El pasado viernes se notificaron el despido de 32 trabajadores en la planta de Topper (ex Alpargatas), ubicada en Aguilares. Estos estuvieron antecedidos por los 85 despidos anunciados hace dos semanas, sumando un 117. La firma, perteneciente al empresario brasilero Carlos Wizard Martins, justificó la cesantía de contratos por una caída en las ventas. La empresa cerró el 2023 con un 18% del share de los 33 millones de pares vendidos en la categoría de calzado deportivo, por lo que se presenta como “la marca argentina número 1 en calzado deportivo en volumen”.
Unos días antes, en TN&Platex de Teddy Karagozian hubo una veintena de despidos. Entre ambas plantas –la ex Pol Ambrosio y la ex San Nicolás, en Alderetes– hay 300 operarios y existen rumores de una posible tanda de despidos. Además los operarios denuncian que la patronal recurre a retiros “voluntarios” impuestos con la promesa de que cuando la situación “mejore”, volverán a ser tenidos en cuenta. “Si no firmás como ellos te dicen, quedás marcado como un conflictivo”, explican.
En tanto que en la Tecotex, ubicada en Lules, se reportan 18 trabajadores cesanteados. En Santista Argentina (ex Grafa), ubicada en Famaillá, ya se habla de un esquema de suspensiones quincenales. Por esta razón los operarios cobrarán un 75% de sus sueldos. En diciembre, el gobernador Osvaldo Jaldo se reunió con directivos de Santista para evaluar un convenio, en el marco de un plan para incorporar nueva tecnología y equipamientos (una inversión de 39 millones de dólares en total, informó la empresa).
Complicidad sindical, silencio de Jaldo
Frente al ataque generalizado a los trabajadores textiles, la ubicación de los gremios dista mucho de la defensa de los puestos de trabajo. Frente al centenar de despidos en Topper, el representante provincial de la Unión Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina (UTICRA) no planteó más alternativa que aceptar los despidos. “Todo el personal que ha sido desvinculado se va con la liquidación correspondiente según lo establecido por la ley, eso estamos revisando y estamos dialogando. Se está cumpliendo con el marco legal dentro de la empresa”, señaló Jorge Fugaracho en una entrevista en Radio Nacional.
“Nosotros siempre estamos del lado del trabajador”, declaró Fugaracho pero la realidad es que tanto la UTICRA como la Asociación Obrera Textil (AOT) no presentan ningún plan para defender los puestos de trabajo y reclamar las reincorporaciones de los despidos. Con su actitud de complicidad, los ataques pasan y se quiere imponer una desmoralización para que los despidos y las suspensiones se naturalicen. La experiencia de los años durante Macri es ilustradora: cuando los ataques avanzaron, nunca se volvió a recuperar el conjunto de los puestos de trabajo perdidos mientras sí lo hicieron las ganancias empresarias.
Si el sindicato plantea que Topper despide “con el marco legal”, la Secretaría de Trabajo en manos de la FOTIA solo tiene un rol decorativo, a lo sumo es una escribanía para los empresarios. Esto no es ajeno a la ubicación del gobernador, abiertamente alineado con Javier Milei. Por eso mientras Jaldo plantea que “si le va bien a Milei nos va bien a todos”, guarda silencio ante estas tandas de despidos. La “defensa de los tucumanos” es solo un slogan para los tiempos electorales o para justificar su apoyo al presidente.
Defender los puestos de trabajo
Siguiendo el ejemplo de Topper, la patronal hizo una primera tanda de 85 despidos, no encontró resistencia del sindicato y avanzó con otros 32. ¿Cuántas tandas de despidos tienen que ocurrir para que los sindicatos salgan a defender los puestos de trabajo?
Cómo plantean las denuncias de TN&Platex, la empresa busca dividir a los trabajadores y los cita individualmente para imponer los retiros “voluntarios”. Por eso es fundamental unir a los operarios de cada planta –sin distinción de permanentes y contratados, incluyendo a los despedidos– a partir de asambleas para decidir desde las bases. Además de la organización de asambleas por plantas, es importante la coordinación para no pelear solos y unir fuerzas. Los despidos afectan a trabajadores de las zonas de Alberdi, Aguilares, Famaillá y Lules, por eso también es importante que se exprese la solidaridad entre vecinos y las familias trabajadoras.
Ante patronales que aducen crisis, defender los puestos de trabajo implica también medidas como la apertura de los libros de contabilidad. Por ejemplo, en febrero de este año, Topper anunció un plan de negocios que implicaba un aumento de ventas. La empresa alcanzó un 22% del share en el segmento de los botines de fútbol y proyectó crecer un 40% con una nueva línea, aprovechando los problemas de importación de sus competidores. Un esquema donde la planta en Aguilares es fundamental.
Si patronales como Topper o Santista Argentina tienen planes públicos para sostener y aumentar ganancias, planes anunciados ya bajo la presidencia de Milei, ¿por qué los trabajadores tienen que pagar una caída en ventas? Más que el plan empresario de imponer suspensiones para “evitar despidos”, hay que plantear el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario.
La exigencia a que los sindicatos textiles y del calzado a defender los puestos de trabajos es parte de la exigencia a la CGT y las CTA un nuevo paro, activo, y un plan de lucha unitario hasta derrotar todos los ataques. |