Al mediodía de este jueves, una fuerte lluvia se desató sobre la Ciudad de Buenos Aires y algunas zonas del conurbano bonaerense. Se estima que cayeron alrededor de 75 mm en un lapso menor a 30 minutos, causando una situación completamente caótica en el AMBA.
Producto de la inundación, se encuentra paralizado el servicio de las líneas de subte A, H y E. En tanto, la línea B presta servicio limitado entre las estaciones Juan Manuel de Rosas y Dorrego.
En la Ciudad de Buenos Aires, las zonas más afectadas por las inundaciones son los barrios de Palermo, Caballito, Boedo, Belgrano y el microcentro.
Además, hay cortes de energía en Constitución, Balvanera, Almagro, Boedo mismo y otras zonas. Según la información que registra el ENRE, se estiman en casi 90.000 los usuarios que no tienen servicio.
Eventos climáticos extremos que son previsibles en contexto de crisis climática
Si bien la magnitud de las precipitaciones es extrema (los 75mm que cayeron en media hora hoy contrastan con el promedio de los diez años anteriores según el registro de la Ciudad, que de 116,85 mm en... 9 para este mes), esto no quiere decir que la posibilidad de que ocurran eventos similares no sea previsible. Más bien lo contrario, en contexto de crisis climática por calentamiento global, la evidencia científica reunida por el Panel Científico Climático Internacional de la ONU (IPCC) en su último informe señala para la región (Sudeste de sudamérica) que:
"...la mayoría de las estaciones han registrado un aumento de las precipitaciones anuales, atribuible en gran medida a cambios en la estación cálida; Esta es una de las pocas subregiones donde se ha detectado una fuerte tendencia positiva en las precipitaciones y una intensificación significativa de las precipitaciones intensas desde principios del siglo XX (nivel de confianza alto)."
Al mismo tiempo, el IPCC señala que las consecuencias de estos fenómenos climáticos extremos recaen desigualmente sobre los sectores socioeconómicos más bajos y que los gobiernos y Estado deben volcar los recursos para la adaptación de las ciudades a estas nuevas condiciones extremas.
Al contrario, lejos de cualquier planificación, el transporte, la salud y la vivienda están puestos en función de las ganancias de diferentes sectores empresariales: el Subterráneo en manos del grupo Roggio (Sbase) sin ningún tipo de adaptación, con sus estaciones transformadas en cataratas; construcciones que se desplomaron poniendo en riesgo la vida de trabajadores y transeúntes; hospitales públicos -ya colapsados- completamente inundados; compañías eléctricas privatizadas que dejan decenas de miles de casas sin electricidad mientras cobras tarifas siderales, entre otros sectores.
Y no es solo la lluvia: hace poco más de un mes se vieron las consecuencias de otro fenómeno extremo asociado a la crisis climática como la crecida del río y la tormenta que azotó la Provincia y la ciudad en diciembre pasado.
A mismo tiempo, tanto el gobierno de Macri como el de Milei a nivel nacional siguen volcando los recursos del Estado a subsidiar la matriz de combustibles fósiles que producen Gases de Efecto Invernadero, y promover la desforestación y los cambios en los usos del suelo para beneficio del agronegocio y otros extractivismos.
Fuentes
Archivo GCBA
IPCC WGII | 
