Javier Milei montó su show en el Congreso este viernes. Llevó a sus aplaudidores, funcionarios, puso un atril y organizó una transmisión oficial a su medida para que no se vean más que festejos y sonrisas. En las afueras había una movilización y no pudieron evitar que se cuele el sonido de los cacerolazos cuando el presidente estaba ingresando al palacio. Más temprano, la jornada había comenzado con molinetazos en estaciones de trenes y subtes contra el tarifazo del gobierno con protagonismo de asambleas barriales.
El presidente hizo un discurso que dejó mucha repetición de sí mismo, fake news y una convocatoria a gobernadores y bloques parlamentarios a consensuar... todo lo que Milei diga. Autopercibido como un monarca aseguró que, "con o sin el apoyo de la dirigencia política" va a avanzar con su plan económico. "Lo haremos con las herramientas que nos puedan brindar o lo haremos únicamente con los resortes legales del Poder Ejecutivo, como venimos haciendo hasta ahora" dijo, prometiendo seguir el camino de gobernar por DNU.
Si bien puede interpretarse que bajó un cambio al enfrentamiento con los gobernadores después de escalar con provincias como Chubut y Buenos Aires, Milei quiere algo a cambio. Antes del anunciado “Pacto de 25 de Mayo”, quiere tener casi 3 meses para ser protagonista del “toma y daca” de la política tradicional. El presidente libertario los extorsionó: va a haber plata para las provincias (“alivio fiscal”) si aprueban el DNU y la ley ómnibus a la medida del gobierno y el poder económico en el Congreso. Los bloques colaboracionistas recuperaron el entusiasmo y muchos ya se preparan para encarar nuevas negociaciones. Saludaron el discurso presidencial Rodrigo de Loredo de la UCR, Miguel Angel Pichetto que lidera el bloque Hacemos Coalición Federal, y hasta gobernadores como el cordobés Llaryora y el chubutense "Nacho" Torres. El PRO directamente estuvo mimetizado con el bloque de La Libertad Avanza: aplaudieron eufóricos durante todo el discurso.
El llamado pacto que anunció el presidente contiene “10 principios del nuevo orden económico argentino” y prometió convocarlo en Córdoba el 25 de Mayo. Incluye: que la propiedad privada es sagrada, equilibrio fiscal innegociable, reforma tributaria, rediscutir coparticipación, avanzar en el saqueo de los bienes comunes naturales, una reforma laboral, una previsional (que deje afuera del derecho a la jubilación a los informales que no tienen aportes), una reforma política y apertura al comercio exterior. Completa los “10 mandamientos” la reducción del gasto público al 25% del PBI, sabiendo que los gobernadores están de acuerdo y ya están ajustando en sus provincias.
El “pacto de 25 de Mayo” fue la forma de Milei de responder también a la carta de Cristina Fernández donde propuso una “actualización laboral” e hizo un guiño para avanzar en algunas privatizaciones.
No faltaron las “fake news” libertarianas. Milei dijo que la motosierra que está aplicando es “contra la política”. La verdad es que el ajuste del gasto se está haciendo sobre todo licuando jubilaciones y salarios. La bancada del Frente de Izquierda le respondió esta mentira con uno de los carteles que levantaron en el recinto: “tu déficit cero es con el hambre de los jubilados”. La izquierda apuntó también contra el ataque a la educación pública, otro de los blancos de la motosierra mileísta. Otra de las fake presidenciales apareció cuando aseguró que “los alquileres bajaron”. Una burda afirmación muy lejos de la realidad que viven millones de inquilinos en todo el país que deben destinar una porción cada vez más alta de sus salarios para tener un techo.
En buena parte de los palcos del recinto estaba “la hinchada” mileísta que parecía sacada de un trollcenter. A la espera de una señal, aplaudían y gritaban. Al inicio del discurso el clima estaba muy frío frente a un Milei que se lo notaba nervioso, y fue Santiago Caputo desde uno de los palcos quien metió el primer aplauso para que lo imiten. En un lugar privilegiado estaban algunos de la familia Menem, como “Zulemita” -acompañada por el empresario y ex presidente de River D´Onofrio- y “Lule” (mano derecha del presidente de la Cámara de Diputados). También se lo vio muy sonriente a Daniel Scioli, actual funcionario del gobierno de La Libertad Avanza que dio el salto desde Unión por la Patria. Nicolás del Caño ironizó sobre su presencia: “Acá Scioli dice que la casta está muy preocupada con Milei”.
La transmisión oficial fue como estar en un algoritmo libertario: solo mostraban a sus seguidores, los aplausos, todo sonrisas. Y no fue lo que pasó: adentro del recinto estuvieron las voces opositoras de las y los diputados del Frente de Izquierda que se cruzaron con algunos gritos por momentos y levantaron sus denuncias con carteles desde sus bancas. Desde Unión por la Patria se mantuvieron en silencio.
El presidente volvió a repetir sus usuales máximas libertarianas, y dedicó unos minutos para sus provocaciones contra la lucha de los organismos de DDHH por memoria, verdad y justicia. Volvió a negar a los 30 mil desaparecidos. "Durante la pandemia, donde si hubiéramos hecho las cosas como un país mediocre hubiéramos tenido 30.000 muertos de verdad" dijo.
El rechazo al plan de ajuste del gobierno de Milei se volvió a expresar en la calle. Motivos sobran, por eso las asambleas barriales, organizaciones sindicales, sociales y la izquierda estuvieron en la Plaza y volvieron a preguntar dónde están las centrales sindicales que después del paro de enero no aparecieron aunque la cosa se puso peor para los laburantes. A propósito de que el presidente dijo que quiere cerrar Telam, Myriam Bregman dijo “Un ataque más a los trabajadores y trabajadoras. Plan de lucha y paro nacional, basta de pasividad de las centrales sindicales". | 
