Luego de que el Consejo Superior de la UBA votó suspender el estado de emergencia presupuestaria de la Universidad de Buenos Aires, el bloque de la Unión Cívica Radical en el Senado lanzó un comunicado anunciando que "logró" el "compromiso del Gobierno para el financiamiento de las universidades". Pero la realidad es que la partida presupuestaria que llegaría es solo para funcionamiento básico, nada para salarios de los docentes y no docentes de la universidad. Tampoco para el área de ciencia y técnica. En otras palabras, se vendieron por migajas.
El gobierno de Javier Milei, que sintió el golpe de la masiva marcha nacional universitaria, encontró en el radicalismo a su mejor aliado para frenar al movimiento, seguramente a cambio de seguir negociando votos en el Senado para la aprobación de la Ley Bases.
Párrafo aparte merecen los decanos peronistas que se abstuvieron discursivamente del artículo 1 pero votaron a favor de todo el proyecto. Estamos hablando de Manetti (Filosofía y Letras), Willy Duran (Exactas) y Arias (Sociales). ¿Saldrán La Cámpora, La Mella, el Movimiento Evita y las agrupaciones peronistas/kirchneristas a criticar a sus decanos? ¿O solo votaron en contra a través de su banca como minoría estudiantil y de graduados para evitar críticas “por izquierda”?
Como si fuera poco, las autoridades de la UBA se "cortaron solas". Las otras 60 casas de estudios... bien gracias. Continúa el reclamo para que el Estado les transfiera el dinero para el funcionamiento y dictado de clases.
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