La “Planilla Verde de los Trabajadores” está por concluir su proceso de selección entre la base telefonista, para conformar la fórmula que presentarán a finales de abril en las elecciones al Comité Ejecutivo Nacional (CEN). En una propuesta, de candidatos a ocupar los distintos cargos del aparato de gobierno del sindicato, que de antemano estará encabezada por Francisco Hernández Juárez para secretario general, por treceava vez consecutiva.
¿Método de control o de libertad sindical?
Si bien la tradición democrática del STRM permite la renovación de su Comité Ejecutivo Nacional (CEN) cada cuatro años, por medio de elecciones internas donde se presenten planillas aspirantes a ocupar los cargos del CEN, el proceso de selección de la “Planilla Verde” entre la base del sindicato, ha sido el método que le ha permitido a la corriente dirigente sostenerse en el poder durante 48 años.
Esto se debe a que impulsan este proceso desde los mismos cargos del CEN que ocupan y buscan perpetuar, convirtiéndolo no solo en la selección de una planilla que como cualquier otra puede integrarse como considere, sino en la conformación de la planilla “oficial” del sindicato. Violando los estatutos de la organización que prohíben a funcionarios sindicales hacer proselitismo hacia cualquier corriente o tener algún tipo de injerencia en los procesos electorales, a menos que renuncien a su cargo sindical.
Además, este método antidemocrático practicado por la “Planilla Verde de los Trabajadores”, para evadir las violaciones estatutarias que cometen cada período sindical, se apoya en órganos de gobierno colectivo como las convenciones y las asambleas nacionales. Ya que así simulan la intención de continuar al mando del sindicato como parte de una voluntad colectiva que “emana de la base”, cuando en dichas reuniones limitan al máximo el uso de la palabra, el derecho de réplica y la libertad de crítica, garantizando un control férreo de esos órganos de gobierno de base y del CEN.
Cada fin de período sindical la Convención Nacional Telefonista "le pide” a Hernández Juárez volver a reelegirse y aprueba que encabece la planilla “oficial” una vez más. Así es como luego la Asamblea Nacional de Representantes “autoriza” que se lleve a cabo la conformación de la “Planilla Verde de los Trabajadores” y acepta la convocatoria que el CEN baja para llevar a cabo este proceso de selección entre la base.
Una vez aprobadas las intenciones burocráticas de la corriente al mando del CEN, éste se encarga de llevar a cabo la selección de candidatos a su planilla y realiza elecciones en cada centro de trabajo para definirla, con el apoyo y aval de Telmex. Haciendo parecer el proceso ante la base telefonista como si se tratara de elecciones oficiales del sindicato y por lo tanto como obligatoria su participación. Después de décadas de aplicar esta forma de control, el CEN crea la ilusión en la base de que las elecciones de la planilla “de casa” son lo mismo que las elecciones al CEN del sindicato.
Democracia sindical
No es casual el parecido entre los métodos usados por la burocracia juarista, para mantenerse en el STRM durante tanto tiempo, con los que ejercen las viejas direcciones priistas en los sindicatos que controlan, que gustan también de “institucionalizarse” en los aparatos de gobierno y de maniatar los pocos espacios de base que permiten existir, solo para autolegitimarse.
Incluso, lo anterior aplica en cuanto a las formas represivas que utilizan para acallar a la disidencia y en los hechos prohibir cualquier intento de desafío a su dominio. Como actualmente hace la dirección telefonista, amedrentando y sancionando a miembros de corrientes disidentes en la Asamblea de Jubilados del sindicato, previniendo que puedan representar algún tipo de obstáculo en su siguiente reelección.
Estos métodos de control son parte de la tradición política de la que se alimentaron por años Hernández Juárez y los principales dirigentes de la “Planilla Verde”, desde su militancia en el PRI y en el corporativista Congreso del Trabajo hasta finales de los 90’s. Con un discurso político “democrático”, “opositor” y “progresista” que los diferencia un poco de los seniles aparatos sindicales priístas, pero que en la práctica se emparentan por los métodos antidemocráticos que aplican y los fines pro patronales que persiguen; como demostraron todo el sexenio de AMLO, aliándose defensivamente.
Es necesario erradicar estas viejas prácticas políticas del interior del STRM y restaurar su vida democrática más allá de los discursos. Lograr la aplicación cabal de los principios colectivos y equitativos que lo rigen, fruto de luchas pasadas de la base telefonista contra el control charril de su organización. A diferencia de la aplicación formal y convenenciera que la casta dirigente hace de dichos principios reflejados en los Estatutos del sindicato.
Los funcionarios sindicales no pueden interferir a favor de ninguna corriente en los procesos electorales internos y mucho menos usar sus cargos para llevar a cabo el proceso de conformación de ninguna planilla en nombre del sindicato. Este es uno de los principios básicos de la democracia sindical, para evitar el surgimiento de grupos burocráticos que se apropien del poder sobre la base trabajadora, sus organismos colectivos y métodos horizontales.
Es el camino correcto para comenzar a luchar por plena independencia del STRM respecto al Estado y los partidos burgueses. Ya vimos cómo el gobierno actual ha mantenido una fuerte alianza y colaboración con Carlos Slim, guardando silencio ante el ataque contractual y a las jubilaciones de los telefonistas. Ahora, en correspondencia, el CEN ha prometido su respaldo a Claudia Sheinbaum en diversos actos de campaña, y sigue aliado también a las centrales priístas con quienes conforma la Mesa Sindical.
Ya vimos los resultados de la política del CEN y la “Planilla Verde” para la base telefonista: prórrogas infinitas, sumisión ante la pérdida de conquistas que todavía llama “el mejor acuerdo posible”, ataque a las jubilaciones, contrataciones a cuentagotas, apriete a los ritmos de productividad ante la supuesta crisis patronal y encima alienta la división y el menosprecio hacia los trabajadores precarizados de filiales, culpándolos de la pérdida de la materia de trabajo cuando es la misma dirección la que no mueve un dedo frente al ataque global de la familia Slim.
Por ello, es necesario organizarnos desde abajo. En la perspectiva de lograr la democracia de base que no permite en los hechos el CEN de nuestro sindicato. Para que las asambleas discutan y resuelvan una estrategia clara de lucha frente al ataque de la familia Slim en Telmex, que continuará y ante el cual los telefonistas necesitaremos una política de lucha superior a la mostrada por Hernández Juárez y sus aliados. En esa perspectiva nos organizamos en Desde las Bases Telefonistas y te invitamos a sumarte a nosotros. |