En las últimas horas se conoció la oferta del gobierno de un 70% en marzo y otro 70% en mayo para el gastos de funcionamiento de las universidades nacionales, que si bien se queda muy por detrás del 280% de inflación y no le ofrece nada a los docentes cuyo sueldo viene cayendo, expresa el temor del gobierno de que la movilización universitaria del 23 de abril despierte algo más que al movimiento estudiantil.
Estudiantes, docentes y no docentes de las Universidades Nacionales empiezan a moverse en todo el país. En los últimos días decenas de clases públicas, abrazos, movilizaciones, festivales, cacerolazos y asambleas llenaron las calles y patios de las instituciones educativas junto a estudiantes, docentes, no docentes y sectores de trabajadores que la vienen peleando. La lucha educativa que está naciendo puede darle un golpe duro a Milei y alentar la lucha de todos los sectores afectados por su plan.
Algo se está gestando…
La UBA tuvo clases públicas en varias facultades (como Filosofía y Letras donde la calle estuvo cortada por cinco días), asambleas llenas de participación (como la de Psicología donde la conducción del centro - EDI / Franja Morada - tuvo que sumarse al ver la convocatoria masiva) y abrazos a facultades y hospitales que dependen de la universidad como en Medicina, el Clínicas o Exactas.
En Mendoza, en la UNCuyo, hubo una movilización masiva donde participaron miles de docentes, estudiantes y no docentes y una interfacultades. Algo que no se veía hace mucho tiempo. ¿La respuesta del gobierno provincial? Multar por un millón de pesos al gremio docente FADIUNC.
En Córdoba, desde la asamblea de Ate-Conicet y la asamblea de estudiantes de Artes y Filosofía de la UNC, se realizó un festival donde participaron 1500 personas. Lo recaudado fue donado al fondo de lucha de los trabajadores despedidos del estado.
En Rio Negro y Neuquen, donde se encuentra la universidad del Comahue, vienen de realizar clases públicas en el marco del Paro Nacional docente de la semana pasada. Se viene organizando una Red en defensa de la educación pública.
En la UNLP sigue creciendo la organización en asambleas, impulsadas por quienes se autoorganizan para enfrentar los planes de Milei. Solo el jueves hubo asambleas en 8 de las 17 facultades de la Universidad.
En las universidades del conurbano comienzan a llegar los aires del conflicto. En la zona Sur hubo asambleas de 250 personas en UNAJ, 150 UNQ, 150 en UNDAV, 300 en UNLa, donde además se realizó un banderazo con 400 personas entre docentes y estudiantes. En la zona norte, el jueves hubo movilizaciones de más de 500 personas en la Universidad Gral. Sarmiento, de San Martín y en la Universidad de Moreno. Además cientos de estudiantes se vienen organizando en asambleas también en UNTREF, UNLU y UNPAZ. Hasta se hizo una asamblea de 300 en la UNLAM, y asambleas autoconvocadas en UNLZ y UNaHur.
En Jujuy, también se llenaron las calles con la marcha de antorchas y clases públicas impulsadas por la UNJu.
Todo esto son solo algunos ejemplos. Algo empieza a cambiar. El movimiento estudiantil se está despertando y puede motivar a otros sectores a salir contra este gobierno.
¿Cuál es nuestra pelea?
Milei busca un modelo de país mucho más dependiente del capital extranjero, donde aumente la precarización laboral, la pobreza y el extractivismo. Para eso necesita un modelo de universidad donde cada vez seamos menos los que podamos acceder y donde la educación se piense al servicio de los negocios de los empresarios. Quiere profundizar la tendencia creciente a la mercantilización que viene sufriendo nuestra educación y la ciencia, hace años que solo beneficia a los grandes empresarios y al FMI.
