”, sentencia Aufieri.
Y destaca que “es abrumadora la presencia de las fuerzas federales en esas jornadas. Es difícil hacer mucha comparación entre esas fuerzas y la Policía de la Ciudad, porque las que vemos actuando responden especialmente a Bullrich, que parece adueñada de toda la situación”.
El abogado insiste en que “todo parece un montaje de Bullrich que va en consonancia con lo que está pasando adentro del recinto. Por eso nuestro interés en hacer el relevamiento e ir dando cuenta de lo que iba pasando afuera a los diputados de la banca del Frente de Izquierda . Como abogado de derechos humanos llevamos un montón de causas anteriores de represiones, de denuncias contra la propia Policía Federal. Todo da a pensar que Bullrich manda a avanzar o retroceder a la Policía de acuerdo a lo que va pasando en el recinto. Incluso tratar de desalojar de la plaza a todos los que damos cuenta de la represión. Se atacó especialmente a periodistas por dar cuenta de lo que pasaba”.
En síntesis, “parecería que el Gobierno está queriendo evitar la foto de las manifestaciones de los primeros días y los primeros anuncios, donde espontáneamente llegaban miles de vecinos caceroleando hasta la reja del Congreso. Es como que, para atemorizar al conjunto de la población, buscan mostrar la foto de esa plaza cercada, con gente que no puede entrar ni salir, siendo reprimida. Como para que no llegue más nadie a expresarse de la manera que sea, que en general es pacífica, con cacerolazos. En el horario en que empieza a llegar más gente a movilizarse de esa manera, las asambleas barriales, parecen querer mostrar este desastre. Buscan terminar con toda la movilización”, finalizó el abogado que espera una pronta recuperación de su visión. |