www.laizquierdadiario.com / Ver online / Para suscribirte por correo hace click acá
La Izquierda Diario
14 de mayo de 2024 Twitter Faceboock

Genocidio
En un nuevo aniversario de la Nakba la juventud internacional se levanta por Palestina
Mirta Pacheco | @mirtapacheco1

Este 15 de mayo se cumplen 76 años de la Nakba (catástrofe en árabe), que constituyó un proceso de desaparición de aldeas, expulsión de más de un millón de personas y asesinatos, que el pueblo palestino conmemora un día después de la creación del Estado de Israel. No es un aniversario más, este año el mundo asiste a un genocidio perpetrado en vivo y en directo contra la Franja de Gaza, pero también a un enorme movimiento de jóvenes que sobre todo en Europa y Estados Unidos, se levanta denunciando y exigiendo que los gobiernos y empresas de sus propios países dejen de financiar la maquinaria de guerra de Israel.

Link: https://www.laizquierdadiario.com/En-un-nuevo-aniversario-de-la-Nakba-la-juventud-internacional-se-levanta-por-Palestina

En momentos de escribir esta nota, jóvenes de las principales universidades de Estados Unidos y Europa -Francia, Alemania, España, Reino Unido, Finlandia, Dinamarca, Italia y Países Bajos- ocuparon los campus de sus universidades (en muchos casos apoyados por trabajadores y profesores de esas casas de altos estudios), movilizándose contra el genocidio en Gaza y exigiendo que esas universidades corten lazos con empresas que comercian con Israel que en muchos casos se trata de capitales con inversiones en el negocio de las armas. A la vez, sobre todo en Estados Unidos, le exigen a los gobiernos que dejen de ser cómplices de este genocidio apoyando política y financieramente al Estado de Israel.

Estos jóvenes vienen siendo reprimidos brutalmente y sufriendo detenciones por las policías de sus países para que desalojen los campus. Sin embargo, se reorganizan y vuelven a manifestarse.

Estas manifestaciones en países imperialistas como Estados Unidos, son tan profundas que esos campamentos del movimiento estudiantil pasaron a ser el centro de la política nacional estadounidense, que en un año electoral viene provocando una crisis en el gobierno de Joe Biden por su apoyo incondicional a Israel, tanto que lo obliga incluso, a tratar de ponerle algún límite a la política criminal de Netanyahu. Pero va más allá, porque ataca un punto nodal del régimen bipartidista yanky: su alianza estratégica con el Estado de Israel, por eso muchos analistas lo comparan con el movimiento anti guerra de Vietnam.

Te puede interesar: El fantasma de Vietnam en el movimiento pro-palestino en EE. UU.

Este gran movimiento por Palestina, que recorre los principales centros neurálgicos del mundo, es atacado por los defensores del sionismo que realiza campañas plagadas de fakes, llamándolos antisemitas, ocultando deliberadamente que miles de judíos se levantan en su apoyo o son parte de él. Si algo caracteriza a esta juventud movilizada en todos los países, es su antirracismo.

En este 76 aniversario recordamos qué fue el proceso catastrófico para el pueblo palestino conocido como Nakba, contra el cinismo y la falsedad histórica que encabezan la “fiesta de la independencia de Israel”.

Los orígenes

La creación del Estado de Israel se constituyó de manera artificial pues era una minoría judía la que habitaba esas tierras, incluso desde la ocupación británica que dominó el territorio desde antes del inicio de la 1° Guerra Mundial, y que a lo largo de esos años fue “implantando” población de origen judío.

Inglaterra como potencia ocupante, fue “avalada” por la Liga de las Naciones (institución imperialista antecesora de las Naciones Unidas –ONU-), que le confirió un status de “protectorado” a ese coloniaje otorgándole su administración “legal” en 1922. Se trataba por ese entonces, a la salida de la I Guerra, del reparto de las colonias y de las “esferas de influencia” de los mercados. En ese reparto del botín, Inglaterra se quedó con el territorio que ya dominaba desde 1915, Palestina.

