En una campaña de difusión en redes, el CeProDH denuncia uno de los graves ataques a los derechos de los trabajadores y activistas que se encuentra en el texto de la Ley Bases, dentro de la reforma laboral, que el gobierno apura para que se apruebe en Senadores este miércoles.
Se trata de la eliminación de la posibilidad de ser reinstalado en su puesto de trabajo si un trabajador o trabajadora es despedido por motivos de nacionalidad, sexo, identidad de género, orientación sexual, religión, etnia, ideología, u opinión política o gremial.
En muchos casos, sobre todo cuando no hay representación gremial dentro de un establecimiento, los trabajadores que participan de las luchas dentro de su ámbito laboral, defienden los derechos de compañeros que son atacados y despedidos, y actúan como “delegados de hecho”. Este ha sido y es objeto de represalias por parte de las patronales, llegando al despido discriminatorio.
Si la Ley Bases se vota, todos aquellos que sean despedidos por acompañar luchas o ser parte de una movilización, herramienta que las patronales usan de manera discriminatorio en muchísimos casos para amedrentar y meter miedo, no podrán ser reinstalados y serán solamente indemnizados con un mínimo plus denominado “agravamiento indemnizatorio, pero siempre y cuando haya una sentencia judicial que pruebe que el despido fue producto de un acto discriminatorio.
Producto de muchísimas batallas en el terreno legal y de la lucha en las calles, muchas trabajadoras y trabajadores lograron ser reinstalados en sus puestos gracias a juicios de reinstalación impulsados junto a abogados y abogadas del Ceprodh.
Uno de los casos más emblemáticos es el de Catalina Balaguer, trabajadora de la multinacional Pepsico, que en junio de 2002 fue despedida de manera discriminatoria por ser parte de la lucha de sus compañeras mujeres precarizadas, que habían sido despedidas y habían instalado carpas en la puerta de la fábrica reclamando su reincorporación.
Una larga batalla en los tribunales y en la calle, en la que se fusionaron abogados y trabajadores, se logró un enorme triunfo que sentó un precedente clave para las luchas siguientes: que sea reconocida la figura de “delegado de hecho”, inexistente al momento, y finalmente en mayo de 2006 la Corte Suprema tuvo que confirmar los fallos anteriores que ordenaban reincorporar a su puesto de trabajo a Catalina Balaguer por considerar que había sido despedida por discriminación.
En ese momento, los abogados del Ceprodh Myriam Bregman y Rubén Tripi que patrocinaron a Catalina, señalaron que "es un fallo pionero. Es la primera vez que la Justicia da marcha atrás con un despido arbitrario de una empresa privada”.
Este antecedente, y un gran logro para la clase trabajadora, es lo que la Ley Bases y las patronales que la aplauden, quieren eliminar.
Para defender nuestros derechos y que las patronales no puedan tener vía libre para despedirte por tu nacionalidad, sexo, tu identidad de género, orientación sexual, tu religión, etnia, ideología, o tu opinión política o gremial, movilizate este miércoles 12 de junio para que la Ley Bases caiga.
A continuación podés ver más testimonios de trabajadoras y trabajadores que gracias a este precedente y la lucha conjunta de abogados y laburantes, lograron ser reinstalados en sus trabajos luego de haber sido despedidos de manera discriminatoria.
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