El pasado 13 de febrero se declaró en prisión preventiva a José Pablo Peñafiel Ossandón, perteneciente a la comunidad sorda y calificado como depredador sexual por la propia Fiscalía. Actualmente la formalización es por delitos de violación y abuso sexual reiterado contra 10 víctimas, entre las que figuran también menores de edad, todas pertenecientes a la comunidad Sorda.
La investigación a Peñafiel Ossandón comienza tras la muerte de la activista y profesora de lengua de señas Camila Villavicencio, quién fue encontrada al interior de la casa de Peñafiel (ex compañero de colegio de Camila), prueba que inmediatamente indicó su posible culpabilidad y que llevó a una funa a través de redes sociales por parte de la propia comunidad Sorda.
Este terrible hecho fue el detonante para que se dieran a conocer testimonios de las víctimas ante los canales de denuncia, resultando una querella criminal dictada en noviembre de 2022. Lamentablemente, a pesar de estas denuncias fue recién ahora en que se determinó la prisión preventiva dictada por la Fiscalía de Género Oriente que determina 180 días mientras dura la investigación.
Dificultades para denunciar: el Estado contra las víctimas
Si ya para las mujeres y disidencias sexuales existen dificultades para interponer denuncias y conseguir justicia en los pequeños marcos del sistema capitalista por el machismo que envuelve estas instituciones, para la comunidad Sorda es el patriarcado y además la exclusión.
La falta de intérpretes en las instituciones públicas y en lo cotidiano dificultan enormemente el hacer efectivas las denuncias, ya que sin interpretes la brecha comunicativa es inmensa y a diferencia de lo que algunos pueden pensar, para una declaración o denuncia para una persona Sorda el medio escrito no es viable.
Debemos considerar que la comunidad Sorda conforma una cultura, cuya lengua es la Lengua de Señas. Esta se considera como "la lengua natural, originaria y patrimonio intangible de las personas sordas, así como también el elemento esencial de su cultura e identidad individual y colectiva” (Ley 21.303, Art. 26). Es decir, que el medio escrito en ’español’ es equivalente a declarar en un segundo idioma.
Finalmente, en mayo del 2023 Gustavo Vergara, presidente de la Asociación de Sordos de Chile (ASOCH) declaró que no hay cifras exactas sobre la cantidad de personas sordas, pero que de acuerdo al Segundo Estudio Nacional de la Discapacidad de 2015 "se maneja la cifra de 800 mil", versus un estimativo del año 2023 dónde se contemplan tan sólo 400 interpretes de Lengua de Señas a nivel nacional.
Ante este contexto sumamente adverso, la gran lucha de la Fundación Camila (@camila.fundacion) y de toda la comunidad Sorda ha sido clave para que la investigación del femicidio de Camila se haga efectiva y se pueda llegar a algún avance en términos legales, declarando desde la propia Fundación que aún falta mucho camino por delante. |