¿Qué respuesta hubo?

Desde las autoridades del ISCA, hicieron un comunicado público que no otorga responsabilidades, que deja abierto a un accidente lo sucedido con el perrito. Y por otra parte, desde CMDS plantearon hacerse cargo de los gastos de recuperación de Amadeus, pero sin iniciar una investigación seria, otorgando el veredicto final a manos de la PDI. Buscando resolver con medidas mínimas algo que tiene razones estructurales y que venimos planteando docentes y otros trabajadores de la educación en distintas paralizaciones.

Así como también vimos al Alcalde y otros políticos de la región, intentando lavar sus imágenes con este triste caso, cuando este año el PET municipal estuvo más de un mes sin luz para poder atender.

Todo esto generó indignación en toda la comunidad educativa, estudiantes, profesores, asistentes y demás trabajadores de la educación y apoderados, pero una indignación que hoy está dispersa y confusa.

Vemos que en este caso se vuelven a actualizar puntos importantes de la crisis educativa y por lo cual nos hemos movilizado docentes y otros trabajadores de la educación. Que es la falta de recursos, que nos lleva a las precarias y desprotegidas condiciones laborales, a la falta de profesionales para atender la salud mental de los estudiantes y trabajadores, habiendo casos como los trabajadores de la educación del Isca que fueron a la Achs por síndromes ansiosos de angustia, estrés agudo.

Así como también la importancia de acabar con el autoritarismo, que podamos decidir cómo gestionar los establecimientos con el conjunto de la comunidad educativa, no solo que las decisiones dependan de los núcleos directivos. Y que las investigaciones que se hagan, sean independientes de las autoridades con profesionales y personas de la comunidad que jueguen un rol efectivo.

Además, se vuelve urgente que las direcciones estudiantiles secundarias, llamen a asambleas de base, se organicen con petitorios unificados con los demás sectores educativos, para poder enfrentar los problemas desde el maltrato animal, que faltan políticas públicas como hospitales públicos veterinarios, hogares de acogida animal con profesionales pero que sean financiados 100% por el Estado y gestionado por la comunidad y contra la represión por movilizarse.