Ariel Goyeneche tenía 38 años, era padre de una niña de doce y se dedicaba a vender libros de leyes de distintas editoriales. El pasado lunes 12, alrededor de las 5am, un vecino de la ciudad de Paraná llamó a la policía para denunciar que alguien se había subido al techo de su casa. Era Ariel, que se encontraba en ese momento en un estado que él definió ante los efectivos intervinientes como de “paranoia”. Cuando llegó la policía provincial, y ante el vecino que atestiguó la situación, Ariel se entregó sin resistencia, permitió que lo esposen y se subió al móvil policial.
Según sus familiares, Ariel lidiaba con consumos problemáticos y en esa circunstancia los efectivos policiales deberían haber actuado según los protocolos nacionales e internacionales que indican que se debe brindar atención médica a la persona. Pero en vez de llevarlo al hospital más cercano, lo trasladaron en carácter de demorado a una dependencia policial.
La investigación intenta reconstruir qué sucedió durante ese traslado que acabó con la muerte del detenido. La autopsia revela que murió por asfixia y existen videos tomados por vecinos que muestran a Ariel esposado y retenido contra el piso durante más de 30 minutos, con efectivos que colocan la rodilla en el torso, comprimiendo claramente el tórax. Se ven no menos de seis efectivos que van y vienen mientras se desarrolla esa situación y también se escuchan los gritos de Ariel, que pide ayuda. Al final, con la luz del día ya entrada, comienzan las maniobras de RCP viendo que Ariel Goyeneche ya no respiraba. Una vez finalizado ese procedimiento, llega la ambulancia. Se trata de un caso muy similar al de George Floyd en EEUU.
El jefe de la Policía de Entre Ríos, Claudio González, justificó el accionar policial aduciendo que mientras ocurría el traslado, el móvil se detuvo frente a un semáforo y el detenido comenzó a gritar "auxilio" a policías que se encontraban enfrente, así como a pegar patadas y romper el vidrio del patrullero. Entonces "fue contenido y sujetado, pero empieza a descompensarse”.
El fiscal a cargo de la causa, Santiago Alfieri, señala que minutos antes de ser retenido contra el piso, Ariel estaba en condiciones de correr y subir escaleras, por lo que la muerte por asfixia no puede explicarse por una condición respiratoria previa. Esto se verifica por otro video en el que se ve a Ariel corriendo hacia la dependencia policial, a la que se dirige esposado para pedir ayuda contra los efectivos que lo estaban trasladando.
Familiares y amigos de Ariel Goyeneche denuncian que hubo torturas y violencia institucional. Exigen justicia para Ariel, castigo a los responsables y la implementación de los protocolos adecuados para atender casos como este, en los que se requiere de atención médica y psicológica. |