Tras siete meses de genocidio y más de 30.000 palestinos muertos, finalmente la Conferencia de Rectores y Rectoras de las Universidades Españolas (CRUE) ha emitido un comunicado en el cual se suman al grito mundial que exige el fin de la invasión del ejército israelí en Gaza.
¿Le ha dado a la CRUE un repentino ataque de solidaridad con el pueblo palestino? No. Lo que preocupa a las rectoras y rectores son las acampadas, encierros y protestas que han surgido en los campus de Barcelona, Madrid, Aragón, Valencia, Euskadi, Andalucía, y que amenazan con extenderse al conjunto de las universidades del Estado español.
En su comunicado la CRUE se compromete a “revisar y, en su caso, suspender los acuerdos de colaboración con universidades y centros de investigación israelíes que no hayan expresado un firme compromiso con la paz y el cumplimiento del derecho internacional humanitario”.
¿Qué hay que revisar? Las instituciones académicas y científicas israelíes que colaboran con el genocidio, así como sus vergonzantes acuerdos con las universidades españolas, hace tiempo que han sido señaladas y denunciadas por las organizaciones que defienden los derechos del pueblo palestino. ¿Qué significa un “firme compromiso con la paz y el derecho internacional” cuando es bajo esas mismas fórmulas que se viene sosteniendo un régimen colonial de apartheid como el de Israel por más de setenta años?
Por supuesto en ningún momento el comunicado hace referencia a la multiplicidad de convenios que las universidades mantienen con empresas con capital israelí y/o que hacen negocios y venden armas al Estado sionista, varias de las cuales se sientan en los consejos sociales de nuestras universidades públicas.
Tampoco a la CRUE se le ocurre cuestionar a algunos de sus pares, como el rector Joaquín Goyache, que invitó a la embajadora israelí a la universidad complutense y llamó a la policía a reprimir a las y los estudiantes que protestaron contra su presencia, por lo cual decenas han sido multados.
El anuncio de la CRUE solo puede considerarse como un burdo intento de desactivar el movimiento por Palestina en las universidades y evitar que este alcance la dimensión y profundidad que vemos en los campus de Estados Unidos, Francia y otros países.
De la misma forma hay que entender el anuncio del Gobierno “progresista” del PSOE y Sumar de reconocer al Estado palestino, pero sin plantear ninguna ruptura de relaciones diplomáticas, económicas y militares con Israel. Sin cortar el flujo de armamento ni atacar el bolsillo de Israel y sus multinacionales no se para el genocidio.
A pesar del carácter cosmético de estas maniobras, son un reconocimiento al potencial del movimiento de las acampadas que cada día se extiende a nuevas universidades y campus. Por todo ello desde las agrupaciones Contracorriente y Pan y Rosas llamamos a las organizaciones estudiantiles, a los sindicatos de trabajadores y a la comunidad universitaria en general a:
1) Rechazar el comunicado vacío de la CRUE, como ya están haciendo las asambleas de varias acampadas, y seguir extendiéndolas y desarrollando la autoorganización democrática, sumando a profesores y trabajadores no docentes, y otros sectores de trabajadores y personas solidarias para exigir una ruptura total e inmediata de todas las relaciones de las universidades con instituciones y empresas israelíes, así como con aquellas que colaboran con el genocidio.
2) El día 15 de mayo, fecha en que se conmemora la Nakba, por la cual decenas de miles de palestinos fueron forzados violentamente a abandonar sus hogares por el sionismo, participar con acciones en la jornada de acción global por Palestina que se hará en todo el mundo.
3) Apoyar la propuesta del sindicato CGT y trabajar para construir desde abajo en todo el estado una gran huelga general por palestina.
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