El colectivo EAMEO, conocido por sus ocurrentes memes, tuvo un nuevo hit en Facebook y Twitter con una foto de la banda punk Sex Pistols que incluye a Nicolás del Caño, candidato a presidente por el FIT ¿Cómo se les ocurrió la relación?
La imagen que circula desde ayer, en principio genera simpatía: el joven candidato del Frente de Izquierda y de los Trabajadores es uno de los Sex Pistols, la banda más emblemática del punk, movimiento artístico asociado popularmente a la rebeldía y la actitud contestataria. Si hacemos una analogía con el escenario político nacional, podríamos pensar que la idea encaja: Del Caño es el candidato que habla otro lenguaje, el de los trabajadores y la juventud, que denuncia a los candidatos del ajuste –Scioli, Macri y Massa- y los señala como hijos políticos de Menem, que pateó el tablero en el debate televisivo y se plantó ante los candidatos que atacan a la educación (y especialmente a los docentes) y a los derechos de las mujeres (fue el único que se pronunció favorable al aborto libre y gratuito); pero sobre todo se destacó por ponerle el cuerpo al compromiso con las luchas sociales, como la de los obreros de Lear. ¿Se puede pensar entonces que tienen alguna relación el punk –los Sex Pistols- y Nicolás del Caño?
EAMEO es una especie de colectivo de diseñadores y aficionados que se dedican a crear imágenes con efecto humorístico. Como ellos mismos definen en una entrevista a la revista Rolling Stone, su principal objetivo es “crear absurdo combinando imágenes fuera de contexto”. Sus “memes” (ideas, símbolos o imágenes que se propagan rápidamente en redes sociales de Internet) son muy famosos por abordar distintos íconos populares: futbolistas, estrellas de rock, “mediáticos” (la imagen que identifica a EAMEO es Zulma Lobato), artistas del cine, políticos. En la misma entrevista aclaran que “Nunca hubo un acuerdo sobre qué temas tocar. Por eso, que sea visible la simpatía o burla sobre algo corre por cuenta de cada uno, pero ese no es el propio fin”. La sensación que predomine de esas dos –simpatía/burla- quizás dependa de quién observe la imagen, pero veamos qué surge de relacionar a los Sex Pistols con el dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas que representará al FIT el 25 de octubre.
El punk fue un movimiento artístico que a mitad de los ´70 revolucionó particularmente a la música popular y al arte en general, marcando un antes y un después. Tuvo dos momentos fundacionales: el primero en Nueva York con los Ramones como estandarte, cuando una serie de bandas sacudieron con sus canciones simples y rápidas una escena del rock en la que predominaban músicos virtuosos y con altas ambiciones artísticas (que además se transformaban en estrellas millonarias). El mensaje que daban estas bandas era: “cualquiera puede hacerlo”; ni siquiera es necesario saber tocar para hacer rock. En las listas que encabeza Del Caño existe una alta proporción de trabajadores (desde obreros industriales hasta trabajadores precarizados o en negro), mujeres (invirtiendo el cupo femenino en varios casos en las PASO) y jóvenes. Esa composición en sí misma da un mensaje: la política no es para los “políticos experimentados” o “profesionales de carrera”; podemos (y tenemos) que tomar la política en nuestras manos nosotros y nosotras, los que movemos las palancas de esta sociedad, para defender una política que evite que paguemos la crisis. Cualquiera puede hacerlo y debe estar dispuesto a cobrar como una maestra si obtiene un cargo, a mantener el nivel de vida de los sectores sociales a los que representa.
La banda punk The Clash tocando en el festival "Rock contra el Racismo" organizada por militantes del Socialist Workers Party de Inglaterra
El segundo momento del punk, el que le terminó de dar forma como movimiento, estuvo protagonizado por los Sex Pistols: una banda que a la juventud desocupada y sin perspectiva le habló en su lenguaje de lo que sentía, que “no hay futuro” y que la mejor manera de resistir era la anarquía. Aunque el mensaje era muy pesimista, el efecto central fue la provocación. Sacudió la modorra en el Reino Unido allá por 1976-77 y motivó a miles de jóvenes a protagonizar su propio destino sin conformarse con lo establecido. Los Sex Pistols generaron tal explosión que le sucedieron otras bandas que tomaron otro punto de vista (distinto al nihilismo de los Pistols) y trabajaron la idea de rebeldía ligada a causas sociales (The Clash, Stiff Little Fingers) o a cuestionamientos artísticos más concientes (The Adverts), por poner algunos ejemplos. Nico del Caño y el Frente de Izquierda lograron estar identificados popularmente como una izquierda obrera, que lucha y se planta, y que tiene relación con las ideas del trotskismo. Denunciar que los principales candidatos preparan el ajuste es de alguna manera decir que con ellos “no hay futuro”. Denunciar a la casta de políticos que viven como gerentes es un sacudón para hacer masiva otro tipo de política en función de los intereses de la inmensa mayoría del pueblo trabajador. Así como el punk sacudió una escena musical que se alejaba de los sentimientos de la juventud, la izquierda consecuente patea el tablero en una escena política dominada por partidos tradicionales que se pelean por gerenciar los intereses de los capitalistas.
Cabe la metáfora del único candidato presidencial de izquierda como uno más de los Sex Pistols (pese a Sid Vicious; el bajista de la etapa más creativa de los Pistols fue Glen Matlock, que este jueves 8 se presenta a tocar en Buenos Aires). Sepan grandes señores, terratenientes, capitalistas, burócratas traidores, que esta izquierda llegó para quedarse y que en algún momento será para ustedes el “no hay futuro”.