“He decidido seguir. Esta decisión no supone un punto y seguido, es un punto y aparte. Asumo la decisión de continuar con más fuerza si cabe al frente del Gobierno de España”, ha dicho Pedro Sánchez en su comparecencia desde el Palacio de la Moncloa.
Con esta frase Pedro Sánchez ha puesto punto y final a la incógnita abierta hace cinco días sobre su futuro político y que ha mantenido en vilo a buena parte del país y el régimen político hasta la mañana de este lunes.
En su comparecencia el presidente ha dicho que asume el “compromiso de trabajar sin descanso, con firmeza y con generosidad por la regeneración pendiente de nuestra democracia y por el avance y la consolidación de derechos y de libertades”.
Sin embargo, no ha planteado una sola medida concreta para llevar a cabo una supuesta regeneración de la degradada democracia española.
Sánchez habla de "regeneración democrática" pero su gobierno mantiene en pie la ley mordaza, con la que se criminaliza la protesta. Habla de "regeneración democrática", pero no piensa tocar la ley de extranjería, que condena a la ilegalidad y la persecución a miles de personas migrantes en situación irregular. Tiene el cinismo de hablar de "regeneración democrática", mientras esta misma semana siguen entrando en prisión los jóvenes de "Los 6 de zaragoza" por el solo hecho de haber participado en una movilización contra la derecha.
Las repercusiones políticas de la comparecencia de Sánchez han llegado desde todo el arco político. Desde sus socios de SUMAR, Yolanda Díaz ha planteado que defiende "más democracia y más derechos". Ha mencionado la necesidad de "reformar" la ley mordaza, pero no ha propuesto ninguna medida de fondo contra la casta judicial y mediática. La realidad es que no hay ninguna "regeneración democrática" posible de manos de un gobierno del PSOE-SUMAR, en los marcos del podrido régimen del 78, con su reaccionaria monarquía, poder judicial y policial heredero del franquismo. No hay regeneración democrática con un régimen basado en la represión a los movimientos por la autodeterminación, como se impuso en Catalunya estos años.
Pablo Castilla, de la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) ha señalado: "No existe "regeneración democrática" del Régimen del 78 heredero de la dictadura. Contra los ataques de la derecha, la reforma de la democracia capitalista que pretenden los reformistas es "cambiarlo todo para que nade cambie" y eso es dejarle la puerta abierta a la reacción."
En el mismo sentido, Lucía Nistal de la CRT ha agregado que: "A la derecha y la extrema derecha, sus métodos y sus ataques hay que pararles los pies, pero eso no se hace manteniendo las políticas más reaccionarias, como hace este gobierno del PSOE-SUMAR. Tenemos que estar organizadas y movilizadas, con la fuerza de la clase trabajadora, las mujeres, las migrantes y la juventud."
"Porque no nos conformamos con reformas cosméticas a esta democracia para ricos. Donde nos llaman a poner una papeleta cada tantos años, mientras todos los días deciden ellos: los bancos, las multinacionales, los más ricos. La movilización tiene que ser independiente de todos los partidos del régimen." | 
