Así actúa la ministra de Milei para sacarle la asistencia social a cientos de miles de personas pobres. Te contamos cómo es el mecanismo para robarles alimentos y recaudar porcentajes para el FMI y el capital financiero. Su relación con los planeros Rocca y Eurnekián. Así funciona la extorsión para que las mujeres no reclamen comida ni trabajo. El negocio con los fondos para la niñez que preocupa a UNICEF. La cartera de 45 millones de pesos que equivale a una comida para 180 mil personas.

Desde que asumió, la ministra de Capital Humano ha batido un récord de desprecios y ataques a los sectores más pobres de la sociedad. No es que Carolina Stanley o Victoria Tolosa Paz se caracterizaban por la empatía con quienes sus gobiernos empujaban a la pobreza. Pero Pettovello ha mostrado un odio de clase que le hace merecedora, hay que reconocerlo, de algún tipo de premio de parte de la crema de nuestra oligarquía. Sus jefes.

Desde que asumió, suspendió el envío de alimentos a los 40 mil comedores populares. No discriminó. Todos y todas, ancianos y niñes, fueron “libres” de acostarse con hambre y revolver basura.

No lo dice la prensa de izquierda (solamente). Lo cuentan las cocineras que fueron con sus ollas a “Desarrollo Social” o hicieron las “filas del hambre” frente a Capital Humano. Ese día, tras bajar de su lujoso coche oficial con cartera cheta bajo el brazo, la ministra les dijo que no le habían pedido audiencia. Quienes callan son los grandes medios: mientras hacen campañas contra organizaciones sociales, no dicen nada de los verdaderos ladrones y planeros que están en el poder.

El basureo se ha transformado en el modus operandi de la egresada de la UCA y todo su gobierno. No es su único método criminal. También utiliza el robo, la xenofobia, el chantaje, la calumnia y hasta la mentira traicionera. Hagamos un repaso por su "modus operandi".

Les robó la asistencia social que les correspondía a millones de beneficiarios, y no solo era urgente sino que estaba asignada por mecanismos institucionales (partidas presupuestarias). Les robó la comida, las herramientas, los trabajos asignados. Ese dinero pasó a formar parte del famoso “superávit fiscal” que Milei ostenta tras ajustar a jubilados, pobres, mujeres. El caso terminó en una denuncia por “incumplimiento de los deberes de funcionario público” que tramita en el Juzgado de Sebastián Casanello. Estamos hablando de dinero del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que podría haber sido desviado para otros gastos cuando estaban asignados a esos objetivos.

Les arrebató los programas sociales a trabajadores y trabajadoras migrantes, que hacen funcionar empresas y servicios en nuestro país, que habían viajado a países limítrofes por cuestiones personales. El hecho fue denunciado ante el INADI y la justicia por distintas organizaciones sociales y de derechos humanos. Lo llamativo es que detrás de la campaña de “yates y viajes a Europa” había millas y millas de mentiras. Como Verónica Godoy, que trabaja todo el día en Florencio Varela y le inventaron un viaje a Noruega. El ministerio dió de baja del Potenciar a 25.444 personas pero al mes siguiente admitió que se había equivocado con 8.826. Unos burros o unas basuras humanas. O las dos cosas.

Le robó ingresos a 1,2 millones de personas. No a tal organización o tal otra. A todos y todas. Mediante la Resolución 84/2024, mientras aumento el desempleo y la inflación, decidió congelar por dos años los montos de los planes Volver al Trabajo y Acompañamiento Social. Si el Potenciar Trabajo perdió un 50% de poder adquisitivo desde diciembre, esto se multiplicará por 5 al terminar el año hasta pulverizar ese ingreso. Ese son las "cápitas" que Pettovello recauda para el capital financiero: todo el "ahorro fiscal" va para el FMI y subsidiar a los empresarios. Según estudios, en los dos primeros meses de Milei hubo una transferencia de los bolsillos de la clase trabajadora (registrada y precaria) de 1,3 billones de pesos. Eso es un robo y Pettovello es parte del delito. Mientras tanto, sus jefes Rocca y Eurnekián son los verdaderos planeros: la clase empresaria se queda con buena parte del PBI entre beneficios y subsidios.

Le sustrajo el “plus” que cobraban las cocineras y asistentes de barrios populares que habían sido reconocidas desde la pandemia como trabajadoras esenciales (a pesar de que cobran miserias). Era un reconocimiento que, aunque fuera poco dinero, alguien con desprecio de clase no puede tolerar.

