En la conferencia, el presidente tocó el tema educativo, donde partió de “agradecer” a lxs maestrxs por no realizar paros y no dejar de dar clases, asegurando que más que el tema del aumento salarial (que según su postura ya se resolvió) estuvo la falta de respeto hacia los maestrxs durante el sexenio anterior.
Así también califico de “insensatos” a personajes como Claudio X González, quien encabezó la brutal campaña de desprestigio contra nuestro gremio. Es verdad cuando AMLO señala que estos empresarios y políticos del PRIAN nos responsabilizaron del desastre educativo; al respecto comentó que “nunca se le había ofendido tanto al maestro como lo hizo el gobierno anterior”, para posteriormente declarar que como docentes hemos actuado de forma responsable al no realizar paros y cerró este punto enarbolando las acciones de su gobierno en materia educativa.
Si bien esto podría parecer un discurso de reconciliación que busca tener la 4t con los maestros, la realidad es que la promesa de aumento salarial que se realizó el año pasado para equiparar los salarios de las y los maestros con el promedio de los trabajadores registrados en el IMSS no se ha cumplido, pero además se mantiene una serie de problemáticas que también han generado importante malestar en nuestro gremio.
El paro en Guerrero y otros tantos contradicen al presidente
A través de este diario hemos dado cuenta de la enorme cantidad de movilizaciones –incluyendo paros- que ha protagonizado el magisterio a nivel nacional en lo que va del sexenio, con un sinfín de demandas relacionadas con la falta de pagos, la infraestructura educativa, la falta de personal y hasta con la quiebra del seguro social y el sistema de pensiones, lo cual desmiente las declaraciones dadas por el Ejecutivo el día de ayer sobre que el magisterio no ha parado actividades.
Tal es caso del reciente paro anunciado por la dirigencia de la sección 14 del SNTE en Guerrero, que representa a 65 mil trabajadores de aquel estado, denunciando el ‘mal uso de los recursos económicos’ que se destinan a la educación en la entidad, así como demandando la destitución del subsecretario de administración y del director de personal, Alejandro Moreno y Lucas Secundino, respectivamente.
Hasta el momento del cierre de esta nota, el magisterio guerrerense decidió tomar los más de 10 mil planteles educativos de nivel básico en el estado, exigiendo también los pagos de horas de adeudo pendientes, horas adicionales que no se han cubierto y entrega de nombramientos.
Cabe mencionar que el secretario general de la sección 14, Silvano Palacios Salgado, aseguró que ya se encuentra en comunicación con el secretario de educación de la entidad, pero no ha habido respuesta favorable. Inclusive se pide la destitución de los funcionarios arriba mencionados porque “han violado los principios de la 4T, haciendo mal uso de los recursos públicos”, pero pese a ello el gobierno estatal prefiere tener paralizadas las escuelas antes que resolver estas demandas.
De los paros dislocados a un potente Paro Nacional del sector educativo
En la capital del país los paros y movilizaciones que se han dado en los últimos meses han planteado la necesidad de un paro nacional para exigir de forma conjunta nuestras demandas, cuestión que ha sido retomada por la CNTE, que está convocando a paro nacional para el 15 de abril. A lxs docentes que formamos parte de la Agrupación Nuestra Clase nos parece correcto, pues pese a que se ha manifestado este discurso de reconciliación por parte del gobierno, por la vía de los hechos y en las escuelas se ve otra realidad, donde de forma más velada pero activa se sigue responsabilizado al magisterio de los problemas educativos.
Para nosotrxs, junto con el impulso del paro nacional es necesario construir un Plan Nacional de Lucha, que parta de unificar a todos los sectores que han mostrado su descontento, para imponerle a los charros que dirigen el SNTE asambleas desde las escuelas, donde se puedan discutir libremente los problemas de las escuelas, pero también del proyecto educativo en beneficio del pueblo trabajador, y sobre los recursos que se necesitan para realmente tener un sistema educativo con todos los servicios, con las mejores condiciones de infraestructura, equipamiento y laborales para desarrollar nuestras actividades.
Si bien hasta la fecha el descontento magisterial se ha expresado en múltiples ocasiones, con distintos sectores de la educación pública y en casi todos los estados de la República, estas manifestaciones se han dado de manera dispersa o aislada, esto en primer lugar por control del charrismo sindical para evitar que se unifique el descontento y se busquen soluciones de fondo para los problemas que se han expresado en el sistema educativo, aunque también porque la CNTE no había tenido una política de movilización nacional.
Desde la Agrupación Nuestra Clase consideramos que es necesario avanzar con una política de paro nacional y plan de lucha unitario ya que, luego de los casi 6 años de este gobierno y en complicidad con quienes dirigen el sindicato, las demandas de salario y un mejor servicio educativo siguen vigentes, y como ha sido en la historia de la lucha de la clase trabajadora en México y el mundo, nuestros derechos -incluyendo la educación pública- los hemos conquistado a través de la movilización e imponiéndoselos a los gobiernos en turno.
*Con información de El Financiero | 
