Este martes el ministro de Defensa, Luis Petri, recibió a su par danés, Troels Lund Pousen, quien llegó al país para negociar los "términos y condiciones" de la multimillonaria transacción. Los 24 aviones bélicos implican un presupuesto de 700 millones de dólares, que, por supuesto, cuenta con el aval del ministro de Economía, Luis Caputo. El mismo que impulsa el plan motosierra y licuadora del gobierno de Milei contra las mayorías populares.
El plan para adquirir este armamento se inició durante el mandato de Alberto Fernández. La administración de Estados Unidos, liderada por Biden, presionó a Argentina para que no cerrara acuerdos con China ni con la India para la compra de los aviones destinados a la Fuerza Aérea. Desde entonces, se han considerado diversas opciones, teniendo en cuenta aspectos financieros, técnicos y, sobre todo, geopolíticos. Esta no es solo una inversión millonaria, sino que implica establecer una relación a largo plazo con el proveedor, que incluye la adquisición de sus sistemas de armas, repuestos y otros servicios relacionados. Vale recordar que Dinamarca, como miembro de la OTAN, apoya a Ucrania en la guerra con Rusia. Es por esto que donó 19 aviones de combate F-16 Fighting Falcon a Ucrania. Los mismos aviones que le venderán a Argentina. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, ha instado a otras naciones europeas a donar más municiones y artillería en apoyo a Ucrania.
¿Materiales bélicos para defender la soberanía nacional?
“Cabe destacar que desde hace 30 años que Argentina - el octavo país más extenso a nivel mundial, con enormes cantidades de recursos naturales y extensas fronteras - no realiza una compra de estas características. De esta forma, las Fuerzas Armadas pueden cumplir con su misión de cuidar la soberanía nacional”, aclararon desde el ministerio de Defensa. Cuando hablan de soberanía no están hablando de la defensa de los recursos naturales del país ante la rapiña, por ejemplo, de multinacionales. Todo lo contrario. Alcanza con ver el plan del gobierno de Milei para privatizar empresas estatales, como es la línea de bandera Aerolíneas Argentina o YPF.
Además, hace menos de un mes, el gobierno de La Libertad Avanza, a través de la Administración General de Puertos (AGP), firmó un memorándum de entendimiento con Estados Unidos para el control de la Hidrovía. Uno de los cursos de agua más importantes del mundo.
Según quedó establecido se trata de una “cooperación” técnica entre el Interventor de la AGP, Gastón Benvenuto, y el representante del Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos para Latinoamérica, Adriel McConnell. Lo que implica un intercambio de información, capacitación y cooperación en el manejo de la hidrovía por donde sale la gran parte del comercio, no solo entre Argentina y Paraguay; es además, un centro de interés comercial enorme que buscan disputar Estados Unidos, China y Europa a través de sus empresas.
La adquisición de los 24 aviones de combate F-16 Fighting Falcon, lejos de estar a disposición de la defensa nacional contra la expoliación imperialista, es una muestra más de la subordinación del país a los planes de Estados Unidos. Una subordinación que se viene profundizado por la deuda contraída con el FMI por parte del gobierno de Mauricio Macri, y avalada por el gobierno de Alberto Fernández que envió al Congreso el proyecto de ley para aprobar el acuerdo de pago al organismo internacional. Solo los diputados del Frente de Izquierda votaron en contra de legitimar esta deuda fraudulenta. |