Despidió sin causa a miles de cooperativistas que hacía obras en barrios: cloacas, plazas, limpieza, calles. Cobraban la miserable suma de dos Potenciar Trabajo. Pero a la ministra le pareció mucho así que los dejó sin esa tarea y con medio sueldo.

Como una verdadera puntera, le robó la asistencia obtenida por distintas organizaciones o vecinas, para dársela a las cúpulas de las iglesias evangélicas por su afinidad personal.

Se ha enriquecido en la función pública, con un sueldo de 4 millones de pesos, el equivalente a 51 programas sociales. Con eso vive la buena vida. Hace algunas semanas Pettovello tuvo un entredicho con el periodista Jorge Lanata, que no puede ser acusado de “piquetero”. Fue porque en medio de la crisis ostentó un bolso de lujo marca Birkin. Según cuentan desde el Frente de Organizaciones en Lucha, “puede costar más de 40.000 euros en el mercado, es decir unos $ 45.800.000. Es decir, con lo que vale la cartera de Pettovello puede abastecerse el menú de un día para 180 mil personas”.

Ha conformado una lista de espera de más de 4 millones de personas, que esperan alimentos y los beneficios que les fueron robados. Con el método del chantaje y la extorsión institucionalizada – el que reclama no cobra, el que es de una organización social no come – busca que los más pobres terminen revolviendo basura o, como denunciaron algunas organizaciones sociales, empujados a la descomposición y las redes narcos socias de la policía.

Utiliza ese chantaje y extorsión como método de Estado, aplicando el criterio inconstitucional de que quien participa de una manifestación pierde un beneficio social otorgado por sus necesidades. La resolución 84/2024, en su Anexo I, Artículo 16, plantea que se “suspenderá el programa y pago del beneficio” a quien estorbe el tránsito o afecte el orden público. O sea una resolución que viola leyes civiles y la propia Constitución. O sea una medida ilegal, ilegítima y antidemocrática.

Le sacó el pan de la boca a millones de pibes que comen en comedores populares. Según Unicef, el 69% de los niñas, niños y adolescentes en la Argentina son pobres. Unicef además asegura que en 2024 hubo una caída del presupuesto destinado a niñez del 74,1%. ¿Se lo están robando? ¿En qué lo usan? Porque se trata de fondos asignados. ¿Quién investiga? Según pediatras de hospitales bonaerenses la falta de alimentos y vitaminas provoca problemas en el crecimiento físico y el neurodesarrollo. O sea, Pettovello está condenando a esas infancias a faltas quizás irreparables. Es un crimen.

Ha montado una campaña trucha, violenta y asquerosa para tapar estos delitos. Lo que en derecho penal se llama “criminis causa”. Para ocultar que es su gobierno quien le roba alimentos, ingresos, herramientas y derechos a los más pobres, monta una acusación contra organizaciones sociales (en principio el Polo Obrero, FOL y Barrios de Pie). Ese accionar ha incluído la trampa artera para ejercer la violencia. El miércoles 10 de abril, la delegación de organizaciones sociales pidió una reunión con la ministra en Desarrollo Social. La policía les avisó que serían recibidos en otro edificio (Capital Humano). Cuando empezaron a marchar, fueron sorprendidos por la espalda por el cuerpo de infantería. Mujeres y niñas sufrieron la primer estampida. Pettovello miraba desde su despacho por TV y sonreía.

Ningún trabajador o trabajadora tiene que confundirse. Los gobiernos de turno empujan al hambre y la precariedad a millones. El de Milei lo hace con un desprecio y una violencia inusitada. Pero no es una ministra: es un Estado criminal. Un Estado que garantiza los negocios de los grandes empresarios, la entrega del país, la explotación y pauperización de la clase trabajadora. Y que bombardea con sus ideas individualistas y meritocráticas que llevan a que el pisoteado elija pisotear al de más abajo en vez de enfrentar al de arriba.

Mientras seguimos la pelea para arrancar cada una de estas necesidades, con la organización democrática de la lucha, hay que rechazar la persecusión política y decir las cosas por su nombre: Pettovello es una puntera de los Rocca, los Eurnekian, los verdaderos ladrones de este país. Es una criminal de lujo.

Los socialistas luchamos para terminar con la miseria. Ni el neoliberalismo de Milei ni el regulacionismo estatal de Alberto Fernández nos van a sacar de la pobreza. Luchamos por el trabajo con derechos, con la reducción de la jornada laboral y el reparto de las horas. Luchamos por la hermandad de toda la clase trabajadora, para conquistar una sociedad libre de explotación, gobernada por y para las grandes mayorías.