Como si fueran dos cosas separadas Emiliano Yacobitti, el vicerrector de la UBA, dice en los medios que la marcha del 23 de abril no es contra el gobierno sino sólo por la universidad. Esto es porque pertenece (como muchos otros rectores y la Franja Morada) a la UCR. Que está "colaborando" con Milei. Muchos diputados y senadores radicales van a votar la nueva Ley Ómnibus, para que siga el saqueo a las jubilaciones, los salarios, los planes sociales y todos los recursos naturales del país. También quieren una reforma laboral para precarizar más nuestros trabajos o los que podamos conseguir cuando nos recibamos.
Los objetivos de los peronistas y los radicales que dirigen las Universidades y las provincias son muy distintos a los nuestros. Buscan un aumento de presupuesto sin importar donde haya que poner la firma, están dispuestos a votar esas leyes a cambio de algunas migajas. Por algo aún no llamaron a sesión en la Cámara de Diputados para tirar abajo el DNU. Nosotros no podemos permitirlo. Queremos más presupuesto pero no a costa de sacarle el pan de la boca a los jubilados, no a costa de prohibir el derecho a huelga de nuestros docentes convirtiendo la educación en actividad esencial. No a costa de los salarios y de precarizarnos la vida y dejar a miles de compañeros fuera de la universidad.
La mayoría de los que estudiamos, también trabajamos. Si no podemos llegar a fin de mes, no podemos pagar el alquiler o el transporte, no solo no podemos educarnos, no podemos vivir tampoco. La universidad no se salva sola, tiene que ser con todos adentro y con una perspectiva que plantee poner nuestros conocimientos al servicio de la sociedad y no del mercado. Para enfrentar el ataque a la universidad hay que tirar abajo todo el plan de Milei.
¿No deberíamos ser nosotros quienes debatamos de donde queremos que salga la plata para la educación? Circuló mucho en redes sociales un debate acerca de la compra de aviones de guerra por parte del gobierno. ¿Para eso hay plata? ¿Pero no para las universidades?¿No para los jubilados?¿No para los trabajadores? A empresarios como Galperin vienen de darle beneficios impositivos, le aumentan el sueldo a senadores y a funcionarios del gobierno como Manuel Adorni o Karina Milei, pero a las universidades les recortan. Al FMI le vienen de dar 5,5 veces el presupuesto universitario. Plata hay...
Están claras sus prioridades, pero nosotros peleamos otras. Solo podemos confiar en nuestra propia fuerza junto a la de millones de trabajadores y trabajadoras. Tenemos que saber quiénes son nuestros aliados para está pelea y quienes nos quieren usar para cuidar sus kioskos. Necesitamos la mayor unidad posible para tirar abajo todo el plan de Milei. Las reglas las tenemos que poner nosotros, los estudiantes, docentes, no docentes y trabajadores.
Cabe preguntarse por qué algunas agrupaciones, que siempre hablan de una Argentina Humana o de la Patria Grande, no están siendo parte de alertar sobre este problema, de desenmascarar la utilización que quieren hacer los rectores de nuestra movilización. En algunas asambleas incluso, como la autoconvocada en Sociales de la UBA, La Mella se abstuvo de rechazar la ley ómnibus, la reforma laboral y el DNU y se negó a manifestarse para que las autoridades prendan la luz y no cedan al auto-ajuste en las facultades ¿Por qué?¿Están de acuerdo con esas medidas de Milei? En la Facultad de Artes de la UNLP, donde conducen el centro de estudiantes, se negaron a realizar una asamblea antes del 23, los estudiantes se autoconvocaron y la hicieron igual con la ausencia de la conducción. Además vienen teniendo una política de dividir a cada sector que está luchando. Por donde lo mires, pareciera que quieren dejar pasar el ajuste del gobierno, para “volver” con el peronismo sobre tierra arrasada en 2027, en el medio quedan quienes no tienen para comer o tienen que abandonar la universidad. No por nada es prácticamente imposible encontrar a sus referentes en las calles o en las luchas de los trabajadores.
