Los crímenes de lesa humanidad del Estado de Israel en la Franja de Gaza prosiguen con la complicidad de las principales potencias occidentales. En dichos países, como EEUU, Francia o Reino Unido, no han titubeado en reprimir a su propia población que encabeza un importante movimiento de protesta contra la masacre del Estado sionista. La fuerza del movimiento por Palestina y en especial en sectores estudiantiles a nivel internacional es una realidad, en universidades de todo el mundo se realizan acampes y movilizaciones en solidaridad, se exige el fin de la agresión y la ruptura de relaciones comerciales y académicas con empresas, con universidades de Israel y con quienes avalan el genocidio.
El sionismo y sectores de poder cómplices han activado a nivel internacional una fuerte campaña de criminalización y persecución contra los que denuncian y protestan frente a las atrocidades cometidas por el Estado de Israel.
Blindaje sionista en Uruguay
En Uruguay se repite el esquema que sucede a nivel internacional, ya desde el comienzo el aparato mediático, políticos cómplices y organizaciones sionistas, han desplegado una campaña de ataque permanente contra el movimiento en solidaridad con Palestina. Con distintos episodios de criminalización y persecución, como el sucedido contra el movimiento de mujeres en el 8 M.
En un nuevo capítulo, el llamado “caso Spectorowsky” en la Universidad de la República se transformó en una ofensiva del sionismo contra la autonomía de la UdelaR y un ataque al movimiento estudiantil.
Buscan evitar que en Uruguay suceda, lo que sucede en otras partes del mundo, que el movimiento por Palestina gane impulso con la adhesión del movimiento estudiantil.
La defensa que hacen prestigiosos académicos de la UdelaR al apologista del genocidio en Palestina por parte del Estado de Israel es una vergüenza. La carta que suscribieron decenas de miembros de la crema académica, quedará en la historia de lo infame, texto y adhesiones que sirvieron de instrumento clave para la apretada parlamentaria que sucedió poco después.
Apretada encabezada por la derecha, pero acompañada con la pasividad y complicidad de la centro izquierda. La genuflexión del Rector de la Universidad y el Decano de la Facultad de Humanidades, es la coronación de la farsa. Ahora no paran de hablar en todos lados, junto al oscuro personaje sionista, enarbolando la libertad de cátedra.
El debate universitario
En pocas horas se desplegaron acciones, con toda la apariencia de coordinación, que involucraron la llamada al Parlamento de las autoridades universitarias por parte de un diputado del partido colorado, la carta de prestigiosos académicos en defensa del apologista del genocidio y las declaraciones virulentas del Rector de la universidad Rodrigo Arim contra un sector del estudiantado de la Facultad de Humanidades. Con el fin de instalar un relato de victima a favor de Spectorowsky y de demonización de los sectores críticos al accionar criminal del Estado de Israel, bajo la bandera de la libertad de cátedra.
Los defensores del sionista, enarbolan el art. 3 de la ley orgánica de la UdelaR acerca de la libertad de cátedra, pero omiten una parte importante del mismo que reconoce a los órdenes (que incluye al orden de estudiantes) y su libertad de opinión: "Se reconoce asimismo a los órdenes universitarios, y personalmente a cada uno de sus integrantes, el derecho a la más amplia libertad de opinión y crítica en todos los temas, incluso aquéllos que hayan sido objeto de pronunciamientos expresos por las autoridades universitarias."
Intencionalmente también se olvidan del art. 2 que finaliza de la siguiente forma: "defender los valores morales y los principios de justicia, libertad, bienestar social, los derechos de la persona humana y la forma democrático-republicana de gobierno."
Pero además de todo esto, podemos apreciar la artificialidad de toda la polémica, si nos remitimos a la opinión de los responsables del curso al que fue invitado Spectorowsky, una vez informados sobre la postura del apologista del genocidio. En una nota de Brecha del viernes 17 mayo, 2024, uno de dichos profesores responsables del polémico curso, manifestó su arrependimiento. Ver el siguiente pasaje de la nota referida:
"«Esta sería una discusión fascinante si yo no estuviera directamente involucrado», dijo a Brecha Antonio Romano, subrayando su «gran incomodidad» por ser blanco, a la vez, de acusaciones de antisemitismo, por unos, y de complicidad con las posturas del politólogo uruguayo-israelí, por otros. «Ni soy antisemita ni comulgo con Alberto, de cuyo pensamiento sobre lo que ocurre en Gaza estoy en las antípodas», dijo. Y admitió que, «si estuviera analizando la realización del seminario ahora» y hubiera escuchado lo que Spektorowski declaró por estos días en medios de comunicación en Montevideo, «no lo habría invitado». «Su posición puede ser vista como la defensa de un genocidio», efectivamente, dijo, y señaló que la invitación fue cursada debido a las posturas «abiertas» del politólogo sobre el tema del curso, el de la laicidad. «Lo otro, honestamente, lo ignoraba», afirmó"
O sea, uno de los responsables del curso que gestionó la invitación al sionista, al informarse tardíamente de la calidad moral de su invitado, prácticamente se arrepiente de su iniciativa. Y la razón por la que no retrocede ahora, es por la amplia presión que se ejerce tanto desde dentro de la UdelaR como desde fuera. Se viola entonces también la autonomía de la Universidad, consagrada por la ley orgánica.
Para conseguir sus fines, pasan por encima de todos los principios y normas de la UdelaR, para defender a un inmoral. A un amigo de ellos, miembro de su casta académica, ese es el compromiso vil de estos prestigiosos intelectuales.
Contra la criminalización
El sionismo y sus aliados están tratando de, preventivamente, poner una barrera sanitaria entre la universidad y el movimiento por Palestina, y más ampliamente aislar todo lo posible al actual movimiento en solidaridad con Palestina, de cualquier tipo de rama perteneciente a los sectores populares.
Que no se contagie la ola que hay a nivel internacional, en donde el movimiento estudiantil, en especial el universitario, es una expresión de la vanguardia en esta lucha. Así como también buscan profundizar en su campaña de criminalización del movimiento en defensa del pueblo palestino.
Pero a pesar de esta campaña de miedo y calumnias, hasta ahora el movimiento por Palestina en Uruguay ha logrado permanecer activo y expresando cada tanto acciones de protesta, en especial en forma de mítines y marchas, que dan muestra de la popularidad que tiene la causa palestina en buena parte del pueblo uruguayo.
Los desafíos planteados están sobre la mesa: contrarrestar las campañas de criminalización que desata el sionismo, desenmascarar a los sectores de poder cómplice (políticos, medios de comunicación, académicos, etc.), evitar el cerco que se intenta imponer para aislar el movimiento poniendo un pie más firme en el movimiento obrero y el movimiento estudiantil, para hacer más masivas las acciones de protesta y presión sobre las autoridades.
La masacre en la Franja de Gaza continúa, así como la opresión histórica sobre la totalidad del pueblo palestino en los diversos territorios, por lo que la lucha debe continuar. Las acciones de solidaridad logradas hasta ahora son la orgullosa manifestación de las mejores tradiciones del movimiento obrero y popular, que deben profundizarse y expandirse. En esta lucha por el pueblo palestino no estamos solos, como todos sabemos es una lucha internacional que ha logrado desplegar grandes acciones de protesta, demostrando que hay condiciones para vencer a la reacción sionista, si la unidad en la lucha de los trabajadores y pueblos del mundo actúa con decisión para parar el genocidio.
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