Dominio británico de Palestina
Dominio británico de Palestina

Pero fue en 1917, para neutralizar los movimientos nacionalistas árabes que habían surgido contra la opresión del Imperio Otomano, que Inglaterra impulsa la declaración de Lord Balfour (Secretario de Relaciones Exteriores británico) mediante la cual se declara favorable a la “creación de un hogar nacional judío” en el “mandato británico palestino”. Esta declaración iba dirigida a Lionel Rothschild, miembro sionista de la pujante burguesía financiera británica, para que la diera a conocer a la Federación Sionista.

Lord Balfour
Lord Balfour

Esto tuvo como consecuencia inmediata la entrada a Palestina de miles de colonos judíos. Los sionistas compraban tierras a los campesinos palestinos por escasas monedas y si estos oponían resistencia, no dudaban en recurrir a la violencia.

Los líderes árabes ceden Palestina

Pero esta política de comenzar a ocupar tierras que no les pertenecía originariamente, constituía el gran acuerdo entre el sionismo y las potencias imperialistas, concretamente en este caso Inglaterra, pero contó con la complicidad de miembros de familias “reales” árabes, como es el caso de Faisal Husain, miembro de la familia de los hachemíes.

Husain, fue un líder nacionalista de la rebelión árabe (1916/1920) contra el Imperio Otomano y cuyo proyecto era un Estado árabe, fundado sobre las bases de una monarquía constitucional en los territorios denominados por aquel entonces "Siria", que comprendían los actuales Siria, Líbano, Jordania, el Estado de Israel y los territorios ocupados.

Como ese proyecto chocaba con las aspiraciones de las potencias imperialistas del reparto de los mercados, Faisal se ve enfrentado con Francia, que por esa división imperialista poseía Siria del Norte (Líbano y Siria). Es entonces expulsado de Siria por los franceses, que desataron en esa zona un baño de sangre, y esto hizo que se volcase hacia acuerdos con Inglaterra y con el sionismo, ya que era la cara visible de la monarquía árabe que también reclamaba para sí las tierras de Palestina.

En 1919 Faisal firma un acuerdo con el sionismo representado por su líder Jaim Weizmann (quien luego fuera el primer presidente del Estado de Israel), donde les reconoce su derecho a la inmigración masiva a tierras palestinas, simplemente a cambio de igualdad religiosa y control musulmán sobre los santos lugares del islam y de que promuevan la constitución de un Estado árabe que excluía a Palestina.

A los pocos meses de firmado el acuerdo, el sionismo aprovecha la Conferencia de París (la reunión donde los aliados discutieron las condiciones a imponer a los países derrotados de la I Guerra mundial), para reclamar una Palestina enteramente judía.

Jaim Weizmann con el presidente de EEUU Harry Truman
Jaim Weizmann con el presidente de EEUU Harry Truman

La situación de los judíos en Europa que da origen al sionismo

Esta política de “copamiento” de territorio continuó, tanto que en la primera mitad de la década del 30, Inglaterra emitió un decreto que ordenaba ceder tierras a todo aquel que poseyera una torre y una empalizada. Fue así que en pocos meses, los sionistas montaron torres y empalizadas convirtiéndose en “propietarios” de vastas extensiones de tierra.

A la vez los llamados sionistas de “izquierda” se establecieron en colonias “socialistas” (los llamados kibutzim) que en los hechos, funcionaban como campamentos militares que interferían las comunicaciones entre las aldeas palestinas.

Es decir: las potencias imperialistas en esa época, con Inglaterra a la cabeza junto al sionismo, usaron a un pueblo perseguido como el judío, que a fines del siglo XIX se veía obligado a huir de los pogroms de Europa Central y Oriental (en donde el desarrollo burgués fué mas retrasado), en los que eran asesinados de a miles. En contraste, en Europa occidental, las revoluciones burguesas en Inglaterra, Francia y los Países Bajos, habían permitido cierta integración y la asimilación progresiva de los judíos.

