El escritor Carlos Fuentes en su biblioteca personal | Argentina.gob.ar
El narrador y ensayista mexicano Carlos Fuentes, fue uno de los escritores más importantes de la literatura castellana y de lo que se conoció como el Boom latinoamericano. Falleció el 15 de mayo de 2012 a los 83 años.
Carlos Fuentes se ganó un lugar entre los escritores que más se destacaron dentro del fenómeno mundialmente conocido como el Boom latinoamericano literario de los años 60. Otros de sus exponentes fueron Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Juan Rulfo, Julio Cortázar, Elena Garro, Clarice Lispector, María Luisa Bombal y Rosario Castellanos.
Carlos Fuentes Macías nació en Panamá, el 11 de noviembre de 1928. Su padre, mexicano igual que su madre, era diplomático. Por eso Carlos tuvo la oportunidad de vivir en distintas ciudades del mundo rodeado de un intenso ambiente intelectual.
Vivió en Santiago de Chile y Buenos Aires, donde recibió la influencia de grandes personalidades de la cultura. A los 16 años llegó a México, donde hizo el bachillerato, forjó su carrera literaria y su propia identidad. Estudió Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México, pero la literatura siempre fue su pasión. También se graduó en Economía en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra.
Recibió la influencia de autores como James Joyce y William Faulkner. Usó muchas de sus estrategias literarias, como la pluralidad de puntos de vista, la fragmentación cronológica, la elipsis, el monólogo interior, etc. De esta manera creó una obra que caló en lo más hondo de la mexicanidad, mediante una fuerte exploración de la historia y la identidad de México.
A los veintiséis años de edad se dio a conocer como escritor. Los días enmascarados (1954) fue su primer libro de cuentos, con una buena recepción por parte de la crítica y el público. Hay quienes dicen que en estas historias ya se advertían muchas de las preocupaciones que también abordó en muchos de sus otros libros.
Carlos Fuentes. El escritor nació en Panamá, pero su padre y su madre eran de nacionalidad mexicana. A los 16 años empezó el bachillerato en México y desde entonces no dejó de sumergirse en la historia del país, materia prima de su obra literaria | Argentina.gob.ar
Según los biógrafos Tomás Fernández y Elena Tamaro, "en lo temático, la narrativa de Carlos Fuentes es fundamentalmente una indagación sobre la historia y la identidad mexicana. Su examen del México reciente se centró en las ruinosas consecuencias sociales y morales de la traicionada Revolución de 1910, con especial énfasis en la crítica a la burguesía; su búsqueda de lo mexicano se sumergió en el inconsciente personal y colectivo y lo llevaría, retrocediendo aún más en la historia, al intrincado mundo del mestizaje cultural iniciado con la conquista española".
"Su éxito se inició con dos novelas temáticamente complementarias que trazaban el crítico balance de cincuenta años de ‘revolución’ mexicana: La región más transparente (1958), cuyo emplazamiento urbano supuso un cambio de orientación dentro de una novela que, como la mexicana de los cincuenta, era eminentemente realista y rural; y La muerte de Artemio Cruz (1962), brillante prospección de la vida de un antiguo revolucionario y ahora poderoso prohombre en su agonía. Ambas obras manejan una panoplia de técnicas de corte experimental (simultaneísmo, fragmentación, monólogo interior) como vehículo para captar y reflejar una visión compleja del mundo".
Los temas recurrentes de Carlos Fuentes
Las obras de Fuentes tienen tres elementos recurrentes: el rescate y la reflexión de la historia; el estudio del ejercicio y las estructuras del poder y el análisis de la problemática de la sociedad mexicana en cada época. De acuerdo a Octavio Paz en su libro El laberinto de la soledad, Fuentes consideraba que el ser mexicano estaba reñido con su pasado y su condición de mestizo cultural, tanto con su herencia prehispánica como con su herencia española.
