Los últimos días estuvieron atravesados, entre otras cosas, por la bronca que generó el aumento del transporte. El martes pasado el boleto mínimo de colectivo aumentó a $270, es un nuevo tarifazo que se suma al incremento del 45% de enero y que pone en riesgo la cursada de decenas de miles de estudiantes. ¿Qué dijeron la Federación Universitaria de Argentina y la Federación Universitaria de Buenos Aires?

El nuevo aumento del 251% del transporte golpeó los bolsillos de las grandes mayorías y en particular de los estudiantes que tienen que movilizarse varias veces por día. Suponiendo un caso de un estudiante que se toma 2 colectivos y un tren para ir a cursar y/o a trabajar 5 días a la semana, el gasto estimado para un mes llegaría a $ 26.800, casi el 20% del total del salario mínimo. Con el resto el estudiante debe alimentarse, vestirse, pagar servicios, apuntes y el alquiler si no cuenta con casa propia.

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La Federación Universitaria de Argentina y la Federación Universitaria de Buenos Aires, conducidas por radicales y un sector del peronismo, sacaron en los últimos días comunicados por Instagram que exigen al Gobierno Nacional, correctamente, un boleto estudiantil. Una demanda histórica del movimiento estudiantil. Ahora bien, ¿cómo pretenden conquistar esta demanda urgente dos de las federaciones de centros de estudiantes más importantes del país? Por Instagram no alcanza.

La Franja Morada debería saber que existen las asambleas barriales, estudiantes autoconvocados, organizaciones de trabajadores en lucha, que estuvieron frente al Congreso y fueron parte de la derrota de la LO, ¿se enteraron? ¿o son parte del juego de los gobernadores radicales, peronistas y del PRO para ver a quién le cae el ajuste? Si no se dedican a defender a los estudiantes, deberían dedicarse a pasear a Conan.

En la asamblea que nuclea a centros de estudiantes de la Capital Federal, en la asamblea del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras de la UBA y en múltiples asambleas barriales se votó el salto coordinado de molinetes contra el aumento de la tarifa y exigiendo un boleto educativo. El sábado 17 de febrero se terminarán de definir los detalles de la convocatoria en la comisión estudiantil de Unidxs x la Cultura que nuclea a decenas de instituciones educativas. Ese es el camino que tiene que tomar el conjunto del movimiento estudiantil si quiere empezar ser un sujeto que intervenga en la realidad y no un expendedor de servicios de café y fotocopias para cada vez más pocos estudiantes.