Este 1° de mayo se conmemoran 138 años de la gesta histórica de las trabajadoras y trabajadores de Chicago, que dieron sus vidas por la jornada 8 horas y mejorar las condiciones laborales. Hoy, este debate continúa vigente cuando el sueldo mínimo está por debajo de los gastos de una familia trabajadora y existe menos tiempo para la recreación y tiempo familiar. Esto mientras en el ranking Forbes, Chile se ubica como el tercer país con mayor cantidad de multimillonarios en Latinoamérica
La clase obrera es una y sin fronteras
En el plano internacional, el genocidio del Estado sionista de Israel contra el pueblo palestino en la franja de Gaza ha cobrado ya la vida de más de 35 mil personas y en aumento, la mayoría mujeres, niñas y niños. Las muestras de solidaridad y apoyo con la lucha y resistencia del pueblo palestino desde la juventud en las universidades estadounidenses y en Europa expresan un movimiento contra el imperialismo y el colonialismo, en el corazón de los principales países aliados del Estado de Israel. Retomemos las banderas internacionalistas de la clase trabajadora, exijamos en nuestros organismos que el gobierno de Boric rompa relaciones políticas, comerciales y militares con el Estado de Israel.
Este 1 de mayo, también nos pronunciamos contra la derecha y ultraderecha que intenta avanzar en Latinoamérica y en el mundo, con nuevos planes de ajuste antiobreros y antipopulares. En Argentina, el pasado 23 de abril la enorme e histórica movilización de las y los estudiantes, trabajadores y el pueblo contra el ajuste brutal de Milei y el FMI, ha abierto una nueva situación política que pone a la orden del día la posibilidad de que, con la movilización y organización, desde abajo e independiente, se puede derrotar los planes de ajuste mientras empezamos a desbrozar una salida de fondo, obrera y popular. Actualmente son miles quienes se manifiestan a las afueras del Congreso en Argentina, ya que, Milei repuso la discusión de la ley ómnibus, haciendo como si la gran movilización estudiantil, no hubiese existido.
Por un polo independiente de las y los trabajadores y un plan de lucha
En Chile, el gran empresariado busca reeditar las ganancias que les aseguró la herencia de la dictadura y los partidos de los 30 años desde un escenario internacional totalmente distinto, ya muy lejos de los “años de oro” del neoliberalismo. Se trata de una economía mundial que ha crecido a duras penas luego de la crisis del 2008 y que no puede volver a las viejas y jugosas tasas de ganancias, lo que solo promete a la clase trabajadora que se refuercen sus cadenas de explotación con el crecimiento económico de las grandes patronales, la cual se sustenta en el traspaso de los ingresos de las y los trabajadores hacia las arcas de los grandes empresarios. En nuestro país ya tuvieron su primer ensayo durante la crisis a la salida de la pandemia, donde las familias trabajadoras pagaron el costo de la economía, mientras las grandes empresas sostuvieron sus ganancias.
El gobierno, por su parte responde positivamente al empresariado, y da los primeros pasos para ofrecerle una Concertación 3.0 con un pacto desde la DC hasta el PC. Las señales de parte del oficialismo han sido claras, llevar adelante una agenda económica neoliberal clásica, que tiene como corolario la firma del TPP11, destrabar los permisos ambientales para acelerar el saqueo y el extractivismo, proteger las ganancias patronales en base la inflación y el alza del costo de la vida, como vimos a la salida de la pandemia, así como en términos políticos la nueva política de alianzas electorales desde el PC hasta la DC (Chile Contigo Mejor), y la subordinación a la agenda securitaria de la derecha. Los partidos hoy en el gobierno no son ninguna alternativa para el pueblo trabajador.
La derecha busca aprovecharse desde la agenda securitaria para aumentar los niveles de represión, sabe que las demandas del estallido no están resueltas, y que una nueva explosión podría volver a suceder. Es por esto que refuerza su discurso securitario, no les interesa la seguridad ni el bienestar del pueblo, lo que nunca les ha interesado, para eso criminaliza la migración y al pueblo mapuche, crea enemigos para sostener una política que la tenga mejor preparada contra el descontento social. Por eso, la derecha sale a llamar a la misma rebelión de octubre, estallido delincuencial. Tal como hoy, apuntan contra las comunidades y organizaciones mapuche, luego del asesinato de los tres carabineros en Cañete. Bajo ninguna prueba quieren instalar un relato, represivo y criminalizador en contra el pueblo mapuche, cuando aún, ni siquiera existe ningún grupo u organización del mundo mapuche adjudicándose el hecho. Asimismo, la derecha exige la amnistía a los represores, una burda utilización y un sobre esfuerzo de ligar este hecho con la rebelión de octubre. Boric y todos los partidos del oficialismo, son cómplices de esta línea que les traza la derecha, al adoptar el blindaje hacia general Yañez, y además sumándose a la legislación de un nuevo paquete de leyes represivas, que incluye una ley de amnistía para los crímenes de las policías y las Reglas de Uso de a Fuerzas que les permitan impunidad, tanto a Fuerzas Armadas como policías.
