Tras las primeras reacciones del presidente que consistieron en provocaciones y retuits varios con el fin de deslegitimar la histórica movilización en defensa de la universidad pública, este miércoles Milei acusó recibo del mensaje que le enviaron cientos de miles en las calles de todo el país. Salió con un posteo en X, en el que repitió el gastado discurso anticasta, a la vez que habló de "banderas justas", "causas que suenan nobles" y de "garantizar los fondos de las universidades". El Gobierno se ve obligado a recalcular si no quiere encontrar más temprano que tarde el límite de la calle a su plan de ajuste salvaje. |
La histórica movilización que se llevó a cabo en las principales ciudades del país contra el ataque del Gobierno a las universidades públicas, constituirá probablemente un antes y un después cuando en el futuro se observe lo que fue el Gobierno de Javier Milei. Estudiantes, docentes, auxiliares, trabajadoras y trabajadores de diversos gremios, junto a organizaciones sindicales, sociales y políticas salieron a las calles para defender las universidades pública; a la vez que esa enorme movilización sirvió como canal de expresión de la bronca y descontento por la dura situación económica y social que vienen padeciendo las mayorías trabajadoras en el país.
Voces cercanas en lo ideológico al Gobierno, incluidos panelistas de los medios de comunicación más concentrados, señalaban el error de Milei y su gabinete de no haber hecho un poco más con el fin de desactivar una protesta que los días previos ya se anticipaba de una gran masividad. Se trató de una manifestación que reunió a una gran diversidad de sectores. "No la ve", fue una frase que circuló en sectores de la clase política, entre los cuales se encontraban incluso los dispuestos a colaborar con el plan del "libertario".
Las respuestas del presidente durante las horas posteriores fueron fieles a su modo provocador. Con retuits varios y luego un posteo con la imagen de un león bebiendo una taza con "lágrimas de zurdos", Milei continuaba con su estilo de campaña pero sin advertir o admitir el problema para sus planes de ajuste que implicaban cientos de miles movilizados en las calles. A la vez, la referencia a las "lágrimas" parecía más que nada una proyección de lo que él y su Gobierno sentían tras el importante golpe político recibido con la enorme movilización que incluyó a sectores de su propia base electoral.
Recalculando, este miércoles por la tarde, quizás advertido por sus colaboradores más cercanos o teniendo al menos un instante de realismo político, acusó recibo del importante mensaje político que significó esa movilización y salió mediante un posteo en X a aclarar que en ningún momento desde el Gobierno se habló de "cerrar las universidades", de que se "garantizarían los fondos" a condición de auditorías externas a las casas de estudio, y de que se trataba de "una bandera justa" y "una causa que suena noble". Eso sí, repitiendo el cada vez más desgastado discurso anticasta intentando pegar la masiva movilización con algunas figuras políticas que participaron, sobre todo de Unión por la Patria.
Lo cierto es que a pesar de señalar que algunos de quienes se movilizaron "no defienden la educación sino sus privilegios", la protesta reunió a gente de todas las edades, de presentes y pasadas generaciones estudiantiles, a trabajadores de diversos gremios que apoyaron la manifestación porque ellos también alguna vez estudiaron, estudiarán o sus hijos lo hacen en alguna universidad pública. El valor de las universidades públicas goza de un fuerte apoyo social según distintos estudios. Si hay algo en lo que no se equivocan desde el Gobierno, es que se trató de una movilización con fuerte carácter político. No solo se expresó el rechazo a un ataque a las universidades del Estado, sino el descontento con lo que vienen siendo la administración "libertaria" y su brutal plan de ajuste que sólo enriquece más a los ya ricos, mientras empobrece a las mayorías.
El recálculo de Milei tras una protesta de proporción histórica, pareciera mostrar que el único lenguaje que realmente entienden él, los integrantes de su Gobierno y la clase dominante, es el de las calles. Por eso más que nunca hay que continuar este camino, partiendo de las mejores condiciones conquistadas con la movilización del martes, para enfrentar hasta derrotar todo el plan de ajuste de Milei, el gran empresariado y el FMI. Los tratamientos de la nueva Ley Ómnibus, la contra reforma laboral y el paquete fiscal pro-ricos en el Congreso, tienen que ser las próximas paradas de esa pelea de todas y todos en las calles. |