Ese atraso de la burguesía de Europa Oriental como fuerza social, empujaba a los judíos a la proletarización, la miseria y los confinaba a vivir en guetos. Los habían convertido prácticamente en el último escalón de sus sociedades y eso le servía a esa burguesía para erigirlos en chivos expiatorios de los padecimientos de las masas.

Los pogroms tuvieron como marca de nacimiento esta política pérfida y asesina de las burguesías. Y el sionismo, que por esa época también comenzaba a desarrollarse (1897) como movimiento político de un pequeño sector de la burguesía judía; para llevar adelante su proyecto de un Estado judío, tuvo el descaro de reunirse y hacer acuerdos, por ejemplo, con la autocracia zarista que llevaba adelante esos pogroms y demás campañas antisemitas.

Refugiados judíos llegan a Palestina
Refugiados judíos llegan a Palestina

El zarismo quería que los líderes sionistas convencieran a muchos judíos de abandonar su militancia en partidos obreros. Recordemos que fueron esas condiciones terribles de vida bajo las que se encontraban miles y miles de judíos, que dieron origen a la militancia revolucionaria, destacándose dirigentes marxistas como León Trotsky, Rosa Luxemburgo, Riazanov, Lev Kamenev y un largo etcétera.

Luego, con el correr de las décadas sobrevino el nazismo y el exterminio de 6 millones de judíos en campos de concentración durante la II Guerra mundial. Esto fue usado por las potencias vencedoras, como Inglaterra y sobre todo Estados Unidos (que salió de la Guerra como potencia hegemónica), para sentar las bases de una política reaccionaria encarnada en la creación del Estado de Israel. Estamos hablando de las mismas potencias que cerraron sus fronteras a los miles y miles de judíos que huían del nazismo.

Ben Gurión declara la fundación del Estado de Israel
Ben Gurión declara la fundación del Estado de Israel

1948: año de la NAKBA

El sionismo y el imperialismo inglés tuvieron, por último, que derrotar a sangre y fuego la rebelión árabe palestina que se dio entre 1936 y 1939, para después de nueve años, proclamar finalmente su Estado racista. Un Estado que fue absolutamente funcional a los intereses del imperialismo, con el fin de someter a los pueblos árabes oprimidos de Medio Oriente y que aún hoy con los cambios geopolíticos de los últimos años, continúa cumpliendo el mismo fin estratégico.

Un año antes, en 1947, en las Naciones Unidas se estableció la partición de Palestina y se les cedió a los sionistas el 52% de su territorio. Las milicias sionistas intervinieron llevando adelante una masacre. Esta vez, borraron del mapa 500 aldeas y obligaron al exilio a más de un millón de personas. Exilio que a lo largo de los años ascendería a más de 7 millones de refugiados que no tienen el mínimo derecho a retornar a sus tierras.

Sabido es que las mujeres palestinas llevan consigo una llave que se pasan de generación en generación y que representa la llave de las puertas de sus casas de donde fueron expulsadas con sus familias en 1948.

Campamentos de los exiliados palestinos
Campamentos de los exiliados palestinos

Esa es la base de la fundación del Estado Judío, que contó con la aprobación de Stalin en acuerdo con el imperialismo norteamericano (EEUU todos los años vota en su presupuesto nacional el porcentaje que será destinado a Israel).

Ese Estado de Israel que, hasta no hace muchos años, tenía en sus leyes un artículo que habilitaba para que se pudiera torturar a prisioneros, con el fin de “bregar por la seguridad nacional”.

