Para todas las personas usuarias del sistema de salud en la provincia no es novedad la filas interminables, la falta de recursos para la atención y la burocracia innecesaria cuando corre riesgo la vida .
Las propias trabajadoras de salud denuncian el desmantelamiento del sistema en la provincia y falta de insumos para brindar atención de calidad. En medio de la profundización de la crisis a nivel nacional exigen aumentos de salario ya que no llegan a cubrir la canasta básica. Su sueldo promedio es de entre 250 y 300 mil pesos; reemplazantes llegan a los 120 mil, mientras una familia con dos hijos/as necesita 810 mil para no ser pobre en Jujuy (según datos de la Junta Interna Indec).
Esta situación se agrava con el decreto Nº 27 donde se elimina la posibilidad de concursar cargos y se aprueba un nuevo organigrama, que no responde a las estructuras actuales, implicando la reducción de áreas.
La diputada provincial por el Frente de Izquierda Unidad, Natalia Morales, se acercó para solidarizarse con las trabajadoras: "me hice presente porque no podemos ser indiferentes ante el llamado de solidaridad de las esenciales de la salud ante las medidas de visibilización y de lucha que están llevando adelante. Nos vienen comentando de la grave situación que viven, no sólo en materia salarial, sino también de la persecución que no cesa, aprovechándose de la condición precaria de la mayoría, también de cambios y modificaciones que quieren hacer con distintas leyes y resoluciones para atacar derechos conquistados e incluso reconocidos por la Organización Mundial de la Salud”.
Dentro de sus demandas está la exigencia de la derogación de la Ley 6384 que divide a dos escalafones, personal médico por un lado; y engloba a las demás profesiones como auxiliares de salud. Esta categoría impacta en el salario y dejan de cobrar un porcentaje de acuerdo a la categoría. También se organizan para exigir la anulación de la resolución 863 que plantea una grilla de desempeño laboral dando pie a mayor control y disciplinamiento con “sueldos de indigencia” mientras el sistema de salud funciona únicamente gracias a sus trabajadoras/res.
Enfermera de neonatología: "No llego a cubrir la canasta básica. Soy de San Pedro. Mi esposo tb es enfermero y no llegamos a fin de mes". Agregan que deben asistir por sus propios medios los días de paro de transporte o reciben sanciones.
“Hay compañeras que las echaron del alquiler y se quedaron sin donde vivir. Hicieron diez días de reemplazo y no llegaron a cobrar ni 60000. Nos estamos ayudando entre las familias y pusimos plata para que quienes están en esta situación tengan para comer”.
“Las clínicas no están separadas por patologías. En lo que hace a salud mental, hay un gran incremento de pacientes, niños y adolescentes con diagnóstico psiquiátrico, junto con niños con quemaduras, neumonía y dolencias generales. A partir de los 9 años estamos atendiendo problematicas de consumo y violencia, intentos de suicidio y está semana renunció la psiquiatra, no hay quien la reemplace”.
Las acciones continúan, este domingo por la noche vuelven a confluir en una vigilia y bocinazo a las 23.40 horas en la puerta del Hospital Materno Infantil. En búsqueda de mayor difusión de esta situación, que afecta tanto a trabajadoras como al pueblo que recibe atención, solicitan todo apoyo a su lucha. |