De apuro. Así volvió Héctor Daer de Europa. Lo consigna el diario Clarín, que señala que el dirigente sindical se vio obligado “a adelantar el fin de semana su regreso desde Ginebra, a donde había viajado para acompañar la delegación sindical que denunció con dureza el ajuste libertario en plena asamblea de la OIT. Previo escala por Madrid para acompañar el cierre de campaña de Pedro Sánchez, que terminó derrotado por el PP el domingo en las elecciones para el Parlamento europeo, apenas arribó el domingo a Buenos Aires el dirigente inició una ronda de conversaciones informales con sus pares cegetistas para intentar descomprimir la tensión y evitar un choque sin retorno”.
La tensión, en este caso, es con el sector que encabeza Pablo Moyano. El dirigente de Camioneros será parte de la movilización de este miércoles. Lo harán junto a otros gremios como Smata, bancarios y las CTA. Sin embargo, la medida es sin paro.
Las diferencias entre el moyanismo y otros sectores de la CGT no son nuevas. El arco de los llamados “dialoguistas” incluye, entre otros, a Daer, a Gerardo Martínez (Uocra) y a Andrés Rodríguez (UPCN). Estos últimos vienen dejando pasar miles de despidos en la construcción y en el Estado sin convocar a medidas de lucha, ni siquiera mínimas.
Sin embargo, ni el moyanismo ni los otros gremios que marcharán apuestan a garantizar una movilización verdaderamente masiva, en la que puedan participar todos los trabajadores y trabajadoras que quieran. Lo que marche desde la mañana será lo que muevan los aparatos sindicales y quienes puedan escaparse o esquivar la jornada laboral.
Sin embargo, la jornada puede convertirse en lo contrario de lo que quieren estos dirigentes. Es necesario seguir organizando la más amplia movilización desde cada lugar de trabajo, de estudio y desde cada barriada. Al mismo tiempo, es posible sumarse a la movilización a la salida del trabajo. La jornada está convocada a las 9 h en Congreso, pero se extenderá a lo largo de todo el día. Este miércoles tenemos que ser una multitud frente al Congreso, para imponer que se tire abajo la ley Bases.
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