Integrantes del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad de Sonora (STEUS) estallaron la huelga este 15 de abril, -en el marco del paro nacional del magisterio-, y luego de que las autoridades universitarias rechazaran su propuesta del 10% de aumento al salario y el 5% a prestaciones.
Los directivos de la UNISON ofrecen el 4% de aumento al salario y 2% a prestaciones, cifras que no cubren el aumento de la inflación, que tan solo en el mes de marzo se ubicó en 4.42% de acuerdo a datos del INEGI.
Lourdes Rojas Armenta, integrante del Comité de Huelga, informó que esta medida fue aprobada por 1105 votos a favor de trabajadores de los campus de Hermosillo, Ciudad Obregón, Navojoa, Caborca, Santa Ana y Nogales.
Tras la negativa de las autoridades y la votación del STEUS, trabajadores colocaron las banderas rojinegras en los diferentes campos de la UNISON, donde laboran 2 mil 500 docentes, 2 mil 600 trabajadores y 40 mil estudiantes de diferentes ciudades de Sonora. Sobre la huelga de trabajadores, el colectivo La Voz de lxs Estudiantes expresaron su apoyo a la huelga y argumentan que "no puede florecer el aprendizaje en un ambiente de trabajadores precarizados".
Por su parte, integrantes del Sindicato de Académicos de la Universidad de Sonora (STAUS), aprobaron una prórroga de 15 días a las autoridades, para que presenten una propuesta satisfactoria a sus demandas.
¿Qué pasa en las universidades públicas y las luchas de trabajadores de la educación?
De acuerdo a La Jornada, son ya 27 huelgas realizadas en la Universidad de Sonora desde 1976 a la fecha, por temas laborales y conflicto entre trabajadores y autoridades. Esto indica que, a pesar de la importante labor que realizan las y los empleados administrativos, de jardinería, limpieza, cocina y mantenimiento, junto a las y los docentes para el funcionamiento diario de la Universidad, las autoridades siguen denostando su labor, mientras que el rector y directivos mantienen salarios muy por arriba de un trabajador promedio.
Las autoridades de la UNISON y otras instituciones como la UNAM, IPN, UPN, UAS y otras, dicen que no hay recursos para mejorar los salarios de docentes y trabajadores. Pero las finanzas de dichas instituciones no son las más claras, y en los últimos años, 11 universidades públicas se declararon en quiebra debido a la corrupción y desvío de fondos de los directivos. Según indicó a este diario el profesor Arturo Rendón: “La Auditoría Superior de la Federación (ASF), indicó que el 77% de las instituciones de educación superior, es decir, casi 8 de cada 10, presentan irregularidades en el uso de los recursos públicos.”
Con este antecedente, las y los trabajadores del STEUS, STAUS y todos los sindicatos universitarios y educativos del país, están en su legítimo derecho de exigir auditorías independientes y la revisión pública de los libros de contabilidad de las escuelas, para saber realmente a donde se van los presupuestos y los recursos.
Y es que el problema educativo en México es profundo y recorre todos los niveles, desde el básico hasta el superior. Quizá por ello y de manera no coordinada, la huelga del STEUS estalló el mismo día en que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), convoco a un Paro Nacional de trabajadores de la educación básica, para exigir el cumplimiento de los 12 puntos del pliego petitorio.
El paro y la huelga coordinados entre el magisterio, docentes, estudiantes y trabajadores de la educación desde Sonora hasta Chiapas junto con la participación de los sindicatos universitarios como el STUNAM y el magisterio agremiado en el SNTE, según lo indica la historia, son los métodos más eficientes que tenemos como clase trabajadora, para obligar a que los patrones y gobiernos, cumplan hasta el final todas nuestras demandas.
Desde La Izquierda Diario México enviamos un combativo saludo a las trabajadoras y trabajadores del STEUS en huelga. Abrimos nuestro medio para publicar sus testimonios, denuncias y llamados a los estudiantes, padres de familia y trabajadores de Sonora y de todo el país, para apoyar su justa lucha, pues no solo se trata del aumento salarial sino de la defensa de la educación pública para las hijas e hijos del pueblo trabajador.
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