Fotografía: Reuters
El Gobierno no logró conseguir quórum suficiente para la sesión, pese al cambio de gabinete de la semana pasada, que buscaba mejorar su posición en la legislatura.
El Gobierno quiere vetar dos proyectos que aumentarían el gasto público en 63.000 millones de reales (16.400 millones de dólares) en los próximos cuatro años e incluyen un fuerte incremento de un 78 por ciento en los sueldos de los empleados del Poder Judicial y un alza en los pagos para los jubilados.
La ratificación de los vetos era la primera prueba de la apuesta de Rousseff por conseguir más respaldo en el Congreso con la modificación de su gabinete para darle más cargos a sus aliados principales, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
El nuevo revés mostró la debilidad política en la que se encuentra el gobierno de Dilma, que busca evitar que se le realice un juicio político como piden algunos opositores, en medio del peor escándalo de corrupción y de la recesión más grave del país en 25 años.
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