El conflicto diplomático escaló un peldaño, luego de que el gobierno de Javier Milei se negara al pedido de disculpas públicas que exigió el Gobierno español, tras los dichos del presidente argentino contra la esposa de Pedro Sánchez. Éste lunes la embajadora española en Buenos Aires, María Jesús Alonso Jiménez, se retiró del país.
Hace solo dos meses, el presidente Milei provocó una crisis diplomática similar con el Estado colombiano, que decidió expulsar al embajador argentino en Bogotá, y retirar a su diplomático de territorio argentino. Por el momento, el Estado español no expulsó al canciller argentino Roberto Bosch aunque éste, en línea con el Gobierno argentino, también rechazó el pedido de disculpas. La ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, se mostró optimista en "reconducir las relaciones" entre ambos gobiernos, pero el conflicto diplomático continúa abierto.
Por la mañana, el vocero presidencial Manuel Adorni declaró ante Radio Metro de Buenos Aires : “Esto empezó el 3 de mayo, cuando un ministro del gobierno español acusó al presidente argentino de ingerir sustancias”. Y agregó: “A partir de ahí, vino un sinfín de ataques por parte de otros ministros y del propio Pedro Sánchez, que lo trataron de fascista, odiador, negacionista, de mala persona. Algunos reclaman disculpas. No va a haber, no hay de qué disculparse. Apelamos a que el gobierno de España nos pida las disculpas correspondientes”.
El inefable portavoz del gobierno argentino respondió así ante la reacción de Sánchez y funcionarios de su gobierno luego de que Javier Milei se refiriera este domingo en Madrid al mandatario español y las denuncias por corrupción que involucran a su esposa, Begoña Gómez. Hace poco menos de un mes, por esas denuncias, Sánchez estuvo al borde de la dimisión y finalmente decidió seguir al frente del Gobierno. Entonces llamó al régimen español a encarar una “regeneración democrática”, polarizando con Vox y las constantes manifestaciones reaccionarias de la derecha española.
Este domingo, durante su discurso ante miles de personas que se congregaron en el encuentro Europa Viva 24 (muchas de ellas neonazis, xenófobas, homolesbotransfóbicas y antiobreras), Milei dijo sin nombrarlo que el “socialista” Sánchez tiene una “mujer corrupta”. Eso motivó una respuesta del Ministerio de Relaciones Exteriores español y este mismo lunes, Sánchez le dedicó palabras a Milei, mientras éste volvía a Argentina de su viaje de placer (político) financiado con fondos públicos.
“Milei no estuvo a la altura”, dijo el presidente Sánchez , durante su exposición en un Foro Económico organizado por el diario Cinco Días. Y agregó que la respuesta a las declaraciones del libertariano será acorde “a la dignidad de la democracia española” y a los “lazos de hermandad” que unen a ambos países. Y separó a Milei del “gran pueblo argentino”, dando a entender que una cosa son las diatribas del libertariano y otra lo que piensa la población. “Entre gobiernos, los afectos son libres, pero el respeto es irrenunciable”, sentenció al tiempo que dijo estar a la espera de una rectificación pública de Milei.
Horas antes de que hablara Sánchez, su ministro de Asuntos Exteriores José Manuel Albares emitió una declaración institucional en la que exigió al presidente argentino sus “disculpas públicas” por lo dicho en el encuentro de Vox, que “sobrepasa cualquier tipo de diferencia política e ideológica”. Y amenazó: “En caso de no producirse, tomaremos las medidas que creemos oportunas para defender nuestra soberanía”. Vale decir que Albares convocó al embajador argentino en el Estado español, Roberto Bosch, para pedirle que le traslade “personalmente” a Milei esa posición oficial.
La identificación de La Libertada Avanza con la ultraderecha española, heredera ideológica del dictador Francisco Franco, se viene haciendo cada vez más notoria. El presidente argentino no sólo fue una “estrella” en el encuentro convocado por Vox este domingo y considera un “amigo” a Santiago Abascal (eso que Milei dista de ser un cultor de la amistad) sino que ha llegado a reproducir varias de las ideas estrafalarias de ese partido.
A principios de mayo, en su respuesta a los exabruptos del ministro de Transporte español, Oscar Puente, sobre una supuesta adicción de Milei a algunas “sustancias”, la Oficina del Presidente argentino afirmó que “Pedro Sánchez ha puesto en peligro la unidad del Reino, pactando con separatistas y llevado a la disolución de España” y hasta puso “en riesgo a las mujeres españolas permitiendo la inmigración ilegal de quienes atentan contra su integridad física”. La misma retórica de Vox en medio de su campaña electoral para parlamentarios de la Unión Europea.
La escalada verbal entre los gobiernos de Sánchez y Milei parece no haberse cerrado y hasta hay amenaza de rupturas de relaciones entre ambos Estados. Sin embargo, pese a las críticas de la ultraderecha a Sánchez por supuestos (y poscibles) casos de corrupción, hay que decir que Milei tranquilamente podría coincidir con el gobierno “socialista” en muchas de sus políticas concretas.
Tras decidir continuar en su cargo en medio de las acusaciones de la ultraderecha contra su esposa, Sánchez habló de la necesidad de una “regeneración democrática”. Pero para él esa “democracia” se basa en preceptos bastante consensuados entre todos los partidos de gobierno, tanto en Europa como en otros continentes.
En un artículo de nuestro sitio hermano español, La Izquierda Diario , se detallaba precisamente que, más allá de sus discursos, Sánchez y compañía mantienen en pie la llamada “ley mordaza” con la que se criminaliza la protesta social; no tocan un punto ni una coma de la ley de extranjería que ilegaliza y persigue a miles de personas migrantes; y hasta avala el encarcelamiento de los jóvenes de “Los 6 de Zaragoza” por el solo hecho de haberse movilizado contra la derecha.
Como afirman Pablo Castilla y Lucía Nistal, dirigentes de la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT), “no existe ‘regeneración democrática’ del Régimen del 78 heredero de la dictadura. Contra los ataques de la derecha, la reforma de la democracia capitalista que pretenden los reformistas es ‘cambiarlo todo para que nade cambie’ y eso es dejarle la puerta abierta a la reacción”.
“A la derecha y la extrema derecha, sus métodos y sus ataques hay que pararles los pies, pero eso no se hace manteniendo las políticas más reaccionarias, como hace este gobierno del PSOE-Sumar”, agregan desde la organización hermana del PTS de Argentina (miembro del Frente de Izquierda). “Tenemos que estar organizadas y movilizadas, con la fuerza de la clase trabajadora, las mujeres, las migrantes y la juventud”, sentencian. |