Javier Milei le declaró la guerra a la clase trabajadora y avanza con despidos en varios sectores, intentando instalar la idea de que, “a quienes despide son casta, gente que cobra un sueldo cuando no van a trabajar”. Su objetivo es, también, desmantelar la cultura y privatizar cuanta empresa del estado pueda. En GPS se despidieron al menos 72 trabajadores y en el INCAA, 200 más. Los y las trabajadoras se organizan para recuperar sus puestos de trabajo y, desde nuestro sindicato docente Ademys, promovemos la unidad con todos estos sectores.
La docencia viene de un paro nacional convocado por CTERA la semana pasada, donde fuimos fuertemente reprimidos por la policía de Bullrich por reclamar por salario, alimentación en las escuelas y condiciones laborales.
Participaron de la movilización, Kelly y Diego, trabajadores despedidos de GPS, en pos de seguir coordinando las luchas e instalar la idea de que la única forma de triunfar será promoviendo la más amplia unidad. Los y las docentes vemos a diario como la crisis repercute en nuestros estudiantes, quienes llegan con hambre a las escuelas o cuentan los padecimientos de sus familias. Sabemos que cada despido significa un plato menos de comida sobre la mesa, una familia más en la calle y, por eso y para que la lucha resista y triunfe, nos sumamos aportando a los fondos de lucha y difundiendo los diversos conflictos.
Pero ¿alcanza solo con eso?
La solidaridad es una gran demostración de acompañamiento en la lucha, es necesaria para que las y los trabajadores resistan y puedan pelear con el objetivo de conseguir la reincorporación de estos cientos de puestos de trabajo, pero para derrotar todo el plan de ajuste de conjunto se necesita más.
Hay que ser bien claros, quienes están permitiendo que esta situación avance, que se despida a miles de trabajadores como lo vemos en el INCAA, GPS, estatales, Aysa, ferrocarril, entre otros sectores, son las grandes centrales sindicales, es decir, la CGT y las CTAs, que, en vez de convocar de inmediato a un paro general, convocan a paros o acciones por sectores y se sientan a negociar con el gobierno una reforma laboral para ver cuánto más ahogar a la clase trabajadora. Es necesario organizarnos colectivamente y votar un plan de lucha.
Si nos unimos somos más fuertes
Nuestra clase, la trabajadora, tiene un enorme desafío: unir por abajo lo que quieren dividir por arriba. Estas muestras de solidaridad las debemos duplicar, triplicar, pensando de conjunto como poner un freno a Javier Milei y a sus políticas que solo empobrecen a las familias trabajadoras mientras, beneficia a los mismos de siempre: los empresarios. Necesitamos generar el volumen de fuerza necesario para imponerle a las centrales que salgan de una vez a luchar en perspectiva de una huelga general, con cortes de ruta y piquetes, que se propongan terminar con este gobierno y se cuestione todo el régimen de conjunto.
Para aportar al fondo de lucha de los trabajadores de GPS, tercerizada de Aerolíneas Argentinas y del INCAA:
Conoce todas las resoluciones votadas en la asamblea abierta del sindicato de docentes Ademys:
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