El Partido Comunista, estando en el gobierno se ha convertido parte del régimen y ha mostrado toda su subordinación a esta línea de grandes acuerdos. Este lunes, sus figuras y dirigentes legislaron junto a la derecha por nuevas leyes securitarias, presidiendo la Cámara de Diputadas y Diputados. Pero no es solo eso, están desesperados por mostrarse como un partido que le ofrezca gobernabilidad a la derecha y los grandes empresarios, son parte de la oferta de una Concertación 3.0, quieren ser su resguardo por izquierda. Ademásm son la burocracia de los principales organismos de la clase trabajadora, a la que buscan siempre poner marchando por detrás de cualquier alternativa política, menos de su propia independencia política.
El pasado 11 de abril la CUT, dirigida por el Partido Comunista y el Partido Socialista, convocó a un paro nacional sin previa preparación: no convocó a las asambleas de base por lugar de trabajo y tampoco llamó a otros sectores sociales a sumarse al paro. Las demandas iban acompañadas por un manifiesto social, el cual terminó siendo un lienzo para la fotografía testimonial. El rol de la burocracia sindical dirigida por el Partido Comunista y el Partido Socialista se ha expresado en inmovilizar y no convocar la unidad con el paro docente de Antofagasta que convocó a la movilización de 52 liceos municipales además de colegios particulares pagados y subvencionados. Menos ha buscado la unidad de los pobladores de las tomas, las cuales han sido criminalizadas, como la toma Dignidad que continúa dando la pelea por el derecho a la vivienda y contra la represión de Carter.
Frente a un nuevo 1° de mayo, es urgente que la CUT Chile convoque a un paro efectivo organizado con un mandato a todos los sindicatos y afiliados a asambleas base para que se discuta un pliego unificado de demandas para unir la fuerza de los trabajadores con el conjunto de la población. El punto de partida ha de ser el apoyo incondicional a luchas actuales en curso como lo es la movilización docente en Antofagasta, la lucha contra el cierre de Huachipato, las movilizaciones en el puerto de Coronel.
El objetivo no puede ser negociar migajas con el gobierno, la derecha y los grandes empresarios. Es necesario reponer una agenda política de las y los trabajadores que pelee por salarios mayores a los 750 mil pesos. Que coloquemos al centro la reducción de la jornada laboral sin rebaja de sueldo para que trabajemos todos y como medida para paliar las altas cifras de cesantía. Además de pelear por conquistar el derecho a la salud, a la educación, a la vivienda y pensiones.
A retomar la lucha por la salud, educación, y pensiones
La salud pública es uno de los problemas más sentidos por la población, debido a la profunda crisis que cursa y que golpea a las familias trabajadoras que se atienden en el sistema público. Un sistema que no cayó del cielo, sino que fue impuesto en la dictadura militar donde se acabó con el Sistema Nacional de Salud y se instala la lógica neoliberal que tiene como bases el disminuir la inversión pública, “descentralizar” y fragmentar la administración, flexibilizar y precarizar el trabajo y abrir el camino para la inversión y negocios de empresarios.
Terminar con este sistema educativo neoliberal, y retomar la pelea por una educación pública, gratuita y de calidad para todas y todos financiada 100% por el estado mediante aportes basales directos, esto financiado a través de la nacionalización de los recursos naturales como el Litio, e impuestos a las grandes fortunas.
Para acabar con las pensiones de hambre que entregan las AFP hay que avanzar a un sistema de reparto, solidario, controlado por comités de jubilados y trabajadores, que discuta y resuelva, democráticamente, qué hacer o donde invertir esa enorme bolsa de dinero que hoy está al servicio de los bancos y grupos como Luksic o Paullmann que acceden a créditos baratos para capitalizar sus propias empresas o financiar sus inversiones, aumentando exponencialmente sus riquezas, eso mientras las y los jubilados dependen de pensiones de hambre.
Que nuestras vidas no se las lleve el trabajo: Reparto de las horas de trabajo a 30 horas, 6 horas en 5 días
Este viernes 26 de abril entró en vigencia la ley de las 40 horas, ley que reduce la jornada de 45 a 44 horas a la semana. A días que se implementara la nueva ley, aparecieron denuncias desde los sindicatos, de que las empresas habían decidido una implementación “burlesca” de la norma: reducir 12 minutos cada día: 12 minutos por 5 días es igual a 1 hora que es lo que se exige en esta fase.
Hay que partir mencionando, que este proyecto lleva cerca de 6 años en el parlamento y para que se pudiese destrabar, el gobierno de Gabriel Boric tuvo que ceder varios de sus puntos frente a la derecha y sectores del gran empresariado. En este sentido, dos puntos claves que se cedieron, fue la distribución de las horas de trabajo y los aspectos que profundizan la flexibilidad laboral.
