El martes por la noche, un incendio (aparentemente iniciado por un cortocircuito) consumió el pabellón Griessinger provocando la caída de su techo. El siniestro también se extendió provocando daños graves a un segundo pabellón, el Santa María. Se hicieron presentes varias dotaciones de bomberos para combatir el fuego.
Los propios trabajadores denuncian con preocupación la grave situación edilicia que sufren hace varios años, con ascensores sin funcionar, paredes con humedad, agujeros en los techos e instalaciones deterioradas con el paso del tiempo.
Las 66 pacientes del hospital neuropsiquiátrico evacuadas fueron distribuidas en otros servicios del hospital, como medida de contingencia. Esto llevó a que algunas tengan que dormir en el piso, dado que tampoco las camas disponibles alcanzaron.
Un informe elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) da cuenta de la situación de ajuste en los hospitales porteños especializados en salud mental. Allí detallan que el Hospital Moyano sufrió recortes cercanos al 20% (2.000 millones de pesos); y el Borda disminuyó su presupuesto en un 25% (2.500 millones de pesos). Situación similar viven otros hospitales especializados en salud mental como el Alvear, Tobar García, y los Talleres Protegidos de Rehabilitación Psiquiátrica.
Esta es la política que llevan adelante tanto el gobierno nacional de Milei como el de la Ciudad de Buenos Aires al mando de Jorge Macri y que deriva en la precarización de la atención a la población usuaria y el personal de salud. La salud mental debe ser pensada de manera integral, no solo con mayor presupuesto y recursos para las instituciones sanitarias, sino también contemplando variables, como el acceso a la vivienda y trabajo digno, a la educación, a los alimentos, etc, es decir, tener en cuenta los determinantes sociales que afectan a la salud mental. |