En el marco de la presentación del libro La economía argentina en su laberinto, del economista Esteban Mercatante, Nicolás del Caño dio definiciones sobre su balance de la economía kirchnerista y el programa del Frente de Izquierda. Junto al autor y al intelectual y diputado provincial (MC) Christian Castillo fueron parte de la importante presentación realizada hoy en el auditorio del Congreso Nacional.

Nicolás del Caño señaló que “es muy importante que los trabajadores recuerden lo que significó la devaluación del año 2002 para el salario, porque la clase dominante está hoy pensando en una salida similar. Tanto Scioli como Massa y Macri comparten el ’combo’ que preparan para después del 25 de octubre: pagar a los fondos buitre, devaluación, nuevo endeudamiento y tarifazos”. Además, Del Caño recordó que “Urtubey dejó bien claro que esto es lo que se apresta a hacer un Gobierno sciolista, más allá de que no lo digan con todas las letras en la campaña”.

“El programa del FIT es el único que plantea una salida para evitar que la situación actual de estancamiento económico, guerra de divisas y caída de los precios de las materias primas redunde en un nuevo salto de la dependencia y caída del salario”, concluyo Del Caño su exposición.

Por su parte, Christian Castillo puntualizó que “a pesar de todos los elementos a favor de la economía mundial con los que contó el kirchnerismo, la economía nacional no evidenció ninguna transformación significativa. Los niveles de extranjerización económica son similares a los que nos dejaron los 90, el poder agrario de la oligarquía terrateniente y del gran capital agrario siguió aumentando -más allá de la caída de la rentabilidad del último año- y la banca privada ha ganado como nunca. La tan mentada industrialización del país apenas ha llevado a la industria a menos de un 20 % del PBI, un porcentaje similar al promedio de los 90”.

Finalmente, Esteban Mercatante, autor del libro publicado por Ediciones IPS, expresó: "Con la crítica de la economía política de los años kirchneristas que realizamos en el libro, buscamos poner de relieve que es falso que no hay alternativas al ajuste. Se abren otros posibles cursos de acción, a condición de cuestionar las reglas del juego de la economía capitalista semicolonial que todos los candidatos patronales coinciden en mantener. Si cortamos de raíz el saqueo que impone el imperialismo, si terminamos con la apropiación de la renta agraria y petrolera por unos pocos, si establecemos una banca estatal única y un monopolio del comercio exterior, entre otras medidas que podría llevar adelante un gobierno de los trabajadores, se puede hacer que la crisis la pague esta vez quien la generó, la clase capitalista".