La artista Ana Maldonado inaugurará su muestra en "Pasaje 865" en el barrio de San Telmo. A continuación reproducimos el texto de Dardo Fabián Flores.
¿Y si la tierra gritara tu nombre?
“Para el que mira sin ver
La tierra es tierra nomás”
Atahualpa Yupanqui
En Ana Maldonado encontramos la respuesta. Sí, la tierra señala a sus elegidos. Y es desde sus entrañas que la artista hace emerger a estas místicas cerámicas escultóricas, donde se retrata un instante perpetuo. ¿Será acaso el viento que aconsejó moldear y dar forma a dichas mujeres de consuelo eterno ó será el alma del artista que busca incansablemente la crítica social-cultural, en pos de la buena ventura del ser que pueda apreciar la pasión desdeñada en cada gesto hecho volumen?. Quien entienda estas obras serán los destinatarios que sigan el consejo de una artista que ha podido retratar en nuestro tiempo algo tan simple y complejo a la vez como lo es la tierra.
La obra de Maldonado nos muestra las posibilidades infinitas que tiene la cerámica, desligándose sólo del fin decorativo, y usándolo cómo un objeto de arte crítico, desde la cual denuncia o enuncia presentes sociales. La obra como principio unificador a un reclamo estético, producto de una artista militante que entiende que la misma es una instancia más de lucha. El acto creativo de Ana Maldonado da forma a este conjunto marcado por: su estética precolombina, orgánica en su manufactura y con un mensaje de crítica. Da identidad y forma al barro (arcilla), es un gesto de la tierra que de la mano de la artista toma forma y carácter. La militancia está presente en ello, representan un desarraigo originario en pos de ser visibles.
La poética de Ana Maldonado se esgrime en una coherencia estética que hoy es testigo en la creación absoluta, con el volumen, busca ser unificador en el reclamo estético, con una perspectiva social que puede verse así como una respuesta a nuestra actualidad.
Su obra sincera, personal, percibe la urgencia de decir; hoy con la poética de la tierra. Son como diría Gastón Bachelard: los poemas de la mano que amasa. Y si el poema es comunión solitaria, a través de sus objetos, hechos para ser tocados, el artista estrecha las manos de sus semejantes.
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