Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, nos manifestamos cientos de miles de mujeres en diferentes ciudades y estados del país.
Fue una jornada que expresó el hartazgo a todas las formas de violencia, impunidad y desigualdad que seguimos enfrentando la mayoría de las mujeres.
Como se ha venido denunciando por parte del movimiento de mujeres, el Estado, sus gobiernos e instituciones contribuyen a que se exacerbe esta violencia, y ayer que salimos a las calles a defender nuestros derechos, muchas compañeras se encontraron con el garrote policíaco, su abuso y represión.
Es por esto que denunciamos la violencia de Estado de la que fueron víctimas las mujeres que se manifestaron y marcharon por las calles de Puebla, Colima, Chihuahua, Nuevo León, Zacatecas, Coahuila, Hidalgo y el Estado de México para exigir justicia. Fueron recibidas con policías antimotines, gases lacrimógenos y bombas de humo sin importar la presencia de infancias y personas adultas mayores. Después de ser provocadas, atacadas y perseguidas, fueron tratadas como delincuentes y arrastradas por la calle.
En la Ciudad de México a las compañeras de las merkaditas feministas en Bellas Artes, que luchan desde hace varios años contra la violencia económica y que habían instalado un punto de hidratación, fueron agredidas por las policías, robándoles sus artesanías y golpeándolas.
Nuevamente se demuestra que el Estado corrupto y represivo gobierna con mano dura, contrario a su discurso de “abrazos no balazos”. Que sus discursos de igualdad y democracia no son más que una farsa.
Exigimos la liberación inmediata de las compañeras detenidas en Monterrey. Hacemos responsables a los gobiernos estatales y municipales de su integridad, ellas tienen toda nuestra solidaridad.
¡Si tocan a una, respondemos todas!
¡Alto a la criminalización de la protesta social!
¡Alto a la represión del movimiento de mujeres y feminista!
¡Libres y vivas nos queremos! |