En esta cuarta semana de paralización del gremio docente en Antofagasta, diversas autoridades, locales y de gobierno, buscan destrabar el conflicto educativo por medio de “medidas parche” que no logran convencer a las bases del profesorado. Concejales de la comuna, especialmente Waldo Valderrama (PC) y Camilo Kong (CS), han tomado como suyas propuestas impulsadas por CMDS como, por ejemplo, la creación de un departamento psicosocial de Corporación o la política- ya existente- de “consejos escolares resolutivos”. ¿Son medidas de fondo para responder a la crisis?
La paralización del gremio docente en Antofagasta ya cursa su cuarta semana desde el fallecimiento de la profesora Katherine Yoma. Hecho que conmovió a la comuna, pero que también agudizó la ya existente crisis en la educación municipal.
Por el momento, las bases docentes se mantienen firmes en paralización, pese a los amedrentamientos por parte de CMDS y el alcalde Jonathan Velásquez- hoy ligado a militantes del Partido Republicano-, quien impulsa una dura línea para dividir a profesores de apoderados y estudiantes, con mentiras de por medio como, por ejemplo, decir que las y los estudiantes no están recibiendo alimentación de Junaeb.
Hay dos grandes motivos para que aún se mantenga la paralización. Primero, la profunda empatía que generó el “caso Katherine Yoma”, con miles de trabajadores sintiéndose reflejados en lo que tuvo que enfrentar la docente, como el autoritarismo y la indiferencia del director y equipo de gestión de su entonces establecimiento, o las represalias por haber denunciado la situación, entre otros aspectos; y, segundo, que no existen propuestas de fondo que convenzan a las bases docentes y planteen cambios estructurales ante la profunda crisis en la educación municipal.
Sobre lo segundo, diversas autoridades, locales y de gobierno, buscan destrabar el conflicto educativo por medio de “medidas parche”. Concejales de la comuna, especialmente Waldo Valderrama (Partido Comunista) y Camilo Kong (Convergencia Social- FA), han tomado como suyas propuestas impulsadas por CMDS como, por ejemplo, la creación de un departamento psicosocial de Corporación o la política- ya existente- de “consejos escolares resolutivos”. ¿Son medidas de fondo para responder a la crisis?
En distintas notas de prensa en medios regionales, tanto Valderrama, como Kong, han respaldado las propuestas que discutieron con autoridades de la Corporación, durante una reunión privada que sostuvieron hace días. En materia de salud mental y convivencia- un punto neurálgico de la movilización actual-, los concejales y CMDS proponen la creación de un departamento psicosocial que pertenezca a Corporación, compuesto por profesionales que “ya estarían siendo contratados”.
Respecto a cuántos profesionales serían, qué casos abordarán y qué relación tendrían en concreto con las comunidades educativas, poco y nada se sabe. Sin embargo, lo que está claro es que la demanda transversal de los distintos petitorios de escuelas y liceos de la comuna apunta a una inyección de recursos destinada a la contratación urgente de profesionales psicosociales para reforzar, significativamente, la salud mental para el conjunto de las y los integrantes de las unidades educativas. Recordemos que, tal como han denunciado cientos de docentes, y también estudiantes, no existen “equipos de salud mental” que atiendan las necesidades de la comunidad educativa en su totalidad, sino que profesionales acotados- y con muchísima sobrecarga laboral-, cuyo trabajo está destinado a casos específicos de vulneración de derechos y, por otro lado, problemas de aprendizaje, a través del PIE.
Por esta razón, desde hace años, las bases docentes exigen la contratación de personal y la generación de equipos dedicados al conjunto de las comunidades, acorde a la realidad actual de crisis de la salud mental y con el objetivo de poder abordar las situaciones de convivencia escolar, problemas de violencia, entre otros. Es más, esta exigencia se volvió a instalar en los petitorios actuales, sin embargo, ninguna autoridad, ni de gobierno, ni locales, toman esta exigencia y entregan soluciones. Al contrario, CMDS- con la venia de concejales de gobierno- busca destrabar mediante esta propuesta de departamento al interior de Corporación, sin proponer la inyección de recursos para reforzar con profesionales “en terreno” y ligados a las comunidades educativas.
