A 6 días del 8 de Marzo y el “inicio del año político”, el Presidente Gabriel Boric, mandatario de un supuesto “gobierno feminista” volvió de vacaciones y durante estos días ha declarado a la prensa una frase supuestamente inspiradora para quienes esperaban de su gobierno la resolución de profundas demandas sociales; “han sido dos años de Gobierno intensos que han traído mejoras concretas para el país y también diversos desafíos que ahí tenemos que seguir abordando”.
A dos años del gobierno progresista, que cada vez se ve más a derecha, los pilares fundamentales de la educación pública como la heredamos de la dictadura están intactos, desde el desfinanciamiento de los colegios públicos y jardines, hasta el endeudamiento de miles para estudiar en la educación superior. Al respecto de esto, en la opinión pública (Fastcheckcl) aparecieron las dirigentes estudiantiles Catalina Lufín (Presidenta FECH, militante JJCC) y Catalina Jofré (Presidenta FEUC, militante NAU) declarando sus distintas visiones de lo que debería ser un renovado movimiento estudiantil y a dos años de mandato de un gobierno del que sus juventudes son parte.
Catalina Jofré sentenció que “El movimiento estudiantil tiene que replantearse sus prioridades” y que “No hay hitos en educación desde el gobierno, y es algo que nos extraña a todos”. También nos dio una curiosa interpretación del declive de la fuerza del movimiento estudiantil en los últimos 10 años, catalogando esto como: “algo natural. El 2011 tuvimos un mega hito con lo del movimiento estudiantil, luego vino la ola feminista y el estallido social donde, claramente, hubo mucha fuerza y discusión política, pero también mucha gente que en esos procesos no vio resultados. Eso también agota, le agota a uno mismo. Y es ahí donde tenemos que replantearnos las prioridades y por eso mismo está la oportunidad de que ahora el gobierno priorice ciertas cosas que tiene olvidadas”.
Es difícil relacionar la causa del “declive estudiantil” argumentada por la presidenta de la FEUC con la conclusión de replantearse las prioridades ya que si la causa del declive es algo natural ¿Por qué habría que hacer esfuerzos en vano e interrumpir el curso natural de un movimiento social? Como si tuviera vida propia y su ciclo hubiera terminado. Quizás aquí tendríamos que admitir que un análisis que parece más una metáfora que un seguimiento e interpretación serios del curso de los hechos no es suficiente para explicar por qué hoy los estudiantes nos encontramos desmovilizados en universidades y colegios.
Si tuviéramos que reducir pero no por eso quitar el profundo significado político que tuvieron las últimas dos décadas de movimiento estudiantil podríamos referirnos a lo siguiente: Se cuestionó la Ley Orgánica Constitucional de Educación el año 2001, a raíz del aumento del pasaje estudiantil, se formaron masivas asambleas en liceos y universidades, después el año 2011 se cuestionó la educación de mercado, no sólo en forma de ley sino en su lógica de autofinanciamiento, segregación y su desfinanciamiento público. Había fuerza para conquistar una educación superior gratuita universal, hubo meses de movilizaciones, tomas y aprobación de la sociedad a la protesta estudiantil. El problema empieza en las direcciones de éste movimiento; Hasta el año 2012 fueron las movilizaciones, Piñera desató una dura represión, incluso hubo asesinatos de por medio como el de Manuel Gutiérrez, pero el PC y el incipiente Frente Amplio apostaban aún a las mesas de negociaciones con el Ministerio de Educación, el año 2013 fue de declive de este gran impulso por el desgaste de la lucha, represión y negociaciones fallidas. Los dirigentes estudiantiles apostaron a una vía que reforzaba esa estrategia decadente, el año 2013 se crea la coalición de la Nueva Mayoría y el 2014 empiezan a formular sus propuestas ante miles de estudiantes cansados de la educación mercantil; Michele Bachelet prometió educación gratuita, también una asamblea constituyente, dirigentes estudiantiles como Camila Vallejo, actual vocera de gobierno no dudaron en integrar su gobierno, lleno de promesas que supuestamente cumplirían con los sostenedores del neoliberalismo desde la vuelta a la democracia. El Frente Amplio no se sumó al gobierno, pero sí a la estrategia de la negociación permanente con el gobierno, perspectiva que mantienen hasta hoy, sus representantes actuales, como Catalina Jofré. Michelle Bachelet terminó dando una beca de gratuidad, que funciona como un crédito ya que el Estado paga millones a instituciones privadas de educación. Además esta beca no es universal, cubre solo a un porcentaje de estudiantes que tienen que acreditar su pobreza.
Catalina Lufín en su entrevista interpela a la dirigente de la UC, declarando que “No creo que sea necesario decirle al movimiento estudiantil que tengan que evaluar sus prioridades”, argumentando que el movimiento estudiantil se desorganiza los últimos años por “algún punto de la última década, el movimiento estudiantil va agotando su agenda de movilización y proyecciones hacia el futuro.” También muestra un descontento con el gobierno, declarando que en el velorio de Piñera “En su discurso, el Presidente tuvo una actitud bastante negacionista“. Interpelando el poco avance en materia de educación sentencia: “Vamos a tomar medidas de presión si es que el Gobierno actúa con intransigencia”
En esta contada por partida doble, la presidenta de la FECH entra en un tono de lucha y combatividad en una supuesta defensa de la educación pública, pero no se refiere a los puntos que justamente no le interesa tocar ni a ella ni a su gobierno, meter mano en el negocio que hacen los empresarios con la educación en Chile.
La visión de desorganización del movimiento estudiantil por el “agotamiento de una agenda” no es muy distinta a la de la dirigente de la FEUC, pero en vez de apelar al cansancio de lxs estudiantes apunta al agotamiento de la política estudiantil, la verdad es que ningún gobierno de turno se ha acercado ni un milímetro al problema de fondo de la educación superior en Chile: El financiamiento.
El gobierno que integran estas dirigentes dice: “Nuevo sistema de financiamiento” haciéndonos creer que con eso basta, que es solución, mientras su gobierno paga con sobreprecio millones a los bancos por concepto de deuda educativa(CAE) ya que no quieren molestar a quienes lucran con el derecho a la educación.
El programa y la estrategia son debates obligados en la política, sobre todo en el marxismo, ideología que vela por el interés de la clase trabajadora. Si una estrategia no sirve para triunfar e imponer las demandas de las y los trabajadores a los avariciosos capitalistas, no es una estrategia más bien es un grito en el cielo, las actuales dirigentes proponen a les estudiantes una estrategia de desgaste, de luchar en los lugares de estudio mientras negocian “hábilmente” con las autoridades educativas para mejorar uno que otro aspecto de la educación pública.
Si la educación se cae a pedazos y se siguen reproduciendo patrones machistas no es por “una agenda identitaria” ni “por falta de voluntad”, se necesita un movimiento estudiantil articulado y fuerte que luche junto a trabajadores por el financiamiento directo de la educación superior, por la eliminación de las pruebas estandarizadas que segregan a los estudiantes y la gestión de los lugares de estudio por estudiantes y trabajadores de la educación, junto con un plan educativo nacional que integre aspectos clave para la educación social como la educación sexual integral.
Si no partimos de la independencia con el gobierno y de confiar en la fuerza de la organización de les estudiantes en nuestras respectivas asambleas de base, en la elección libre de sus delegados, en su articulación política a nivel nacional y en movilizaciones masivas y decididas, sin transar una coma a los empresarios de la educación, entonces significa que no hemos aprendido de la valiosa historia de los movimientos estudiantiles que nos han precedido. |