En La región más transparente (1958) hace un inmenso fresco de la ciudad de México y de la sociedad mexicana a través de historias de diferentes personajes que se cruzan entre sí. Ixca Cienfuegos es el personaje nexo conector, representante y encarnación del pasado prehispánico negado y no asumido.
La muerte de Artemio Cruz (1962), fue la novela con la que entró a formar parte definitivamente del boom latinoamericano, publicada el mismo año que La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa y un año antes de Rayuela de Julio Cortázar. Narra la agonía de un empresario mexicano que en su lecho de muerte recuerda su vida y cómo pasó de combatiente revolucionario a traicionar sus ideas y convertirse en un poderoso caudillo y finalmente en un millonario corrupto.
En 1962 también publicó la novela corta Aura. Alejada de la temática histórica y sociopolítica de la obra anterior, es una historia de corte fantástico. Narra la historia de un joven estudiante que oficia de traductor para una anciana viuda de un militar, que vive en una vieja y oscura casa con su nieta Aura, fascinante y misteriosa.
Entre 1967 y 1975 Fuentes continuó desarrollando los mismos tópicos en novelas más vanguardistas y complejas como Cambio de piel (1967), Zona sagrada (1967) y Cumpleaños (1969). Terra nostra (1975), fue la novela más ambiciosa y compleja de Fuentes, en la que recoge de manera más completa sus temas y obsesiones recurrentes. La obra pretende retratar y explicar el concepto mismo de hispanidad a través de la historia, tomando como escenario la España de los Austrias. Es considerada la obra cumbre de Carlos Fuentes y una de las más importantes de la literatura en español. En los años siguientes Fuentes incursionó en géneros como el policial o la novela histórica.
Más tarde escribió Constancia y otras novelas para vírgenes (1990), El naranjo o los círculos del tiempo (1993) y La frontera de cristal (1995), entre otros. En 1987 fue galardonado con el Premio Cervantes; en 1994, con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, y, en 2008, recibió la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, entre tantas otras distinciones y varios doctorados honoris causa.
Otras actividades de Carlos Fuentes
Fuentes ejerció como profesor de literatura en diversas universidades mexicanas y extranjeras. Al igual que su papá, también fue diplomático. Además de cuentos y novelas, escribió teatro, ensayos, guiones cinematográficos. Su novela policial La cabeza de la hidra fue llevada al cine en 1981 por el director mexicano Paul Leduc, bajo el título de Complot Petróleo y con guión del propio Fuentes.
Carlos Fuentes, exponente del Boom literario latinoamericano, junto a Luis Buñuel y Julio Cortázar | Foto: Gisele Freund - Argentina.gob.ar
Algunos de sus textos críticos se recopilaron en La nueva novela hispanoamericana (1969). Colaboró en distintas publicaciones literarias y fundó, junto con Emmanuel Carballo, la Revista Mexicana de Literatura.
De acuerdo al sitio Argentina.gob.ar “hay quienes dicen que su narrativa experimental, con el tiempo, fue menguando. Y esto mismo se hizo notable en algunos de sus libros como Diana o la cazadora solitaria (1994), inspirada en su relación con la actriz Jean Seberg. Sin embargo, siempre mantuvo calidad y compromiso”.
El 15 de mayo de 2012, a sus 83 años de edad, murió en la Ciudad de México debido a una hemorragia masiva producida por una úlcera gástrica. Sus restos fueron cremados y sus cenizas se depositaron en el Cementerio de Montparnasse, en París, donde descansan los restos de los hijos que tuvo con la periodista Sylvia Lemus (Carlos y Natasha). Ambos murieron en circunstancias poco claras, a los 25 y 31 años de edad respectivamente. Cecilia Fuentes Macedo, autora de la biografía Mujer en papel, es su única hija viva, fruto del matrimonio con la actriz y productora Rita Macedo.
En julio de 2012 el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México creó, en honor al escritor, el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español. El galardón se entrega el 11 de noviembre cada año, en conmemoración del nacimiento del escritor.
