www.laizquierdadiario.com / Ver online / Para suscribirte por correo hace click acá
La Izquierda Diario
29 de mayo de 2024 Twitter Faceboock

Genocidio
Israel utilizó bombas de fabricación estadounidense en el ataque que causó decenas de muertos en Rafah

A continuación publicamos un artículo que fue originalmente publicado en The New York Times, en el que denucian la utilización de bombas estadounidenses en la reciente masacre al campo de refugiados de Rafah, y que puede ser de interés para las y los lectores de La Izquierda Diario.

Link: https://www.laizquierdadiario.com/Israel-utilizo-bombas-de-fabricacion-estadounidense-en-el-ataque-que-causo-decenas-de-muertos-en

Un análisis visual del diario The New York Times descubrió que los restos de munición filmados en el lugar de los hechos eran restos de una GBU-39, una bomba diseñada y fabricada en Estados Unidos.

Las bombas utilizadas en el ataque israelí que mató a decenas de palestinos en un campo de refugiados en Rafah el domingo, fueron fabricadas en Estados Unidos, según expertos en armamento y pruebas visuales revisadas por The New York Times.

Los restos de munición filmados en el lugar del ataque al día siguiente eran restos de una GBU-39, una bomba diseñada y fabricada en Estados Unidos, según descubrió The Times. Funcionarios estadounidenses han estado presionando a Israel para que utilice más este tipo de bombas, que según ellos pueden reducir el número de víctimas civiles.

El detalle clave en los restos del arma era el sistema de accionamiento de la cola, que controla las aletas que guían la GBU-39 hacia un objetivo, según Trevor Ball, un ex técnico de desactivación de artefactos explosivos del Ejército de Estados Unidos, que identificó anteriormente el arma en la red social X. El patrón de pernos único del arma y la ranura donde se guardan las aletas plegables eran claramente visibles en los restos, dijo Ball.

Los fragmentos de munición, filmados por Alam Sadeq, un periodista palestino, también están marcados por una serie de números que empiezan por «81873». Se trata del código identificador único asignado por el gobierno estadounidense a Woodward, un fabricante aeroespacial con sede en Colorado que suministra piezas para bombas, incluida la GBU-39.

Al menos 45 personas del campamento 1 de Al-Salam, construido a principios de enero, murieron a causa de la explosión y los incendios posteriores, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. Más de 240 personas resultaron heridas.

Funcionarios estadounidenses llevan meses animando al ejército israelí a que aumente el uso de bombas GBU-39 en Gaza porque, por lo general, son más precisas y se adaptan mejor a los entornos urbanos que las bombas de mayor tamaño, incluidas las bombas de 2.000 libras de fabricación estadounidense que Israel utiliza habitualmente. El presidente Biden dijo a principios de este mes que EE.UU. estaba pausando una entrega de las bombas más grandes.

«El ataque se llevó a cabo utilizando dos municiones con ojivas pequeñas adecuadas para este ataque selectivo», dijo el contralmirante Daniel Hagari, portavoz militar israelí, durante una conferencia de prensa el martes. Las bombas contenían 17 kilogramos de material explosivo, dijo. «Se trata de la munición más pequeña que pueden utilizar nuestros jets».

En respuesta a preguntas de The Times, los militares israelíes no quisieron especificar la munición utilizada. El GBU-39 tiene un peso neto explosivo de unos 17 kilogramos, o 37 libras.

El almirante Hagari declaró que los militares habían tomado medidas para apuntar con precisión a dos dirigentes de Hamás, que según él murieron en el ataque, y que no esperaban que las municiones dañaran a los civiles cercanos. Las bombas cayeron sobre cobertizos situados en el interior de un campo de desplazados internos, y en las inmediaciones se veían muchas tiendas de campaña. Las imágenes muestran que el bombardeo provocó incendios mortales.

El almirante Hagari declaró que el ejército israelí seguía investigando los hechos. Sugirió que el incendio podría haber sido provocado por una explosión secundaria, y según él, podría ser indicio de que podría haber armas almacenadas en la zona.

«Nuestra munición por sí sola no podría haber provocado un incendio de este tamaño», dijo el almirante Hagari.

Frederic Gras, consultor francés sobre municiones, cuestionó el razonamiento de los militares israelíes. «Cualquier explosión o detonación inicia un incendio en cuanto hay productos inflamables en las proximidades», dijo, señalando que en esos campamentos suele haber muchas bombonas de gas y lámparas.

Los vídeos grabados por testigos tras el ataque muestran la magnitud del sufrimiento. La gente grita mientras saca cuerpos carbonizados de entre los escombros mientras las llamas arrasan a sus espaldas. Un hombre sostiene el cuerpo de un niño sin cabeza.

«Los israelíes han dicho que utilizaron bombas de 37 libras», dijo John Kirby, un portavoz de la Casa Blanca en una sesión informativa el martes. «Si es de hecho lo que utilizaron, es ciertamente indicativo de un esfuerzo por ser discretos, selectivos y precisos».

Larry Lewis, ex asesor del Pentágono y del Departamento de Estado que ha escrito varios informes federales sobre daños a civiles, dijo que parecía como si el ejército israelí hubiera tomado en este caso medidas para mitigar el peligro para los civiles.

«Las explosiones secundarias pueden ser difíciles de prever», dijo Lewis.

Pero dijo que le preocupaba que en las imágenes de vigilancia difundidas por los militares, cuatro personas parecían estar fuera de los edificios atacados antes del ataque. El Sr. Lewis dijo que la decisión de atacar en ese momento plantea interrogantes sobre si los militares israelíes «sabían y aceptaron un posible número de víctimas civiles», o no se percataron de la presencia de esas personas, lo que sugiere posibles problemas en sus medidas de precaución.

Wes J. Bryant, sargento mayor retirado de las Fuerzas Aéreas estadounidenses que formó parte de un grupo de trabajo crítico con el uso de armas por parte de Israel en Gaza, declaró a The Times que había lanzado muchas bombas GBU-39 durante su servicio militar y que este ataque era problemático.

«Indica una continua negligencia en la selección de objetivos, ya sea falta de voluntad o incapacidad para salvaguardar eficazmente a los civiles», dijo el Sr. Bryant. «Cuando se utiliza un arma que está pensada como precisión y bajo daño colateral en un área donde los civiles están saturados, realmente niega ese uso inicial».

Este artículo que fue originalmente publicado en The New York Times.

Traducción: Gloria Grinberg

 
Izquierda Diario
Seguinos en las redes
/ izquierdadiario
@izquierdadiario
Suscribite por Whatsapp
/(011) 2340 9864
[email protected]
www.laizquierdadiario.com / Para suscribirte por correo, hace click acá