-Si llegan de Ginebra, van a participar. Te estoy diciendo que están en Ginebra, en un congreso muy importante. Yo voy a participar de la marcha…
La respuesta tensa de Pablo Moyano resume un poco el clima que rodea a la CGT a pocos días del tratamiento de la Ley Bases y el Paquete Fiscal que, como definió hasta la propia central obrera, es “un pacto de coloniaje” y una reforma laboral precarizadora.
Hacía algunos minutos había terminado un “plenario de regionales” de la CGT que no había sido tan unitario. Para quienes pudimos presenciar otros, esta vez no había “seguridad” ni banderas ni barras ni “gordos”. La convocatoria, prevista en los estatutos cegetistas, se había convertido en una movida de Moyano, los gremios de la Corriente Federal y algunos aliados para mostrar alguna iniciativa a pocos días del tratamiento de la Ley.
Como reconoció el camionero, gran parte del consejo directivo está en Ginebra (la ciudad), donde viaja todos los años a presentar sus reclamos ante la Organización Internacional del Trabajo (además de pasear por la bella Suiza).
Nadie sabe si estarán para cuando en el Senado intenten votar la reforma laboral. Lo que queda claro es que, como central obrera y la mayoría de sus sindicatos, no están preparando ninguna acción contundente que frente semejante ataque. Mientras los senadores “amigos” negocian con Milei, mientras los gobernadores cotizan sus votos, los jefes cegetistas preparan una presentación en una lejana reunión de funcionarios, empresarios y sindicalistas.
Si esas fueron las ausencias, el plenario contó con la presencia de algunos de los integrantes del Consejo Directivo y las corrientes que componen el sindicalismo peronista. También hubo invitados. Estuvieron referentes de Camioneros, Bancarios, SMATA, Satsaid, Gráficos, Vialidad, Canillitas, Marítimos. Para ser precisos, por el SMATA estaba Mario Manrique: la interna de la Verde mecánica está que arde y Pignanelli está interviniendo varias comisiones internas conducidas por el diputado de UxP.
Además hubo invitados que no integran las regionales cegetistas. Entre ellos dirigentes de sindicatos, como Néstor Segovia (Metrodelegados) y Alejandro Crespo (Sutna). Otros que no dirigen ningún gremio, ni siquiera son trabajadores. Es el caso del ex ministro de Alberto Fernández y actual funcionario de Axel Kicillof, Gabriel Katopodis.
Crespo, de la lista Negra del neumático, planteó correctamente que “para que los trabajadores puedan movilizar masivamente es necesario un paro general ese día. Desde el Neumático vamos a parar y movilizar”. Los Aceiteros ya adelantaron que paralizarán las grandes cerealeras y algunos gremios marítimos también paran su sector.
Pero el plenario ya tenía todo bastante “cocinado”. Los discursos fueron duros. Moyano arremetió contra Milei y dijo que “los senadores nacionales, especialmente los peronistas, deben dejar de cantar la marcha y rechazar sin más la Ley Bases. Porque esa norma atenta contra los derechos de los trabajadores”. Palazzo dijo que la marcha hacia el Congreso debe ser multitudinaria porque espera que “el calor del pueblo trabajador convenza a quienes tienen duda o prestan votos por falta de convicciones”. “Lo que está en juego cambiará nuestras vidas para siempre” agregó Manrique.
Sin embargo, los delegados cegetistas aprobaron “la propuesta de movilizarse ante el Senado el día en que se discuta la Ley Bases”. El plenario dejó claro que será sin asambleas, sin paro general y sin CGT. Moyano aseguró ante algunos periodistas que “vamos a movilizar 30 mil camioneros”. Si así fuera, sería un aporte significativo a la marcha. Lo mismo si movilizaran miles y miles de bancarios, mecánicos, gráficos, aeronáuticos y de todos los gremios presentes. Pero nadie puede negar que la única forma de "cortar por lo sano" con la saña antiobrera y antipopular de Milei es con una respuesta a esa altura. Un paro con una paralización del país como el 9 de mayo, pero que sea activo para poder movilizar a cientos de miles como la marcha educativa. Es totalmente posible. Esas dos jornadas lo comprueban.
Pero los “gordos” siguen en Ginebra. Si no hacen nada contra este ataque será una traición.
Quedan pocos días para el tratamiento. Los sectores combativos y la izquierda vienen haciendo una campaña que incluyó las jornadas de febrero y abril frente a Diputados y un Encuentro de luchadores que votó movilizar masivamente. Allí estaremos, junto a los sindicatos que movilicen, de la CGT y la CTA, así como los organismos de derechos humanos, las asambleas barriales, las organizaciones sociales y los estudiantes. Seguiremos reclamando, en los días que quedan, esa acción masiva y contundente que le dé un golpe a la derecha y todo su plan.
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