Otro de los puntos defendidos por los concejales y CMDS es la propuesta- ya existente- de los consejos escolares resolutivos, instancias establecidas por ley, pero que, en los hechos, no han cambiado absolutamente en nada el aspecto de “democracia interna”, ni mucho menos han sido un factor para enfrentar el autoritarismo de directivos y sus equipos. De acuerdo a lo indicado por el concejal Valderrama, supuestamente, ahora, estos consejos vendrían a “equilibrar las decisiones internas” y “hacerle un contrapeso a los directivos”, pero lo que no dice el militante PC es que todo esto sería “por mera voluntad” de directores y Corporación.
Una política en la que las bases docentes y de trabajadores de la educación ya no creen, pues, en la realidad, estos consejos, o no funcionan en la práctica, o son instancias estériles donde terminan decisiones, de igual manera, los directores. Es más, en una asamblea unificada de delegados, el pasado 19 de marzo, se realizó una votación, con más de 1.300 personas participando, donde, por más del 80%, ganó la opción de elegir democráticamente a las autoridades, tanto de CMDS, como también de los establecimientos educacionales.
Esta posición es sumamente relevante porque expresa una contraposición a la política parche de las autoridades sobre los consejos escolares y porque, además, marca una vía para el avance real de la democracia en los espacios educativos y la posibilidad de que sean realmente las comunidades educativas las que decidan. Esta es la única forma real para enfrentar el autoritarismo y para que sean las y los integrantes de liceos y escuelas quienes decidan los distintos aspectos de la vida interna y no autoridades apernadas que responden a las directrices de cuestionadas entidades como CMDS.
Sin embargo, esto no es lo que defienden los concejales de gobierno, que están más preocupados de llegar a acuerdos por arriba con autoridades de Corporación, que de organizar a las bases docentes e impulsar con todo sus demandas más sentidas. De todas formas, esta posición no es solo de estos concejales, sino que también es tomada por dirigencias burocráticas del CdP comunal Antofagasta- donde también está el PC y otros sectores ligados a la ex Concertación-, que respaldan estas propuestas y que han cumplido un rol pasivizador en todo momento, sin jugársela por organizar instancias de base, ni mucho menos a la cabeza de las movilizaciones, como fue el caso del paro del 25 de marzo, ante el cual no movieron ni un dedo por organizarlo.
Lo mismo se expresa en el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, también militante PC, quien se abandera del programa "A convivir se aprende"- que nadie sabe bien cómo ha impactado, pues los problemas de convivencia se han agudizado-, pero que nada propone en términos de inyección de recursos para necesidades de fondo.
Al contrario de esto, en el reciente Encuentro Educativo, realizado este lunes en el Liceo Comercial (ISCA), cerca de 200 docentes, trabajadores, apoderados y estudiantes, reafirmaron, tanto la demanda de inyección de recursos para la contratación de profesionales psicosociales en todas las unidades educativas de Corporación, como también la elección democrática- y de carácter revocable- de las autoridades de CMDS y establecimientos educacionales. Pero, también, se resolvieron otras propuestas como impulsar un Pliego Unificado de Demandas entre los distintos sectores y en disputa contra la política de división que impulsan burocracias sindicales y autoridades; mantener instancias triestamentales; el fin de la jornada escolar completa y el sistema de admisión; la exigencia al Colegio de Profesores a que convoque y organice una paralización nacional, dejando las declaraciones de “buena crianza” y pasando a la acción, entre otras demandas que apuntan a cambios de fondo y a fortalecer la organización de docentes, trabajadores, apoderados y estudiantes.