Organizarnos desde abajo
Años de centros de estudiantes que se convirtieron en la pata estudiantil de las autoridades y se olvidaron de ser una herramienta de lucha nos pueden llevar a creer que tenemos que esperar, que por falta de experiencia está bien que “nos conduzcan” desde arriba. Pero los ejemplos que empiezan a haber, demuestran que tenemos la posibilidad de recuperar la mejor tradición del movimiento estudiantil. La que en 1918 conquistó la autonomía universitaria, en 1966 se enfrentó la dictadura de Ongania y lo hizo caer luego del hito del Cordobazo, donde en 1969 los estudiantes salieron con los trabajadores a enfrentar la dictadura. La que en los 90 enfrentó la Ley Superior menemista y en el 2001 tiró al ministro de Economía, Ricardo Lopez Murphy que había anunciado un ajuste al presupuesto universitario. Esa es la tradición que tiene en nuestro país el movimiento estudiantil. Un movimiento que supo construir y tender lazos con los trabajadores y construir una gran fuerza que puede ser arrolladora.
No es casualidad que, cada dos por tres, el presidente hable de “adoctrinamiento marxista” en la Universidad. Argumentos similares usaba la dictadura de Onganía en el ´66 para atacar la educación superior. Para el amante de los perros clonados todo lo que no se alinee con su visión liberal ultra capitalista, es igual a marxismo. Pero el tiro le puede salir por la culata. De tanto hablar de “comunismo” y “marxismo” el interés por las ideas de Marx va en aumento en los primeros años de las carreras y las ediciones del Manifiesto Comunista de Ediciones IPS se venden como pan caliente.
En todo el país, franjas de estudiantes que se cansaron de esperar a las conducciones de sus centros de estudiantes y se empezaron a organizar: FADU en Lucha en la UBA, la Posta Sanitaria en Buenos Aires y La Plata, la Red en defensa de la educación pública en UNCUYO, asambleas de autoconvocadxs y comunidades de WhatsApp en montones de universidades. Ese tiene que ser solo el comienzo para que florezcan espacios de auto-organización en las facultades que superen las trabas y los ritmos que quieren imponer las burocracias estudiantiles y el régimen universitario.
En la marcha del 23 hagamos que se vean todos los espacios autoconvocados que surgen en cada facultad y universidad, junto con los centros que quieran luchar contra todo el plan de Milei junto a lxs trabajadorxs. Construyamos una gran asamblea interfacultades que agrupe a todos esos espacios independientes de las autoridades. Coordinémonos en la misma marcha y hacia el futuro.
Desde la Juventud del PTS formamos agrupaciones junto a estudiantes independientes con quienes estamos intentando desarrollar la más amplia autoorganización en cada facultad, en cada universidad y convencer de la pelea por fortalecer la lucha universitaria y todas las luchas, haciendo que trabajadores, asambleas barriales, estudiantes, organizaciones sociales golpeen con un solo puño. Queremos retomar la mejor experiencia del movimiento estudiantil, la del Cordobazo, la de la unidad de los trabajadores y los estudiantes que demostró que esa es la forma para triunfar, con la movilización masiva y la autoorganización, sin ninguna confianza en las burocracias, confianza en nuestra propia fuerza y la unidad. Ellos tiraron abajo una dictadura, nosotros podemos apostar a cambiar la historia, de la universidad y de todo el país.
En cada universidad empieza a resurgir el movimiento estudiantil y la lucha de los trabajadores despierta la simpatía. A todos ellos, a nuestro familiares, amigos, compañeros de trabajo tenemos que invitarlos a ser parte de la movilización del 23 de Abril. Y a ser parte, el 27, del gran Encuentro que estamos organizando junto a trabajadores que enfrentan los despidos como los de GPS Aerolíneas y estatales, asambleas barriales, movimientos sociales, de derechos humanos, ambientalistas, del movimiento de mujeres, para debatir cómo enfrentamos el plan de ajuste de Milei junto a empresarios, FMI y gobernadores.
Si el presente es de lucha, el futuro es nuestro. |