En primer lugar, sobre cómo se debería adaptar la jornada laboral, se habla de una negociación entre trabajadores y patrones. Este primer aspecto, oculta en sí mismo, que en el actual sistema laboral en Chile, los patrones son quienes deciden por encima de todo. Cualquier cuestionamiento podría ser considerado motivo de expulsión o despido.
Hay una ilusión que promueve el gobierno, sobre los acuerdos igualitarios entre la clase trabajadora y la patronal. De fondo, solo un 42% del total de personas que actualmente se encuentran con trabajo, se verán afectadas por la política de reducción de la jornada.
¡Paso a planta, Abajo el subcontrato!
Bajo las banderas de terminar con el subcontrato en perspectiva de acabar también con toda precariedad laboral, salarial y de la vida, es necesario buscar la unidad de la clase trabajadora junto a los sectores populares que de conjunto vienen resintiendo los ataques a nuestros bolsillos y con un aumento al sueldo mínimo que no cambia esta realidad. Es por esto, que es necesaria la unidad de los sindicatos y los sectores populares en coordinación para luchar por un pliego único de demandas que termine con el subcontrato y demás contratos precarios (como honorarios y eventuales), por un salario mínimo de $750 mil pesos y un impuesto progresivo a las grandes fortunas para financiar un IFE para todos los cesantes; un reajuste mensual de sueldos y jubilaciones según el costo de la Canasta Básica de Alimentos; nacionalización de las empresas de servicios como el Agua, Luz y Gas. Fin al lucro en los servicios de primera necesidad; control de precios en supermercados y grandes distribuidoras; y la nacionalización de la banca y monopolio del comercio exterior para terminar con la fuga de capitales que hacen los millonarios.
¡Basta de saqueo! Por la autoorganización obrera y un plan de viviendas bajo control de los trabajadores y pobladores
Frente a un sistema de salud que se cae a pedazos, una educación sometida al mercado, crisis habitacional para cientos de miles de familias, entre muchos otros problemas que se han consolidado como demandas históricas, aún no solucionadas y que fueron el detonante del estallido del 2019, es necesario retomar la demanda por la nacionalización de los recursos naturales, en este caso del cobre, y hoy más que nunca del litio y el agua. Un recurso como el cobre que aunque en los papeles diga estar nacionalizado, la dictadura y los 30 años, se dedicaron a abrirle amplios espacios a la ley para que las multinacionales pudieran venir a sacar una tajada enorme de las ganancias.
Las familias trabajadoras y pobres no podemos pagar esta crisis. Es por ello la necesidad de un plan de obras públicas financiado por el impuesto de las grandes fortunas y organizado y gestionado por los sindicatos de trabajadores y comités de vivienda. Ante la especulación y convenios con empresas privadas y fundaciones, urge requisar los terrenos privados de las grandes empresas y crear una empresa estatal de la construcción administrada por sus trabajadores y que priorice las necesidades humanas y ambientales, no por las ganancias millonarias de los empresarios.
¡Fin a la militarización en el Wallmapu! ¡Libertad a los presos políticos mapuche y de la revuelta!
La persecución al pueblo mapuche, como ya hemos visto, ha sido una política transversal del conjunto del régimen político, tanto la Concertación como la derecha, dieron el camino de cómo reprimir y militarizar la Araucanía, para proteger los intereses de los empresarios forestales. Boric, quién supuestamente venía con una intención de diálogo con sectores del pueblo mapuche, no tardó mucho en adoptar la estrategia de la represión, cárcel y criminalización.
Al igual que la persecución a líderes mapuche y su encarcelamiento, como son los casos de Luis Tranamil, declarado culpable por el caso del cabo Naín, sin ninguna prueba fehaciente que lo culpe de dicho homicidio, o el caso más reciente de Héctor Llaitul, ex dirigente de la Coordinadora Arauco Malleco. Apruebo Dignidad ha gobernado más de dos años sometiendondo bajo Estado de Excepción Constitucional el Wallmapu. Con militarización constante, allanamientos a comunidades mapuche y persecuciones.
Es necesario enfrentar las políticas criminalizadoras, pero también enfrentar a los grandes empresarios forestales, que se enriquecieron en Dictadura a costa de las tierras del pueblo mapuche.
Acto político, cultural y familiar
Este miércoles 1ero de mayo, te invitamos al acto político cultural y familiar que se llevará adelante en Casa Marx, Verdi 112, comuna de San Joaquín. Los grandes medios y los partidos tradicionales han instalado y defendido una agenda favorable a los capitalistas. Este 1ero de mayo luchamos por la unidad de la clase trabajadora y otros sectores para instalar una agenda favorable al pueblo trabajador.
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