El Índice de Producción Industrial (IPI) elaborado por la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) marcó una caída del 10,9% en mayo respecto al mismo mes del año pasado. El corte de gas de mayo por el mal manejo del gobierno de Milei y las inundaciones en Brasil empeoraron la situación de recesión que afronta la actividad.
Menos el papel y celulosa que mostraron un leve crecimiento del 0,3%, todas las ramas industriales acumularon fuertes caídas. La mayor fue la de minerales no metálicos con un 31,4% de retroceso, seguida por la industria automotriz que cayó un 23,8% afectada también por la falta de insumos desde Brasil por las inundaciones. Lo complementa las industrias metálicas básicas con una merma del 17,3%, la metalmecánica un caída de 14,9% y la producción de insumos químicos y plásticos que se contrajo 12,4% interanual.
Por su parte la industria de alimentos y bebidas cayó un 5%. La faena vacuna acumula un semestre de retroceso y el deterioro de la lechería se observa en los últimos trece meses.
En sintonía con el informe de FIEL, un informe de la UIA había revelado que “en marzo el empleo asalariado registrado en la industria aceleró su caída. Se perdieron 4.881 puestos en el mes y ya se acumula una baja de 15.357 respecto de ago-23.”
Las medidas de Milei y Caputo, en sintonía con el FMI, hunden la economía en la depresión. La pérdida del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones sumado al desplome de la actividad empeoran las condiciones de vida de las grandes mayorías. El freno de la actividad económica también repercutirá en los ingresos del Estado, para poder financiar la educación, salud o programas sensibles como la AUH, con 3 de cada 4 niños y niñas en situación de pobreza. Hay que enfrentar las medidas de Milei, que las centrales sindicales rompan la tregua sindical y convoquen a un verdadero plan de lucha con paro general. |