Tanques israelíes en Palestina
Tanques israelíes en Palestina

La gran mayoría de los habitantes ancestrales de la tierra donde hoy se asienta ese Estado, fue conminado a vivir en cárceles a cielo abierto como es Gaza, que desde hace siete meses sufre la eliminación de decenas de miles de palestinas y palestinos, incluidos niñas y niños. Un informe del comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo -UNRWA por sus siglas en inglés- (NdE) en febrero informó que el número de niñas y niños muertos en Gaza desde el 7 de octubre -12.300-, superaba la cantidad de niñas y niños muertos en todas las guerras en el mundo, en los últimos 4 años. Los palestinos viven además en Cisjordania, territorio ocupado, donde Israel estableció una política muy similar a los bantustanes de la Sudáfrica del apartheid.

Los dos territorios abarcan poco más de 6.120 km², donde viven aproximadamente 5 millones de palestinos (a los que hay que sumar 1,6 millón de árabes israelíes -ciudadanos de segunda, sin todos los derechos con los que cuentan los ciudadanos israelíes). Pero esos son territorios separados entre sí y en el medio uno de los ejércitos más poderosos de la región, el ejército israelí (Tzáhal), además de las colonias israelíes en Cisjordania, en las que los colonos atacan constantemente viviendas y cultivos palestinos.

Esta distribución y separación geográfica es lo que hace también que sea una utopía reaccionaria la política de constituir un Estado Palestino, al lado del Estado de Israel. ¿Qué clase de Estado se puede construir sin conexión entre sus territorios y sin control de los recursos naturales?

Cómo lograr un verdadero Estado que albergue a árabes y judíos

Más allá de las consideraciones sobre la Iglesia católica, que dicho sea de paso no levantó la voz para defender a los judíos perseguidos por los pogroms, ni tampoco cuando fueron víctimas del nazismo, hace años que viene discutiendo con el Estado hebreo por sus congregaciones católicas, que mucha veces son víctimas de ataques de colonos extremistas. Esto se acrecentó a partir del gobierno de ultra derecha de Benjamín Netanyahu y sus aliados ultra nacionalistas, lo cual habla de un Estado teocrático que margina a los que no profesan la religión judía.

Un Estado que incluso cada vez “acorrala” más a sus ciudadanos laicos, pues cada semana, por ejemplo, se emiten resoluciones desde ministerios como el de Educación, ordenando que los jardines de infantes y las primarias abandonen la enseñanza del árabe y solo se hable hebreo o, que las obras de teatro tengan la obligación de exponerse en territorios ocupados, esto a pesar de la negativa de muchos artistas israelíes que no acuerdan con la ocupación.

Por eso la verdadera paz y un verdadero Estado donde puedan convivir árabes, judíos y todas las etnias que habitan esa región, en plena igualdad, no será posible mientras exista una entidad sionista que oprime, discrimina, asesina, roba territorios y ahora lleva adelante un genocidio, y que además, es una potencia armamentística –y nuclear- en Medio Oriente.

Un Estado que albergue al pueblo trabajador, más allá de que profese la religión musulmana, judía, cristiana o ninguna, podrá concretarse mediante una Palestina obrera y socialista que abarque todo su territorio histórico, defendiendo la necesidad de una Federación de Repúblicas Obreras de Medio Oriente. Tarea que deberá ser emprendida por la clase trabajadora, el pueblo pobre y los campesinos de toda la región.

Fuentes:

• La gran revuelta árabe (1936-1939): Estructuras, identidades y lógicas de conflicto al interior del territorio palestino. Ariel Hernán Farias. Universidad de Buenos Aires. Nómadas. Revista crítica de Ciencias Sociales y jurídicas. 2010.

• La fundación del Estado de Israel. 60 años de ocupación y genocidio. Miguel Raider. La Verdad Obrera, 15 de mayo 2008.

• Revista de América N°12. Diciembre de 1973.

• Historia de la Palestina moderna (Un territorio, dos pueblos). Illan Pappe. Ediciones Akal S. A., 2007.

 
Izquierda Diario
Seguinos en las redes
/ izquierdadiario
@izquierdadiario
Suscribite por Whatsapp
/(011) 2340 9864
[email protected]
www.laizquierdadiario.com / Para suscribirte por correo, hace click acá